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Así son las pruebas que determinan si una persona migrante es menor de edad o no

En este proceso, la medicina y las pruebas radiológicas se convierten en herramientas clave para verificar la edad y garantizar la correcta protección de estos jóvenes migrantes

Así son las pruebas que determinan si una persona migrante es menor de edad o no
LUIS PAREJO
Actualizado

La presión migratoria sobre territorios como Canarias no da tregua, una región donde actualmente tutelan a más de 5.500 menores no acompañados que han llegado a las islas en pateras y cayucos.

El propio gobierno insular ha reconocido que el 94% de ellos tienen entre 12 y 17 años, pero ¿cómo es posible determinar la edad de un menor no acompañado que llega a nuestras costas sin ninguna documentación? La medicina y las pruebas radiológicas tienen la respuesta.

¿Se realiza una exploración física del menor?

Hasta 2022, una de las pruebas que se podían realizar para determinar la edad de una persona solicitante de asilo era la exploración genital por parte de un médico. Se solicitaba que se desnudara por completo y se valoraban aspectos como el desarrollo mamario o la presencia de vello pubiano.

Ese año el Consejo de Ministros aprobó un nuevo procedimiento por el que quedaban prohibidas las pruebas que incluían un desnudo integral de la persona, en línea con lo que venía reclamando el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Radiografía de muñeca: la primera prueba

La primera prueba médica consiste en realizar una radiografía de la muñeca de la mano no dominante, habitualmente la izquierda, todo para determinar el grado de maduración ósea (la edad ósea) de los huesos del carpo. Tradicionalmente la imagen obtenida se comparaba con unos atlas de referencia que indicaban la edad según la forma de los huesos y el hecho de que las epífisis estuviesen cerradas o no, pero esta técnica tiene cierto margen de error dado que las referencias son siempre imágenes de raza caucásica.

Hoy en día los radiólogos disponen de programas con algoritmos de inteligencia artificial en los que, al introducir la radiografía del menor, se mide y calcula la edad ósea en segundos con una mayor precisión e incluso la desviación estándar respecto a la edad cronológica en caso de conocerla.

Radiografía de la boca: la segunda prueba

Conocida como ortopantomografía, los radiólogos buscan estudiar la presencia de dentición definitiva así como la existencia o no del tercer molar (la llamada muela del juicio). Generalmente a los 14 años casi todas las piezas dentales están completamente desarrolladas, a excepción de los terceros molares que suelen aparecer con la mayoría de edad.

Radiografía de clavícula: la tercera prueba en caso de duda

En los casos en los que no se ha podido determinar la edad con claridad se puede realizar una tercera prueba de imagen: una radiografía de la zona donde la clavícula se articula con el esternón. Y es que se trata del último núcleo de osificación del cuerpo humano, y esto generalmente ocurre a los 18 años.

¿En qué casos se realizan estas pruebas?

El protocolo que se aplica en España es claro: estas pruebas se realizan únicamente cuando las autoridades consideran que existen dudas razonables sobre la edad de los menores migrantes no acompañados.

Esto puede ser porque la persona carece de documentación que acredite su fecha de nacimiento o porque su desarrollo físico hace sospechar que pueda ser mayor de edad. En la mayoría de los casos será la Policía quien determine si existen estas dudas o no.

¿Es el médico quien tiene la respuesta definitiva?

No. Una vez que se activa el protocolo para determinar si un menor migrante no acompañado tiene más o menos de 18 años, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado acompañan a la persona a la realización de estas pruebas médicas.

Conseguido el informe médico y añadido al resto de documentación, será la Fiscalía quien adopte una decisión final en forma de expediente. Mientras llega esta respuesta, el migrante permanece en un centro de menores.