El Bajo Imperio romano vuelve a florecer 1.600 a�os despu�s en el norte de Palencia. M�s de 4.000 visitantes durante el fin de semana de su inauguraci�n (el 5 de abril) confirman el enorme inter�s despertado en Palencia y en el resto de Castilla y Le�n por la conclusi�n definitiva de las obras del megaproyecto emprendido hace tres a�os y medio por la Diputaci�n Provincial palentina: la cubierta y musealizaci�n de los 4.400 m2 que ocupan los restos sacados a la luz, durante m�s de 40 a�os de trabajos de excavaci�n ininterrumpidos, de una de las villas romanas m�s suntuosas descubiertas hasta el momento en Espa�a.
La Olmeda, ubicada en el t�rmino municipal de Pedrosa de la Vega, a unos 60 kil�metros de la capital provincial, muy cerca del trazado de la ruta jacobea y en plena Tierra de Campos, atesora el mayor n�mero de mosaicos conservados en un edificio de uso privado en la Hispania romana: 1.140 metros cuadrados de minuciosos motivos figurativos, vegetales y geom�tricos que ocupan pasillos, estancias y vest�bulos y que devuelven al visitante al universo de esplendor y lujo en que viv�an los oligarcas rurales durante el Bajo Imperio.
Donado a la Diputaci�n a principios de la d�cada de los 80 por el propietario original de los terrenos, Javier Cort�s, el yacimiento fue declarado Bien de Inter�s Cultural a mediados de los 90 y, en octubre de 2005, se iniciaron las tareas de construcci�n del nuevo edificio-cubierta: un s�lido entramado abovedado de acero y hormig�n que destaca entre la verdeante placidez de la Tierra de Campos.
El desarrollo del proyecto ha supuesto una inversi�n total que supera los nueve millones de euros y ha contado con el patrocinio de la Diputaci�n, adem�s de la colaboraci�n de diversas administraciones y entidades: el Ministerio de Fomento, la Junta de Castilla y Le�n y la Fundaci�n del Patrimonio Hist�rico de Castilla y Le�n.
Desde 2005, a�o en que el yacimiento se cerr� al p�blico, el visitante ten�a que conformarse con el acceso al museo ubicado en la iglesia de San Pedro, en la vecina localidad de Salda�a (lugar donde el descubridor de los restos, fallecido hace tan s�lo unas semanas, era alcalde en julio de 1968, cuando se encontraron, de manera casual, los primeros mosaicos en una finca agr�cola de su propiedad).
En este museo se mostraba buena parte de los objetos encontrados durante las excavaciones: monedas, utensilios de vidrio, collares, bronces y s�lex, entre otros.
El nuevo espacio muse�stico, ubicado en el interior del moderno edificio y anexo al yacimiento, completa la visi�n del visitante sobre la vida en la Roma del siglo IV d. C. y a�ade al conjunto importantes restos rescatados durante las excavaciones en las necr�polis anejas a la villa (una con cerca de 600 sepulcros), desde arreos de bronce hasta delicados ajuares funerarios.
Casi 1.000 metros cuadrados de pasarelas conducen al p�blico a lo largo y ancho de la villa romana: desde la entrada principal al patio central, el peristilo, las alcobas y la gran �rea termal. Sin duda, la zona m�s destacable de la pars urbana la ocupa el enorme mosaico policromado de la sala de recepciones u Oecu: el que representa el episodio de Aquiles vestido de mujer y oculto en la isla de Skyros, en el palacio del rey Licomedes.
Sus 175 metros cuadrados lo convierten en uno de los m�s grandes que se conservan del mundo romano y la delicadeza y precisi�n de las piezas que lo conforman merecen, por s� solas, una visita (precio de entrada: 5 E).