Laura Ponte ha decidido reivindicar las arrugas y mostrar públicamente su rechazo al bótox. La modelo ha confesado en una entrevista en Vanity Fair que jamás recurrirá a la toxina botulínica para rejuvenecer la cara. "Jamás me pincharía bótox. No me hago ni el Indiba. Cada arruga de mi cara es parte de mi ser. Salto de alegría cuando me miro al espejo. Veo lo que hay detrás, no lo que tengo delante", ha señalado.
Gtres