TOROS
Cantera

El torero revelación del que todo el mundo habla: ¿Quién es El Mene?

El joven novillero de Zaragoza, pero hecho en Salamanca, ha conquistado tres certámenes de los que propician escaparate con apenas 10 tardes: "Busco la pureza, y si buscas eso, da igual de dónde seas". El domingo torea la final de la Liga Nacional

El Mene
El MeneFTL
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Su nombre se empezó a filtrar en las conversaciones de taberna, en las redes sociales, que es la gran taberna 3.0. Los vídeos corrían de boca en boca, su colocación, el modo de volar el capote, esa mano izquierda, su clasicismo en definitiva. Lo hace y lo dice muy bien, el toreo. De la noche a la mañana, nadie sabía quién era El Mene pero todos hablaban de él. De pronto, ganó tres certámenes, de los que propician escaparate y altavoz: El Alfafero, de Villaseca de la Sagra, La Vid de Oro, de Arganda del Rey; el Circuito de la Fundación Toro de Lidia (FTL), de Castilla y León. La cosa es que El Mene había debutado con picadores en Ciudad Rodrigo, en febrero; la historia es que apenas suma 10 novilladas -el domingo se anotará la décima en la final de la Liga Nacional de Novilladas de la FTL-; lo cierto es que todos mentamos a El Mene, la revelación.

Viene de la Escuela de Salamanca, pero nació en Zaragoza hace 20 años. No se llama El Mene, claro, sino Iker Fernández. Lo de El Mene es apodo de dinastía. Su abuelo se anunciaba así de novillero, y su padre, también. Y él pues qué iba a hacer, mamándolo desde niño. El apodo, y el toreo también. "A los 12 años empecé a investigar. Desde niño, como dice, lo he mamado. Dejé Zaragoza y me fui a Salamanca, a la Escuela de Tauromaquia, que es mi pilar".

Derechazo de El Mene
Derechazo de El MeneFTL

Los vídeos transmiten un aire especial, no precisamente de Zaragoza, ni tampoco de Salamanca. Un poco lo que le pasa a Aarón Palacio, también aragonés en origen. "Busco la pureza, esa verdad. Y si buscas eso, da igual de dónde seas". Dice que su espejo es Manolete -"la personalidad que tenía"-, que comparte con el Califa sin Trono la dificultad de sonreír -"me dicen que no me río ni con un chiste"-, pero bebe en otras fuentes: José María Manzanares padre y Julio Robles. Y se mira en Juan Ortega.

A través de las imágenes, las cosas que se le ven, y las que se intuyen, maravillan. Son de una madurez impropia para alguien que ha toreado 9 tardes. "Es que toreé mucho sin caballos", argumenta. El sábado le espera la Final de la Liga Nacional de Novilladas en Sanlúcar. "Sería la guinda", apostilla como despedida. La gane o no, todos seguiremos hablando de El Mene. En el fondo, ya somos todos un poco partidarios suyos.