Ingredientes necesarios: Una Celebridad (influencer) a tiempo completo con al menos 500.000 seguidores, brotes nuevos de cuentas bancarias en Islas Caimán, un momentum de mercado atractivo entero y en su punto, de 5 a 10 inversores extranjeros no regulados y con capital flexible dispuestos a actuar de promotores, aderezo final de al menos 30 minutos del ragtime The Entertainer en la película El Golpe (The Sting, 1973, versión de Marvin Hamlisch y protagonizada por Paul Newman y Robert Redford).
Paso Uno - El montaje. Agítese la celebridad (en este caso Hailey Welch) durante al menos seis meses en las redes sociales construyendo una imagen de buena persona a base de humor y personalidad atractiva hasta alcanzar un hervor mínimo de 500.000 seguidores, si es posible algo fanatizados, no crudos y, preferentemente, entre el segmento de 20 a 35 años.
Paso dos - El anzuelo. Consígase un nombre absurdo para un token de criptomoneda, por ejemplo, HAWKTUAH que provoque reacciones inmediatas tanto de "¿estás de broma?" como también de "¿y por qué no? Suena bien". Cóbrese dos millones de dólares en comisiones a los inversores por la suscripción, aunque el coste de lanzamiento sea inmaterial. Centralícese el 97% del suministro de HAWKTUAH en un grupo de billeteras que interactúan entre sí, encubriendo así el riesgo centralizado, pero evítese el comunicarlo. Una centralización tan alta significa que el riesgo de una venta coordinada es tan probable que es casi una pérdida garantizada para los minoristas y un beneficio asegurado para los promotores.
Júntese en la cazuela en partes iguales a la personalidad viral con los vendedores internacionales para promover el token como un "meme-coin", sazonado con promesas de grandes rentabilidades, como oportunidad para apoyar a la plataforma Hailey Welch y beneficiarse financieramente.
Paso tres - La trama. Organizar una preventa en redes sociales dirigida de forma exclusiva a determinados inversores para generar imagen de exclusividad y crear ansiedad por comprar el token. Prometer retornos constantes de hasta un 30% mensual acompañados de gráficos ficticios, informes financieros inflados y testimonios fabricados de clientes satisfechos. Dejar que la percepción de valor se cueza a fuego lento en la salsa de publicidad exagerada en redes y disponibilidad limitada. Importante no olvidar el manifestar públicamente que no está permitida la venta por un año del token de los inversores preventa y llamarlo "asignación estratégica", aunque en realidad el periodo de bloqueo sea... cero. Implementar una estructura piramidal donde inversores existentes reciban bonificaciones al traer nuevos participantes, pagado obviamente con el dinero de los nuevos entrantes.
Paso cuatro - El golpe. Hacer trabajar a tiempo completo a los bots que compran a los precios más bajos para subir instantáneamente el precio a medida que los inversores minoristas van comprando. A las primeras burbujas y una vez que el token alcance una capitalización de mercado de 500 millones de dólares, los bots y los inversores de preventa se desharán de sus tokens de manera instantánea, desplomando el precio un 95% y dejando a los inversores minoristas con una moneda sin valor y perdiendo todo su dinero.
Importante el permitir, en contra de lo anunciado, que los bots y los inversores de la preventa inicialmente vendan todos sus tokens de forma coordinada e inmediata, generando beneficios extraordinarios. Ante el previsible descontento de la mayoría inversora que acuse a la personalidad viral de estafa, negar cualquier conexión con los vendedores y echarles la culpa.
Conclusión. La estafa de HAWKTUAH es un ejemplo clásico de cómo los esquemas Ponzi pueden prosperar en un entorno de codicia, falta de regulación y deseo de ganancias rápidas. ¡Siempre sucede lo mismo!, nada ha cambiado desde 1936, en el apogeo de la Gran Depresión que inspira la película El Golpe. Todos piensan que están entrando temprano, evitan hacer cualquier investigación/diligencia debida, se vuelven codiciosos e imprudentes ya que no se admite ninguna probabilidad de sorpresa negativa. Lo más "divertido" es que HAWKTUAH todavía tiene un market cap de 8,5 millones de dólares, cuando hay empresas de biotecnología en etapas tempranas trabajando en descubrimientos importantes para la humanidad que valen menos. Nada que nos deba sorprender, en cualquier caso, otra cripto llamada FARTCOIN tiene una valoración de 1,220 millones de dólares, mientras que DOGECOIN ha alcanzado una capitalización de 57.000 millones de dólares y se ha creado una organización en el gobierno americano con su nombre.
Al igual que una receta mal preparada, las consecuencias fueron desastrosas tanto para las víctimas como para la reputación del mercado financiero. La lección más importante de este caso es la necesidad de estar informado y actuar con precaución. Antes de invertir, es esencial realizar una investigación exhaustiva, consultar a expertos y desconfiar de las promesas que parecen demasiado buenas para ser verdad.
*Manuel Mendívil es CIO Gestión de Activos de Arcano Partners.