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Una quincena de monjas clarisas, las confiteras deseadas por los mejores chefs de España, han decidido abandonar la Iglesia Católica y ponerse a las órdenes del autodenominado obispo Pablo de Rojas. Sor Isabel de la Trinidad, la madre superiora de las 16 religiosas que residen en los conventos de Belorado (Burgos) y de Orduña (Vizcaya), ha anunciado la ruptura de las monjas con la Iglesia Católica para sumarse a la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, un minúsculo grupo de presuntos religiosos con presencia en Bilbao y Palencia que no reconocen a los papas que sucedieron a Pío XII fallecido en 1958.
Las 16 monjas clarisas se arriesgan a un proceso de excomunión en la rebelión que han emprendido al declararse fuera de la Iglesia Católica y al no reconocer la autoridad del papa Francisco. Las eclesiásticas han participado esta tarde en una ceremonia religiosa protagonizada por uno de los seguidores de Pablo de Rojas en el convento de Belorado.
La ceremonia constituye el último episodio de un culebrón protagonizado por este grupo de clarisas de enorme fama por la exquisitez de sus dulces. Las religiosas cuentan con un obrador de pastelería en Belorado que además de la elaboración de todo tipo de dulces es el proveedor para los grandes cocineros españoles. Las monjas fueron 'descubiertas' por Pedro Subijana y su especialidad son las trufas. La calidad de sus chocolates les llevó incluso a participar en Madrid Fusion en 2016 y dos de las reposteras con hábitos se codearon con los grandes reposteros españoles rompiendo su regla de clausura.
Empujadas por la fama de sus recetas cuentan con el libro Las recetas de los postres y dulces del convento (Now Books) escrito por la clarisa Myryam de Nazaret que definió este libro de cocina como "un viaje por la geografía de nuestro país sin salir de clausura".
La ruptura de las clarisas de Belorado y de Orduña con la Iglesia Católica ha revolucionado a las diócesis de Burgos, Vitoria y Bilbao. La mayoría de las monjas residen en el convento de Belorado pero cuentan también con otro establecimiento en Orduña (Vizcaya) pero que depende de la diócesis de Álava.
La versión de la abadesa para romper con la Iglesia Católica tiene poco de religiosa para enmarcarse en una extraña operación inmobiliaria. Sor Isabel de la Trinidad habría pedido permiso a las diócesis de Burgos y de Vitoria para vender el convento de Belorado a un misterioso comprador por 1,6 millones de euros. El edificio ocupado por el grupo de Sor Isabel pertenece a la misma congregación de monjas pero ubicadas en Vitoria -que siguen siendo fieles a Roma- pero lo utilizaba sin abonar cantidades previamente pactadas.
En la jerarquía de la Iglesia de estas provincias se da por hecho que ha sido el autodenominado obispo Pablo de Rojas quien ha tentado a Sor Isabel prometiéndole su continuidad al frente de este grupo de monjas en las que, junto a cinco mujeres mayores, también hay religiosas de entre 30 y 50 años de edad; "jóvenes" según fuentes cercanas a esta congregación. La abadesa concluía su mandato el 28 de mayo y De Rojas (nacido en Jaén pero criado en Bilbao) procede de una familia acaudalada y cuenta con apoyo económico de algunos fieles adinerados.
De Rojas reside en la actualidad en Palencia y ha llegado a tener una capilla en un hotel vizcaíno. Fue nombrado obispo por el vietnamita Pierre Martin Ngo Dinh Thuc también vinculado a la Iglesia Cristina Palmariana fundada por Clemente Domínguez y Gómez en 1978 en El Palmar de Troya (España).
La rebelión de las monjas de las trufas ha obligado al obispo de Burgos Mario Iceta a comparecer ante los medios para advertir de que serán excomulgadas si siguen adelante. Iceta duda de que todas las clarisas estén de acuerdo con la deriva de su abadesa e intenta reconducir este culebrón que le afecta especialmente. Iceta fue quien en julio de 2019 expulsó de la Iglesia Católica a Pablo de Rojas. "Vengo a decretar y decreto que el Sr. D. Pablo de Rojas ha incurrido en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica", sentenció Iceta cuando aún era obispo de Bilbao y De Rojas se presentaba como su 'rival' hecho consagrar por los 'cismáticos' Daniel L. Dolanel y monseñor Williamson.