Siempre acompa�ado de su guitarra, el m�sico y actor Riki L�pez (Palma de Mallorca, 1968) combina con ternura y descaro sus dos grandes pasiones en su �ltimo espect�culo. 'Dando el cante' es una pieza sin pelos en la lengua, que analiza, entre versos y canciones, los conflictos m�s cotidianos.
PREGUNTA- Por su estilo, se le ha comparado con personas como Albert Pla, Pablo Carbonell o Javier Krahe, �qu� piensa al respecto?
RESPUESTA- Me enorgullece porque admiro mucho a los tres y pienso que son buenas referencias para orientar un poco a quien no me conozca. De todos modos, yo, que s� me conozco, creo que me parezco m�s a mi padre y a mi madre.
P.- �C�mo definir�a su humor?
R.- Mi pose en el escenario es la de un amigo que se sincera en la efervescencia de la noche. Se trata de un humor sencillo, de t� a t�. Jam�s he asentido cuando me han dicho que hago humor inteligente, para m� el humor y la inteligencia son la misma cosa.
P.- �De qu� cura la risoterapia?
R.- Creo que si uno se toma la vida en serio est� abocado al c�ncer de alma. Re�rse es el mejor ant�doto, proporciona un aura que atrae la buena suerte y hace que te resbalen nimiedades que, de mal humor, parecen importantes. Adem�s, la risa es una de las pocas cosas sanas que se contagian.
P.- �Cu�l es su fuente de inspiraci�n a la hora de componer?
R.- No puedo inspirar otro aire que el que est� a tiro de mi nariz, aunque prefiero mirar por la ventana que asomarme al espejo.
P.- Se le considera como un "trovador de los tiempos modernos", �cu�l es su mensaje?
R.- Como espectador, nunca me ha gustado que me atornillen o inculquen nada, yo me limito a exponer mis historietas y dejo que cada uno saque sus propias conclusiones.