Susana y el soldado Ryan
El Gobierno andaluz entra en p�nico por la utilizaci�n de las bases de Mor�n y Rota (o eso quiere aparentar) para el desembarco de EEUU en la lucha contra el �bola. Todo�vale en la confrontaci�n pol�tica.
El Gobierno andaluz entra en p�nico por la utilizaci�n de las bases de Mor�n y Rota (o eso quiere aparentar) para el desembarco de EEUU en la lucha contra el �bola. Todo�vale en la confrontaci�n pol�tica.
El PSOE celebra un gran acto de lanzamiento de la presidenta con motivo del primer a�o de su gobierno
Despu�s de huir hacia adelante, Susana D�az ha vuelto sobre sus pasos y, al final, el camino recorrido ha sido m�nimo. Este tiempo nos ha descubierto a una pol�tica especialmente huidiza a la hora de tomar decisiones y dar la cara.
El nuevo partido se considera la tercera fuerza pol�tica en Andaluc�a con "opciones de formar gobierno".
Nada ardi� tan bien hace diez a�os como la mentira oficial de la Junta de Andaluc�a de que se hab�an calcinado 27.389,8 hect�reas y ni una m�s.
La parlamentaria del PP andaluz, Rosario Alarc�n
No ser�a necesario que la ley estableciera ninguna l�nea roja si los partidos asumieran el repudio a cualquier actuaci�n que menoscabara la �tica que como norma suelen reclamar al adversario.
Guardias civiles trasladan documentaci�n en la �ltima operaci�n sobre el fraude de UGT. /EFE
Lo que convierte en palmaria la hipocres�a pol�tica de Susana D�az es la actuaci�n de evidente complicidad ante los casos de las facturas falsas de UGT y la trama corrupta en torno a los fondos p�blicos para los cursos de formaci�n.�
La presidente de la Junta, Susana D�az. Foto: Carlos M�rquez
Susana D�az ha demostrado m�s liderazgo pol�tico en su descarte que muchos l�deres del PSOE y aunque pueda tratarse de un error -al perder la oportunidad de ser la renovaci�n� generacional que reclama-� no le cierra la posibilidad en el futuro de presentarse como la salvadora del partido.
La presidenta D�az con miembros de su ejecutiva poco antes de valorar los resultados electorales. EFE
Los resultados de las europeas son homologables para un an�lisis comparativo y, por tanto, interesan para enmarcar una situaci�n pol�tica. Pero para lo que no sirven es para ser extrapolables -aunque la tentaci�n sea casi insuperable-, y menos sin el debido sosiego