Alfredo Merino
TU ENTRENADOR PERSONAL
Consejos para el d�a 'M'

Ilustraci�n: Santiago Sequeiros
27 de abril de 2006.- Ha llegado el momento. Ya no hay vuelta atr�s. Aquello que no hab�is hecho os pesar� y s�lo los fuertes lograr�is alcanzar la meta. No, no estoy recitando a Nietzsche. Tampoco se trata de ning�n texto apocal�ptico. Aunque podr�a parecerlo. Hablo de que estamos en v�speras del marat�n.
Han pasado m�s de tres meses desde que me pedist�is un plan para correr la carrera de las carreras. Dado que por aquel entonces est�bamos a tiempo de preparar algunos de los principales maratones del pa�s, os puse como meta al m�s importante de los espa�oles, el de Madrid.
Ya han pasado 90 d�as y esperamos, acelerados, el momento de la salida. Han sido muchas semanas de esfuerzos y sacrificios, traducidos en un c�mputo global (si es que me hicisteis caso) de entre 700 y 1.100 kil�metros, seg�n cada cual.
Salvo que haya alg�n imprevisto, nuestro tiempo valdr� lo que hayamos entrenado. Ni un segundo m�s, ni un segundo menos. Nadie puede hacer ya nada. Ni vosotros mismos. Lo que s� puedo daros es una serie de consejos para afrontar de la mejor manera posible la carrera del domingo:
- Por todo lo anterior, nada de obsesiones. Si hab�is entrenado, justamente por eso, vais a cumplir vuestros objetivos. Si hab�is llegado cortos, pues tampoco os preocup�is en exceso. S�lo cambiaos el chip (no el de la zapatilla, el de vuestra cabeza) y salid a disfrutar. Id tranquilos, sin prisas y con el �nico objetivo de terminar. Aunque al final sea andando, que tampoco es tan grave. Para no pensar demasiado en la carrera, pensad en otras cosas: el trabajo, la vida familiar, la lectura, el cine...
- Estos d�as que quedan hasta la carrera no hay que entrenar. A lo sumo salid a daros una breve carrerita por la ma�ana y luego estirad a conciencia. Los que est�is muy cargados de piernas puede iros bien un masaje. Aunque no se lo recomiendo al que nunca se haya dado uno.
- El domingo levantaros como m�nimo tres horas antes de la carrera y desayunad dos horas y media antes de la salida. Hidratos de carbono, nada de prote�nas; alg�n zumo y cosas as�. Es muy interesante el tema de aliviar necesidades fisiol�gicas antes de salir de casa. Llegad con tiempo suficiente a la salida (1 hora est� bien).
- No hay que estrenar nada. Zapatillas, camiseta, pantal�n y, por supuesto, calcetines no deben ser nuevos (ya sab�is, el tema de las rozaduras). No olvid�is el dorsal ni el chip (os lo dice uno que se le olvid� este �ltimo en un marat�n y se lo tuvieron que llevar al kil�metro 10).
- Calentad. Aunque pens�is que os vais a cansar, calentad. Tambi�n estirad antes de la salida. Si lo necesit�is, es el momento de aplicaros vaselina en ingles, sobacos y pezones.
- Sed f�rreos con vosotros mismos y desde la salida imponeros el ritmo que hay�is planificado. No os dej�is llevar por los que os rodean (los primeros kil�metros son el momento m�s dif�cil en este aspecto). El marat�n es tan largo, que las alegr�as de los primeros kil�metros se pagan m�s tarde.
- Intentad poneros junto a los marcadores. Estos son corredores contratados por la organizaci�n que llevan un ritmo para hacer 3 horas, 3 horas y media � 4 horas (suelen llevar una pancarta encima de ellos o unos globos con el tiempo que van a hacer). Es la mejor receta para regularse y para que la carrera sea menos dura para el coco.
- Bebed desde el primer avituallamiento. Aunque sin pasarse, no vaya a ocurriros lo que a ese maratoniano que se puso enfermo en mitad de la prueba, se lo llevaron al hospital y all� reconoci� haber bebido �13 litros! en la primera parte.
- Una vez en meta (no dudo de que lo vais a hacer) no hay que pararse de golpe. Caminad un poquito y estirad con cuidado. Ya recuperados, bebed lo suficiente. No hay que ingerir s�lidos hasta transcurrido un rato. Vuestro propio organismo os se�alar� cuando pod�is hacerlo.
- El d�a despu�s del d�a 'M' hay que salir. Aunque sea daros un paseo a ritmo r�pido o una breve carrerita, seguidos por estiramientos. As� hasta que not�is las piernas recuperadas, lo que puede suceder a partir del cuarto o quinto d�a.