Crear qu�, con qui�n
Una entrevista a Sir Ken Robinson en La Vanguardia, viejo conocido, que me enlaza mi colega Esther L�pez Calder�n. Veamos:
Un d�a visitando un cole vi a una ni�a de seis a�os concentrad�sima� dibujando. Le pregunt�: "�Qu� dibujas?". Y me contest�: "La cara de Dios".�
"Nadie sabe c�mo es", observ�. "Mejor - dijo ella sin dejar de dibujar-,ahora lo sabr�n".�
Porque todo ni�o cree ciegamente en su propio talento. La raz�n es que no tienen ning�n miedo a equivocarse... Hasta que el sistema les va ense�ando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de �l.�
No estoy en contra de los ex�menes, pero s� de convertirlos en el centro del sistema educativo y a las notas en su �nica finalidad. La ni�a que dibujaba nos dio una lecci�n: si no est�s preparado para equivocarte, nunca acertar�s, s�lo copiar�s. No ser�s original.�
La pregunta no es cu�nta inteligencia, sino qu� clase de inteligencia tienes. La educaci�n deber�a ayudarnos a todos a encontrar la nuestra y no limitarse a encauzarnos hacia el mismo tipo de talento.�
Nuestro sistema educativo fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrializaci�n: talento s�lo para ser mano de obra disciplinada con preparaci�n t�cnica jerarquizada en distintos grados y funcionarios para servir al Estado moderno.�
�Pero la industrializaci�n ya no existe! Estamos en otro modo de producci�n con otros requerimientos, otras jerarqu�as. Ya no necesitamos millones de obreros y t�cnicos con id�nticas aptitudes, pero nuestro sistema los sigue formando. As� aumenta el paro.�
Las clases son pasivas porque los incentivos para estar calladito y tomar apuntes que repetir� son mayores que los de arriesgarse a participar y tal vez meter la pata. As� que, tras 20 a�os de educaci�n en cinco niveles que consisten en formarnos para unas f�bricas y oficinas que ya no existen, nadie es innovador.�
Que la mayor�a de los ciudadanos malgastan su vida haciendo cosas que no les interesan realmente, pero que creen que deben hacer para ser productivos y aceptados. S�lo una peque�a minor�a es feliz con su trabajo, y suelen ser quienes desafiaron la imposici�n de mediocridad del sistema.�
�Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qu�. Esa deber�a ser la principal funci�n de la educaci�n. Hoy, en cambio, est� enfocada a clonar estudiantes. Y deber�a hacer lo contrario: descubrir qu� es �nico en cada uno de ellos.�
Se aprende a ser creativo como se aprende a leer. Es puro m�todo. Se puede aprender creatividad incluso despu�s de que el sistema nos la haya hecho desaprender.�
Soy de Liverpool y conozco el instituto donde recibieron clases de m�sica mi amigo sir Paul McCartney y George Harrison... �Dios m�o! �Ese profesor de m�sica ten�a en su clase al 50 por ciento de los Beatles!�McCartney me ha explicado que el tipo les pon�a un disco de m�sica cl�sica y se iba a fumar al pasillo.�
Por nuestra parte:
A m� esa ni�a no me da ninguna tranquilidad. Y no s� si los ni�os creen ciegamente en su talento, porque dudo de que lo distingan de lo que no es talento y del mundo en general.
No estoy seguro de que el problema resida en la manera de encajar la equivocaci�n. De fondo, resuena el trial and error, como si hubiera una certeza con estructura de hallazgo. Buscar, el arte del camino, eso s�.
Ya no hay industrializaci�n, de modo que el talento ha de perseguir otros prop�sitos. �El conocimiento y la creaci�n al servicio de otro modo de producci�n? Yo preferir�a que no sirvieran para nada o, mejor dicho, que no sirvieran a nadie.
No basta con desafiar al sistema. Habr�a que saber con qu� lo desaf�as.
La creaci�n es m�todo. Bueno, todo es m�todo. El problema es si el m�todo viene de afuera, de dentro, de ambos lados. En suma, si es dial�ctico o no lo es. Y d�nde se coloca a los otros en el proceso. D�nde se coloca uno mismo.
Sabemos lo que est� mal. �C�mo se hace lo que suponemos que est� bien? El discurso cr�tico es un comienzo, desde luego. Aunque yo dir�a que est� incluso antes de cualquier comienzo.
Dicho de otro modo: la cr�tica al sistema, sin argumentar opciones� y sin plantear acciones, cumple tareas de afianzamiento del sistema.