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a San Ferm�n 2001

EFE
Los toros de la ganadería gaditana de Jandilla
han sido los protagosnistas del encierro más rápido
y limpio de las fiestas, que han corrido en menos de tres minutos
y en el que no ha habido heridos por asta.
Los "jandilla", que abandonaron los corrales de
Santo Domingo encabezados por un cabestro y tres toros, hicieron
desde el principio gala de su fama de no fijarse en los mozos
y correr hermanados, ya que en este tramo la manada subió
compacta y, si bien los astados "miraban" a los jóvenes,
no lanzaban derrotes hacia ellos.
En la cuesta de Santo Domingo los toros corrieron con
gran rapidez, lo que hizo que la manada se estirara y que se vieran
bonitas carreras, a lo que ayudó también la menor
afluencia de corredores que se registra en los días tras
el fin de semana.
La manada enfiló la plaza del Ayuntamiento encabezada
ya por un astado, también a una alta velocidad, aunque
sin crear peligro, situación que se prolongó en
la calle Mercaderes, lugar en el que los astados continuaban
hermanados.
En la curva de la calle Estafeta cayeron al suelo
dos de los "jandilla", lo que provocó que el
grupo de morlacos se dividiera definitivamente en dos partes,
una de ellas, más avanzada, que estuvo integrada por dos
toros y dos cabestros, mientras que el resto de la manada les
seguía a unos metros de distancia.
Esta circunstancia facilitó a los mozos encontrar huecos
entre las astas de los toros y lucirse ante los bureles, aunque
la rapidez de la carrera hizo que se produjesen algunos momentos
de tensión, como el protagonizado por un corredor que en
la calle Estafeta cayó al suelo y fue alcanzado
por uno de los bravos, que sin embargo no llegó a empitonarle.
Un astado del segundo grupo quedó rezagado y pasó
por el tramo de Telefónica bien guiado por los pastores,
mientras el resto de sus hermanos accedía al callejón
de la plaza de toros.
Los toros, primero los tres avanzados, después dos de
ellos y por último el rezagado, entraron en la plaza
limpiamente, sin fijarse en los mozos, y fueron conducidos
a chiqueros por los dobladores a punta de capote.