
La ciudad del estado del Pensilvania acaba de inaugurar este centro en el mismo barrio donde se concibieron los Estados Unidos.
Filadelfia es desde 2015 la única ciudad de EE.UU. declarada Patrimonio de la Humanidad. Ahora, justo en la milla cuadrada más famosa del país, donde se firmaron la Declaración de Independencia en 1776 y la Constitución en 1787, acaba de abrir las puertas del museo que explica la dramática historia de la fundación de la nación.
Aquí no solo se inventaron los donuts, aquí se inventó el país. ¿Qué clase de país creó la revolución?, se plantea este nuevo museo de 150 millones de dólares en las salas iniciales; ¿Debían los americanos declarar la independencia? Las preguntas con sus respuestas son una constante, en una nueva pedagogía museística que busca trasladar las incertidumbres de la época. También se le da protagonismo a los que hasta ahora aparecían como personajes secundarios en los museos: se ofrece la perspectiva de nativos americanos, afroamericanos y mujeres. El museo recupera, por ejemplo, el diario de la baronesa Von Riedesel donde retrató el sufrimiento de la Campaña de Saratoga.
El habitual 'NO TOCAR' se sustituye por un 'POR FAVOR, TOCAR'. Hay muchas reproducciones y recreaciones teatrales, pero también artefactos originales únicos del siglo XVIII como mosquetes, espadas y otras armas de la independencia. Se exhibe incluso el pilar de un puente en un gesto casi de fetichismo histórico, un ejemplar del periódico Pennsylvania Evening Post del 6 de julio de 1776 que publicó por primera vez la Declaración de independencia y enseñas de fuerte valor simbólico como la Forster Flag, una de las primeras banderas estadounidenses de 1776.

Pero la gran estrella del Museum of the American Revolution es la tienda de campaña de George Washington, a la que se otorga tratamiento de diva: para su exhibición se ha construido un teatro con 190 asientos dentro del museo y se ha filmado un cortometraje muy didáctico. Resulta tan interesante el objeto en sí -una tienda de campaña de siete metros de largo por cuatro de ancho que sirvió como cuartel general y domicilio provisional del George Washington durante la guerra de independencia de EE.UU. que acabó con la derrota británica-, como la construcción identitaria de un símbolo en 2017, una fabricación muy cinematográfica, muy estadounidense: "una tienda que es símbolo de la fragilidad del experimento americano, símbolo de la libertad", dice el narrador de la película con una voz grave y dramática justo antes de que se ilumine el teatro para que se pueda contemplar la tienda conservada en el interior de una gigantesca urna climatizada de 28 metros cuadrados.
En cierta forma, fue el primer Despacho Oval. George Washington, primer presidente de EE.UU. y comandante en jefe del ejército revolucionario durante la guerra, la utilizó entre 1778 y 1783 y fue el escenario portátil de decisiones clave. Contaba con tres compartimentos, uno para las reuniones, otro para el sueño y un tercero como trastero y alojamiento de su ayudante de cámara, el esclavo afroamericano William Lee.

Washington encargó la tienda mientras estaba acampado en Valley Forge, a un día de marcha de Filadelfia. Llegó con sus tropas en el duro invierno de 1777 y los 12.000 soldados y 400 mujeres levantaron durante seis meses la que sería la cuarta ciudad más grande de América. Este vasto campamento de 1.500 hectáreas es hoy el Valley Forge National Historical Park, se halla a media hora en coche de Filadelfia y merece una visita para entender una guerra en la que solo en este lugar estratégico, sin que se disparase una bala, murieron cerca de dos mil soldados por hambre y enfermedades. La casa de piedra que Washington utilizó como cuartel general -bastante más cómoda que la famosa tienda- ha sido restaurada y se mantiene en pie junto al río Schuylkill.
Si bien el Museum of the American Revolution no es solo un museo de guerra, el conflicto bélico está muy presente. Sin salir de Filadelfia se encuentra su complemento perfecto: el Mütter Museum, uno de los museos favoritos del brillante neurólogo y escritor británico Oliver Sacks. Una de sus salas repasa a conciencia, sin heroísmos ni dulcificaciones románticas del hecho de la guerra, las consecuencias físicas y psicológicas que padecieron todos aquellos que participaron en la guerra civil americana entre 1861 y 1865.
Para confirmar que Filadelfia es la patria de los donuts o doughnuts (una patria disputada en toda la Costa Este), el sitio indicado es el concurrido Reading Terminal Market, un mercado con mucha historia como casi todo en Filadelfia.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Las aerolíneas Finnair y American Airlines ofrecen vuelos directos entre Madrid y Filadelfia por apenas 400 euros. Entre el aeropuerto y el centro de la ciudad hay 13 kilómetros (8 millas) y la carrera ronda los 28$ más propina. También se puede optar por el sistema de transporte público (SEPTA). Filadelfia se encuentra emplazada estratégicamente en la Costa Este entre Nueva York y Washington D.C., a menos de dos horas en tren de ambas ciudades, y puede ser un buen punto de partida para visitarlas.
Dónde dormir
El Sheraton Philadelphia Society Hill Hotel se encuentra en el corazón del barrio más histórico de EE.UU., a un paso del Independence Hall y de la Campana de la Libertad. Se trata de un hotel muy identificado con la ciudad, muy Philly. Así, se considera gay-friendly (abierto con la comunidad gay) y es un entusiasta patrocinador del Philadelphia's Pride Weekend, el equivalente a las fiestas del Orgullo Gay en Madrid. El moderno y elegante hotel The Logan Philadelphia se halla en otra ubicación envidiable en Logan Square, desde donde se puede ir caminando a la Barnes Foundation o el Philadelphia Museum of Art. Igual de céntrico en Rittenhouse Square aparece el Sonesta Hotel Philadelphia, donde el 'ARTBAR' programa música en vivo todos los jueves.
Dónde comer
El City Tavern Restaurant dirigido por el chef Walter Staib es uno de los restaurantes icónicos de EE.UU. y pura memoria gastronómica, una fiel recreación de la taberna original inaugurada en 1773 que servía comidas a los primeros congresistas estadounidenses. Está en el 138 South 2nd Street a cinco minutos a pie del nuevo museo, una distancia que también solía recorrer George Washington. Una alternativa muy americana y de nuestro tiempo es el Village Whiskey, en el 118 S de la 20th Street, especializado en hamburguesas y whisky, con una selección de más de 200 tipos.
Más información
La página web www.discoverPHL.com ofrece toda la información práctica en español para planificar el viaje.
Otras páginas de interés serán: La web del Museo de la Revolución Americana, la del parque nacionalValley Forge National Historical Park y la delMütter Museum.