Alfredo Merino
TU ENTRENADOR PERSONAL
Ilustraci�n: Santiago Sequeiros
12 de junio de 2006.- Me pregunta Fernandillo si ejercitar los abdominales es conveniente o perjudicial para la espalda y, tambi�n, si unos buenos abdominales nos ayudan a mantener correcta nuestra postura. No es el �nico que ha mostrado inter�s por unos m�sculos que, creo, est�n entre los m�s populares. O los m�s odiados. Al menos cuando llega el verano, el periodo del a�o en que nuestra panza se vuelve exhibicionista.
Aunque ya hemos hablado aqu� sobre ellos, dado el inter�s que mostr�is, vamos a darle un repaso a lo que nuestra barriga esconde. La mayor�a se interesa precisamente por eso: por cuestiones est�ticas. Aunque detr�s de un abdomen se esconden cosas mucho m�s serias.
Para que lo entend�is, nuestro tronco es un edificio en el que hay vigas (la columna vertebral) y paredes (los m�sculos). Aunque se trata de una construcci�n singular, donde las paredes ayudan a las vigas a sustentar la estructura. Si las segundas no son lo suficientemente poderosas, ocurre que todo el peso, o parte del mismo, recae sobre la columna. De manera que un abdomen fuerte protege la espalda. Las v�rtebras, de materia �sea, no tienen el menor problema para sujetar tal peso, aunque sea excesivo si es que estamos m�s gordos de lo recomendable.
El problema surge en los discos intervertebrales (uno entre cada dos v�rtebras), esa especie de rosquillas de materia flexible, que act�an como cojinetes capaces de amortiguar golpes y presiones, y que son los responsables de que podamos doblar y arquear la espalda sin quebr�rnosla.
El resultado de una debilidad muscular del tronco es evidente: aparici�n de las temidas hernias discales, un aplastamiento, deformaci�n o rotura de esos discos flexibles, que dejan de serlo y comprimen a la m�dula que pasa por el interior de su orificio central. Estas lesiones acarrean fuertes dolores e inmovilidad en episodios m�s o menos graves, que pueden llevarnos al temido quir�fano.
Por eso, una musculatura potente act�a como un chasis que nos mantiene erguidos y estirados de manera natural, sin arquear la espalda o tener los hombros ca�dos. Posturas nada recomendables que pueden desembocar en contracturas y problemas de columna. As� que, Fernandillo, debes tener tus abdominales en forma para evitar tales males.
Aunque no s�lo sufre nuestra espalda si tenemos la barriga como si fuera de chicle. Otra de las funciones de esta familia muscular (tenemos varios abdominales) es sustentar nuestras v�sceras en su posici�n adecuada dentro del tronco. Si los m�sculos son d�biles, el peso de aquellas les har� deslizarse al fondo de nuestra cavidad ventral. Sobre todo las del aparato digestivo: h�gado, intestino e incluso est�mago. �Qu� grima! �no? De manera que all�, m�s o menos amontonadas y aprisionadas por las capas de grasa abdominal, tienen m�s dificultades para llevar a cabo sus funciones naturales.
Antes de empezar a trabajarlos, os recuerdo unas pautas para hacer bien los ejercicios que os ayudar�n a ir dando consistencia a vuestro abdomen.
�Qu� cu�les son los ejercicios para hacer trabajar a vuestros abdominales? Os lo cuento el pr�ximo
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