Jennifer Lopez (o López) es actriz (o/y cantante), es estadounidense (y/o latina) es estrella (y/o productora), es... «¿Por qué debería ser una sola cosa? No creo sinceramente que nadie deba conformarse con la etiqueta que le ponen. Lo importante es hacer las cosas que te emocionan y te hacen sentir viva. Sí, soy cantante, actriz, latina... No me pongo límites», dice, se toma un segundo y añade: «Siempre me gustó bailar y enseguida empecé a hacer cine. El éxito de la película Selena hizo que grabara el primer disco y, a partir de ahí, empezó todo. Soy una artista y creo que eso es suficiente».
La respuesta corre a cuenta de su última película, que llega pocos meses después de su último disco. Y, a su manera, en los dos casos se congrega a su alrededor el aura de acontecimiento. En febrero publicó This Is Me... Now y no hubo una sola reseña del álbum que no incluyera dentro dos palabras: Ben Affleck. No solo era su primera colección de canciones desde hacía una década, sino que también muchas de ellas (¿o eran todas?) estaban dedicadas a su amor de ida y vuelta. Ahora, la plataforma Netflix está a punto de estrenar (el 24 de mayo) Atlas, película que protagoniza y de la que también es productora. Y, a poco que se hurgue, ahí que reaparece la Jennifer Lopez que no veíamos desde su papel en La celda, la película de Tarsem Singh de 2000. La actriz vuelve al cine físico y de acción donde la ciencia ficción juega con la fantasía. Todo son renacimientos.
«Del guión, que lo leí en la pandemia, me encantó el hecho de que plantee las relaciones humanas desde un lado completamente nuevo. Se trata de una historia de amistad entre un ser humano, yo, y un robot que es una inteligencia artificial», explica protocolaria hasta el punto exacto en que quiere dejar su mensaje: «Es la máquina la que le dice al humano: 'Estoy aquí para ayudarte'». ¿Y por qué ese regreso a la acción ahora precisamente? «Siempre me ha encantado. Me considero una actriz muy física, casi una atleta, y eso tiene que ver con mi pasado de bailarina. Todo eso forma parte de mí de una manera muy orgánica». Queda claro.
En efecto, Atlas, dirigida por Brad Peyton, importa influencias de aquí y de allá, de Terminator y de Avatar, de Alien y de A.I. Inteligencia Artificial, para construir una fábula no solo sobre el futuro, sino sobre algo bastante más atemporal como el perdón. Y ello en torno a una Jennifer Lopez empeñada en, ha quedado claro, serlo todo. «Llevo 25 años en el negocio y he hecho todo tipo de papeles. Ha sido un viaje duro para abrirme camino y para que la gente entienda que alguien como yo, latina y mujer, es capaz de una cinta como ésta, generalmente reservada a hombres y blancos. Soy consciente de que ya no tengo 25 años [tiene 54]. Y también sé que para sacar adelante una producción como ésta te tienes que enfrentar a asuntos como la discriminación por edad, el racismo y el sexismo», dice. Y continúa: «Creo que una película así sería imposible cuando empecé en la profesión».
-No hace mucho su colega Eva Longoria se lamentaba de que los personajes latinos solo aparecen caracterizados en las películas como narcos o villanos...
-Hemos mejorado. Y por eso una de mis principales luchas es que los latinos nos mantengamos unidos. Es muy común ver cómo nos criticamos unos a otros. Especialmente cuando alguno tiene éxito. Y no. Siempre que alguien de los nuestros triunfa hay que estar con él, porque eso significa que el cine también contará nuestras historias. En mi caso, la diversidad es una prioridad. Y siempre encontrarás latinos y mujeres trabajando conmigo. A medida que tengamos más éxito, tendremos más poder y eso hará que haya más oportunidades.
Jennifer Lopez dice sentirse orgullosa de que cada vez haya más cantantes dueñas de sus carreras, que haya más gente como ella. Habla de Taylor Swift y afirma sentirse feliz por ver «a tantas bellas mujeres triunfando». Lo dice y en su declaración brilla, queriéndolo o no, la certeza de que ella llegó antes. De que ella, mujer y latina, fue la que abrió camino. «No siento una responsabilidad especial por haber sido una pionera. La única responsabilidad que admito es haber intentado siempre hacer las cosas lo mejor posible. Si luego hay otras personas que se fijan en ti y te quieren tomar como ejemplo, es muy halagador, pero no haces las cosas que haces para ser alabada. Eso viene después. Insisto, mi único propósito en la vida es trabajar duro, hacer las cosas lo mejor posible y ayudar en todo lo que esté en mi mano a cualquiera que necesite una oportunidad».
Jennifer Lopez es, ya se ha dicho, actriz, cantante, bailarina, productora... Sin límites.