David Johansen, el enjuto cantante de voz grave y último miembro superviviente de la banda glam y protopunk New York Dolls, que más tarde actuó como su extravagante y pomposo alter ego Buster Poindexter, ha muerto.
Johansen falleció este viernes a los 75 años en su casa de Nueva York, según informa Rolling Stone citando a un portavoz de la familia. Los New York Dolls fueron los precursores del punk y su estilo -pelo alborotado, ropa femenina y mucho maquillaje- inspiró el movimiento glam que se instaló en el heavy metal una década más tarde en grupos como Faster Pussycat y Mötley Crue.
"Cuando eres artista, lo principal que quieres hacer es inspirar a la gente, así que si lo consigues, es muy gratificante", declaró Johansen a The Knoxville News-Sentinel en 2011. La revista Rolling Stone llamó en su día a los Dolls "las niñas mutantes de la era del hidrógeno" y Vogue los calificó de "niñas mimadas del estilo del centro de la ciudad, rudas arregladas con boas y tacones".
"Los New York Dolls eran más que músicos: eran un fenómeno. Se inspiraron en el viejo rock and roll, el blues de las grandes ciudades, las melodías de los espectáculos, los Rolling Stones y los grupos de chicas, y eso sólo fue el inicio", escribió Bill Bentley en el libro Smithsonian Rock and Roll: Live and Unseen.
El grupo nunca alcanzó el éxito comercial y se vio desgarrado por luchas internas y adicciones a las drogas, por lo que se disolvió tras dos álbumes. En 2004, Morrissey, antiguo líder de los Smiths y admirador de los Dolls, convenció a Johansen y a los demás miembros supervivientes para que se reagruparan en el Meltdown Festival de Inglaterra, lo que dio lugar a tres álbumes de estudio más.
Johansen también apareció en películas como Candy Mountain, Let It Ride y Married to the Mob y tuvo un memorable papel en la película de Bill Murray Los fantasmas atacan al jefe.