En la paleta del arco iris el naranja es el color de la ilusi�n y el optimismo. Eso, al menos, afirma Laura Fern�ndez, que se ha lanzado al vac�o con la creaci�n de este acogedor local. �Quer�a conseguir un lugar abierto, en el que la gente se sintiera como en casa... que nos hicieran propuestas para formar parte de este proyecto�. De esta apuesta por la interactividad con su clientela nace una de las mejores bazas de 'Elnaranja': su amplitud de ofertas culturales y de ocio, dentro de un dise�o cuidado al detalle.
Decorado en una armoniosa bicrom�a que juega (como no pod�a ser de otra forma) con el blanco y el naranja, el local cuenta con dos plantas: en la superior se sit�a la barra, la cabina del DJ y un peque�o escenario en el que los viernes se ofrecen conciertos en ac�stico. Entre las pr�ximas citas, destaca la del vocalista de 'Australian Blonde',' Fran Fern�ndez',' en solitario. Adem�s, en su programaci�n musical incluyen noches tem�ticas, como la velada de Madonna o una de tributo a los 80, que enlazan con el tipo de m�sica que marcan los DJs: pop e indie rock, nacional e internacional.
La planta inferior acoge su simp�tico aseo unisex, adornado con divertidos espejos circulares, y un saloncito de lectura con juegos de mesa. Pero 'Elnaranja', adem�s de ser un bar de copas, tiene vocaci�n de convertirse en un importante espacio cultural. As�, cada noche preparan una actividad diferente: exhibiciones de cortometrajes, monol�gos o exposiciones de pintura en las que intentan dar a conocer nombres nuevos.
Aparte, como citas fijas, los martes organizan encuentros entre gente de diversas nacionalidades para practicar idiomas... y lo que se tercie.
Aunque lleva abierto poco m�s de un mes, el local ya ha logrado una clientela fiel, en su mayor�a treinta�eros de aspecto moderno que buscan un ambiente tranquilo en el que poder charlar y relajarse.
Durante el d�a, 'Elnaranja' se transforma en una coqueta cafeter�a que sirve 'brunchs' todas las jornadas laborables, al m�s puro estilo neoyorquino. Adem�s, cuenta con zona WiFi, en la que, por un euro, uno puede pasarse toda la tarde navegando por Internet con su port�til, y una gran pantalla en la que proyectan dibujos animados de corte cl�sico.