Los movimientos de poder en Indra desde que el Gobierno decidió tomar el control hace dos años han provocado una nueva desviación de las reglas de buena gobernanza empresarial. El Consejo de Administración de Indra ha aprobado en la noche de este jueves, tras una larga reunión, volver a cambiar los estatutos de la sociedad de hace siete meses para poder aumentar el número de consejeros y hacer hueco a Amber, el fondo del presidente del grupo Prisa, Joseph Oughourlian, que ha decidido incrementar su participación con permiso del Gobierno para ganar poder en la gestión.
Por tanto, el consejo presidido por Marc Murtra, ha decidido elevar a 16 el número de miembros, pese a que el Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recomienda un máximo de 15 para "lograr un funcionamiento eficaz y participativo". No es de obligado cumplimiento, pero Indra se había preciado durante años de respetar al pie de la letra todó este código. Sin embargo, la dinámica de Indra es tal, que el consejo se ha visto obligado a retorcer esa norma, porque las alternativas eran peores. Ninguna decisión era lucida.
Había otras dos opciones para hacer hueco a Pablo Jiménez de Parga, secretario del consejo de Prisa designado por Oughourlian para que le represente en Indra. La primera, cesar a uno de los dos consejeros ejecutivos. Como uno de ellos, el nuevo consejero delegado, José Vicente de los Mozos, sólo lleva una semana en el puesto, la mirada de Murtra se dirigió al más veterano, Luis Abril, responsable de la división tecnológica Minsait. Pero esa opción fue desdeñada, porque Abril goza de respaldo de los inversores y podía provocar un nuevo impacto a la baja en Bolsa, como ya sucedió con el resto de ex compañeros cesados en los últimos años.
La otra opción era mantener en quince el número máximo, como establecen los estatutos, pero entonces se rompería el equilibrio prometido a la CNMV con los consejeros independientes. Éstos son seis actualmente, frente a los siete ejecutivos y representantes del Gobierno y su aliado el grupo vasco Sapa. Pero es una minoría circunstancial tras la dimisión el pasado jueves de Axel Arendt, en desacuerdo por la presión sufrida, en su opinión, en el cambio de Ignacio Mataix por De los Mozos.
Ahora el Consejo ha decidido reemplazar no sólo a Arendt, sino abrirse a incorporar a otro independiente más para que no sean menos que los otros ocho del consejo, una vez que se incorpore Amber.
Romper esa regla sería un desafío mayor a la CNMV, porque el equilibrio entre el Gobierno y sus aliados con los independientes fue uno de los motivos por el que el organismo supervisor liberó a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) de lanzar una OPA tras tomar el poder.
Lo que sí roza cumplir es la nueva Ley de Igualdad al sumar más mujeres al consejo. En la reunión han decidido nombrar a María Ángeles Santamaría Martín y Elena García Armada nuevas consejeras con etiqueta independiente para su ratificación en la Junta. «Se refuerza el compromiso de Indra con la diversidad de género, hasta alcanzar el 37,5% de presencia femenina en el Consejo», señala el comunicado.
Santamaría es profesional de larga trayectoria en Iberdrola y rivalizó con De los Mozos para ser consejera delegada. «Si los accionistas nos dan su apoyo, contaremos con un Consejo más amplio, sólido y diverso para afrontar los ilusionantes retos y oportunidades que Indra tiene por delante y dar respuesta a las demandas de nuestros grupos de interés. Estamos construyendo un proyecto empresarial más consistente, y tenemos motivos específicos para ser optimistas», dice Murtra en la nota.
Mientras, tanto, las acciones continúan a la baja tras la designación de De los Mozos y la dimisión del único consejero extranjero de esta empresa cotizada del Ibex en la que la Sepi es el principal accionista con un 25%. Este jueves cerró a 11,39 euros, un 1,04% menos que en la sesión anterior, por encima de la caída general del Ibex.
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