MACROECONOMÍA
Agricultura

La imposible jubilación del parque de los tractores con más de 40 años: "Cuestan como una casa"

Un tercio del total de estas máquinas agrícolas en España supera los 40 años de antigüedad

Agricultor José María Masa (centro), junto a a sus dos hijos, llevan uno de sus viejos cuatro tractores que tienen para la producción agrícola en Miajadas (Cáceres).
Agricultor José María Masa (centro), junto a a sus dos hijos, llevan uno de sus viejos cuatro tractores que tienen para la producción agrícola en Miajadas (Cáceres).David Vigario
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Con la mirada hacia la jubilación ya cerca en su horizonte vital tras toda una vida subido a un tractor, José María Masa (63 años) maneja aún sus cosechas de cereal de invierno, tomatas y patatas en sus aproximadamente 200 hectáreas ubicadas en Miajadas (Cáceres), una de las mejores zonas productivas de Extremadura.

De generación en generación, ha seguido la tradición familiar que se remonta en los inicios como labrador de su abuelo a comienzos del siglo pasado y pese a sus deseos ("por lo mal que está el campo"), sus dos hijos varones también su senda agraria. Alfonso (33) y José María (38) estudiaron ADE (Grado de Administración y Dirección de Empresa) e ITA (Ingeniero Técnico Agrícola), pero han regresado al campo: "Es lo que nos gusta". Entre los tres ("somos autónomos y no nos da para contratar a nadie más") sacan adelante el trabajo con la ayuda imprescindible de cuatro tractores, a los que cuidan como si fueran uno más de familia. De hecho, tienen tanto tiempo de vida como los dos vástagos.

Hasta 39 largos años tiene el Ford 7610, capaz de transportar 3.500 kg y lo más curioso de todo es que sigue pasando la ITV. Lo certifican las pegatinas adosadas al cristal que lo certifican. Funciona, pero con muchos problemas y ya es más una reliquia, más digna de estar alojada en un museo... o en un desguace, al que se resisten a llevarla.

Conscientes del problema, la familia Masa adquirió su último tractor para renovar la flota hace 4 años (New Holland T7 215S), con un motor que cumple con la Fase 4B de la normativa de emisiones. "Nos costó unos 50.000 euros, pero hoy estará por el doble", se queja José María (hijo).

"Desde la pandemia, los precios se han vuelto locos y la falta de rentabilidad del campo, que ya era difícil antes, ahora es imposible", lamenta. Los otros dos tractores tienen 22 y 17 años de antigüedad, respectivamente. De forma periódica se ven obligados a visitar, como si de un oasis se tratara, el taller 'Agrimotor Miajadas', el único que queda especializado en tractores en la zona. No es un caso aislado, al contrario. "Los tractores nuevos valen igual que una casa y nosotros, a nuestra edad, todavía vivimos con nuestros padres, no tenemos vivienda propia", se lamentan al unísono Alfonso y José María.

Un reciente informe del Ministerio de Agricultura destaca que un tercio del total de los tractores (unas 900.000 unidades) que están en alta en España en el Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA) superan los 40 años de antigüedad. Y un 40% tiene entre 20 y 40 años. El envejecimiento es asombroso. "Cuanto más vieja es la maquinaria, menores prestaciones de rendimiento y eficiencia energética tiene en sus tareas, además de los problemas que se pueden acarrear en su mantenimiento y de seguridad para el agricultor", advierte Luis Cortés, coordinador nacional de Unión de Uniones.

La vida útil de un tractor depende de su uso, de tal forma que si este es intensivo puede oscilar entre los 10 y 15 años, aunque con un uso más moderado se puede alargar hasta los 20-25 años. Comunidades autónomas como Asturias, Galicia y Madrid son las que mantienen un parque más envejecido con un 80% o más de tractores por encima de los 20 años. La excepción la marcan las máquinas automotrices de recolección, con la mayoría por debajo de los 20 años.

AL TALLER

Así las cosas, el taller de Miajadas -que tiene como socios propietarios a Francisco Javier Gil y José Carlos Moreno- y abrió sus puertas en 2004- es un continuo vaivén de movimientos de entrada y salida de tractores. El negocio no para de crecer. En una gran nave en el polígono industrial de la localidad trabajan en la actualidad 10 mecánicos y tienen dificultades para encontrar mano de obra especializada en maquinaria agrícola y electromecánica. "No todo el mundo se quiere dedicar a esto", explica Francisco Javier. Atienden una media de 40 tractores a la semana. "El problema es que muchos agricultores, porque no tienen disponibilidad económica, compran tractores de segunda mano, muchos procedentes de otros países que ya tienen sus años, al final se resienten y se pueden romper por todos los sitios", advierte. El motor, la caja de cambios, el sistema hidráulico, problemas electrónicos... "Fallan por todos lados".

El responsable del taller tiene cifrado en su hoja de cuadrantes la media del tiempo de trabajo con cada unidad que cruza sus puertas para volver a tenerlos listos: "Entre 50 y 60 horas con cada uno de ellos no te las quita nadie porque son máquinas muy laboriosas y con mucho peso".

Mejorar las ayudas del plan Renove (el último decreto está fijado en un presupuesto total de 9,5 millones de euros para el total de máquina agrícolas, no sólo los tractores) y a las inversiones agrarias por parte del Ministerio de Agricultura, simplificar los trámites administrativos y otorgar prioridad para los agricultores profesionales contribuiría, según Unión de Uniones, a mejorar la situación actual.

Sin embargo, Alfonso y José María aclaran que ellos nunca han pedido una subvención para el cambio de máquina. "No nos merece la pena". En primer lugar, indican, por la excesiva y muchas veces incomprensible burocracia a la hora de la solicitud, como de tantas otras cuestiones en el campo, les desincentiva a ello. También el "retraso" con el que recibirían las ayudas, también escasa, para afrontar una inversión a la que "por muchas vueltas que le damos, no llegamos".

Por eso, y como tantos otros agricultores, y no digamos los jóvenes, acuden a una maquinaria ya usada: "Deberían de darles las ayudas a las marcas que fabrican los tractores y luego que ellas tuvieran la oportunidad de reducir los precios de venta a los agricultores, eso sí funcionaría", apunta Alfonso, que también se queja por el gran número de tasas a pagar al adquirir un vehículo agrícola, implementada, por ejemplo, según el número de caballos del tractor. "Nos cobran por todos lados", se lamentan a las puertas del taller mientras preguntan al dueño que cuánto tiempo les queda para la puesta a punto de su última y vieja joya de museo. La experiencia, en todos los casos, y menos en los tractores, no es un grado...