MACROECONOMÍA
¡No doy crédito!

Europa, lo justo y lo verde

Europa, lo justo y lo verde
Lucía Martín
PREMIUM
Actualizado

La audición o hearing de Teresa Ribera en su accidentado intento por convertirse en comisaria dejó un esbozo de lo que Ursula von der Leyen quiere que sea el eje de su segundo mandato como principal líder europea. Los apellidos de la cartera que le asignó preliminarmente a la ministra española son vicepresidenta ejecutiva "para una Transición Limpia, Justa y Competitiva" y comisaria de Competencia y Transición Verde. En el hearing fallido del martes dio la sensación en todo momento de que lo justo y lo competitivo van a tener más importancia que lo verde, aunque sea porque esto último, como el valor en la mili, se da por supuesto.
La dirigente socialista atribuyó en su discurso "la transición justa" a su compromiso de erradicar del continente la pobreza energética, una métrica en la que España bate récords con ella de vicepresidenta. Sin embargo, se trata de otro tipo de justicia. No sabemos si Europa puede permitirse que el cumplimiento de los objetivos "net zero" penalicen a su industria. Pero es seguro que la Comisión no tiene ese margen. La agresividad proteccionista de Estados Unidos, la competencia de China y la debilidad del tejido productivo europeo hacen que la misión -"la descarbonización debe ir de la mano de la competitividad"- hoy sea sencillamente una necesidad. O logran ese equilibrio o les echan.
La belicosidad de los populismos de ultraderecha contra todo lo que tiene que ver con el cambio climático dejó para los anales de la sesión comentarios negacionistas marcianos. "Dejen de acosar al CO2", llegó a bramar una eurodiputada de Alternativa por Alemania, cuyo ideario deja al de Vox en el centro izquierda.
Ribera se declaró partidaria de la "libre restauración de la naturaleza" al final de sus casi tres horas de interrogatorio por parte de los eurodiputados. Pero esa expresión propia de su retórica más dogmática, fue una excepción en un discurso plagado de referencias conciliadoras hacia la industria, sobre todo, a la automovilística.
En todo caso, la parte del león debería ser la cartera de Competencia, que es nuclear dentro de la política europea. Von der Leyen dejó claro en su mission letter que la órbita de comisariados que asigna a Ribera tienen que simplificar al mínimo la burocracia, poner en orden las ayudas de estado y permitir que algunas empresas ganen escala mientras los precios no suban -competición "vibrante", lo llaman, así como proteger a las pymes de las "adquisiciones asesinas" por parte de los fondos extranjeros. Y ya, si tiene tiempo, que se enfrente a Google.