
Ha pasado m�s de una semana desde que Aina Clotet abri� la caja de los truenos rosas y Leticia Dolera sigue ardiendo en la pira de Twitter a la vista de todo el mundo. Muda ella, rugiente la turba. Por un lado, tenemos aqu� el debate t�cnico sobre actrices, embarazos y c�mo gestionarlos (a ambos) en el rodaje de una serie de televisi�n.
Por otro, la discusi�n legal y laboral global sobre mujer, embarazo y trabajo. Pero por encima lo que hay es una narrativa de f�bula moral perfecta: la de la cazadora cazada, la de la virtuosa pecadora, la de la perfecta hip�crita. Una comedia de enredo de Shakespeare (y m�s que lo ser� cuando se vayan desvelando m�s detalles) que se nos ha ido a todos de madre. Y Leticia muda. Y los productores de su serie mudos. Y la cadena. El resto hablan (hablamos) todos, muchos con una superioridad moral que asusta.
La cagada de Leticia es sobre todo de imagen, pero no por ello es menos cagada. Como le dec�a Bob Pop (segunda citaci�n en una semana, Bob, te paso por DM mi n�mero de cuenta) a Buenafuente en su programa, "elegimos bien las causas, pero mal los referentes". Leticia Dolera no es El Feminismo y no ha dicho nunca que lo fuese, pero tampoco ha renegado de una ola que comenz� surfeando a duras penas (eso se lo damos) y luego con una comodidad sospechosa. Ahora la ola ha roto. Contra un acantilado. Hola, realidad.�

La posici�n de Leticia Dolera en la pol�mica sobre su serie y el despido o no contrataci�n (ay, esos matices) de una actriz embarazada ser�a mucho m�s defendible si no tuvi�semos todos la percepci�n de que en un caso similar la directora se pondr�a del lado de la actriz sin leer mucho m�s all� del titular. El tema est� funcionando como m�nimo a dos niveles: el de los debates serios y el de las percepciones.
Debates serios son la consideraci�n laboral del embarazo y la crianza o las peculiaridades del trabajo actoral y su plasmaci�n en leyes. Percepciones son que Leticia est� recibiendo doble raci�n de su propia medicina, que Aina Clotet representa a todas las embarazadas del mundo y que lo que est� pasando en 'D�jate Llevar' es a la vez una an�cdota y una de las mayores crisis de comunicaci�n que yo he visto en una serie en mi vida. Y he visto unas cuantas.