No es lo mismo que te apellides normalito que te apellides con un gui�n en el medio. No es lo mismo nacer arriba que hacerlo debajo. No es lo mismo aterrizar de cara que caer de cruz. Cinco mil Garc�as juntos gritando en la calle (imaginemos, que ya es imaginar) pintamos menos que un solo Fitz-James Stuart y Silva hablando bajito sin moverse del sal�n.
En las casas de antes no eras nadie si no ten�as luz y en las de hoy no eres nadie si no tienes enchufe.�
La familia es la familia, que dir�a Gandolfini. La sangre es la sangre, que dir�a un vampiro. El enchufe es el enchufe, que dir�a un electricista del Congreso.
Uno de los nuestros espera turno. A uno de los vuestros lo cuelan.
Uno de los nuestros oposita. A uno de los vuestros lo depositan.
Uno de los nuestros tiene que presentarse. Para uno de los vuestros no hace falta presentaci�n.
Uno de los vuestros empieza como ni�o de pap�. Uno de los nuestros, como ni�o de San Ildefonso.
(...)
Esto de que todos los animales somos iguales ya lo hemos dicho aqu�. S�lo que, como escribi� Orwell, unos somos m�s iguales que otros. Fue France el que apunt� que "la Ley, en su magn�fica ecuanimidad, proh�be, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan". Pues eso.
Bienaventurada la hija de Ca�ete, porque de ella ser� el poder en la Comisi�n Nacional de Mercados.
Bienaventurada la sobrina de De Guindos, porque de ella iba a ser el gran sill�n.
Bienaventurada la hija de Chaves, porque de ella fue la subvenci�n p�blica.
Bienaventuradas las sobrinas de Zarr�as, porque de ellas son los�puestos�de trabajo a dedo.
Bienaventurado el marido de Cospedal, porque de �l fue la consejer�a en Iberdrola y el multiplicar por 14 los ingresos.
Bienaventurada sea la hija de Fabra, porque de ella�es el esca�o en el nombre del padre.
As� seguimos todos, mezclados los nuestros, los vuestros y hasta los suyos, entre el�nepotismo hisp�nico y este calambre de ceros.
Un total de 30 familias espa�olas se reparten 32.000 millones de euros. Para las 15.999.970 restantes, nos quedan las deudas, el tupper, la mortadela con aceitunas, los impuestos y el seguir mandando curriculum.
Lo dicho. En las casas de antes no eras nadie si no ten�as luz y en las de hoy no eres nadie si no tienes enchufe.�