ESPAÑA
Política

PP y PSOE ven abiertas las europeas y se lanzan a un choque ideológico total: "La movilización decantará el 9-J"

Génova se conforma con vencer y Ferraz ve posible remontar. Feijóo se centrará en Cataluña y Sánchez, en la ultraderecha

Pedro Sánchez, este sábado, en Barcelona.
Pedro Sánchez, este sábado, en Barcelona.EFE
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A tres semanas de las elecciones europeas, el PP y el PSOE tienen un mismo objetivo: activar al máximo la movilización. Para ello se van a lanzar a una batalla ideológica de primer nivel. Tanto en el ámbito nacional como comunitario. En plena resaca de las elecciones catalanas -aún con la gobernabilidad por discernir pero con el PSC en la pole- y con la aprobación de la Ley de Amnistía a la vuelta de la esquina, el 30 de mayo, los dos principales partidos españoles enfilan el choque de cuernas del 9 de junio con todas sus fuerzas. Como si fueran unas elecciones generales bis.

El PP intensificará su estrategia de oposición total desde las calles y el PSOE intentará activar al electorado progresista contra la amenaza de la ultraderecha eurófoba. Tanto Alberto Núñez Feijóo como Pedro Sánchez hacen un llamamiento a la máxima movilización de sus bases. «La participación decantará las elecciones», resumen en el PP. En Ferraz la lupa está puesta en espolear a ese medio millón de votantes habituales suyos que suele quedarse en casa en los comicios comunitarios.

Las elecciones europeas suelen ser las de menor participación. En 2019 votó el 60% de los electores, seis puntos y medio menos que en las generales. Y eso que fue una cifra muy superior a las tres citas anteriores con las urnas europeas, en las que el porcentaje de voto rondó el 45%.

Conscientes de que el voto europeo es más perezoso, los populares han activado ya toda su maquinaria territorial para el plebiscito sobre Sánchez. Feijóo ha ordenado a todos sus alcaldes y concejales convertirse en «agentes electorales» y ha puesto a los barones a competir entre sí para ver qué comunidad autónoma tiene mejor resultado tanto en votos como en participación. De hecho, el PP ha convertido a los barones de gobierno en candidatos tácitos, ya que los ha incluido en la carta que está enviando a todos los electores, junto a la cabeza de lista popular, Dolors Montserrat, y al propio Feijóo, que también se presenta a las elecciones y, por tanto, se responsabiliza de antemano del resultado. Con ganar por tercera vez consecutiva unos comicios en todo el territorio nacional -antes quedó el primero en las municipales y en las generales-, Feijóo se conforma.

Alberto Núñez Feijóo, en Cieza (Murcia).
Alberto Núñez Feijóo, en Cieza (Murcia).Tarek / PP

Mientras, los socialistas fían su remontada demoscópica al tirón de Sánchez, Zapatero y la propia cabeza de lista, Teresa Ribera. En Ferraz y Moncloa se ven con inercia suficiente para recortar toda la ventaja: «La amnistía ya no tiene desgaste para nosotros, el objetivo es ganar». Igual que Feijóo, Sánchez acapara para sí el rol de candidato y centro de toda la campaña electoral.

Por eso ambos partidos van a forzar al máximo la confrontación ideológica. Los populares atacarán al PSOE con la vista puesta en priorizar el campo al «dogmatismo climático», en las políticas de seguridad y en los casos de presunta corrupción que apelan a los socialistas. Y, sobre todo, por el flanco catalán, invocando la «desigualdad de trato» con respecto al resto de CCAA y apelando a la «inconstitucionalidad palmaria» de la amnistía. El PP se manifestará el día 26 en la madrileña Puerta de Alcalá.

«La derecha ha claudicado al discurso de la ultraderecha»

Pedro Sánchez

El eje de la «bilateralidad con Cataluña» creen en Génova que es el que mejor funcionará, a pesar de ser unas elecciones europeas. Paradójicamente, la expectativa de una financiación autonómica «a medida de Cataluña» puede «empujar» a decenas de miles de abstencionistas a las urnas europeas, razonan. «El agravio comparativo respecto a Cataluña activará claramente el voto en otras comunidades autónomas, pero tenemos que incentivarlo nosotros para que se movilice», explican fuentes de Génova.

Ventaja del PP

Las encuestas dan al PP una notable ventaja en las elecciones europeas del 9 de junio, pero en los cuarteles generales de Génova, con Esteban González Pons como director de campaña, no se confían. Menos aún, después de la inercia alcista de los socialistas en Cataluña.

El último sondeo de Sigma Dos para este diario pronostica un 35,7% de votos para los populares. Es decir, 15,5 puntos más que en 2019, y 23 escaños (11 más). Frente a ellos, los socialistas aglutinarían el 28,9% de los votos, cuatro puntos menos que en los anteriores comicios europeos, y 19 escaños, uno menos que entonces.

Pero el PP cree que esa diferencia se puede estrechar tras las elecciones catalanas, que se han saldado con una victoria clara de Salvador Illa. «El PSOE tiene capacidad de no bajar demasiado a costa de acaparar lo que pierdan ERC y por Podemos y Sumar el 9-J», explican fuentes de Génova. Por eso el PP va a apelar más que nunca al ensanche de su partido por el centro, porque cree que la amnistía amalgama contra Sánchez a muchísimos socialdemócratas templados.

Pero el regreso al primer plano de la amnistía no inquieta al Gobierno y al PSOE. Cuenta un ministro que, si bien estos meses han sido un desgaste y un «sufrimiento» -como definió estos últimos meses Pedro Sánchez ante los suyos-, fue peor lo que vivieron con la llamada Ley del sólo sí es sí, porque «ahí sí en la calle o al ir a mítines nos decían de todo». «El PSOE y el presidente asumimos con valentía esa medida hace meses. Desde entonces, la derecha y la ultraderecha iniciaron una campaña de violencia política, tanto verbal como física», señalan fuentes socialistas. Censuran en Ferraz que para el PP la amnistía «no haya tenido peso» en las catalanas, pero ahora sí. «No sabemos si están de acuerdo y sólo lo usan para crispar o si no están de acuerdo, pero en campaña lo esconden para ganar votos. No sabemos qué es peor».

Ministros y cargos del PSOE consultados por este diario exponen que el resultado de las últimas elecciones no es tanto haberse «quitado una mochila», que también, sino el refrendo a que «vamos por el buen camino» y que estos meses han valido la pena «porque es un proyecto ilusionante». «El resultado de las elecciones catalanas ha demostrado la eficacia de las medidas de convivencia, reconciliación y diálogo. Teníamos razón. Esperamos que la ciudadanía española también lo premie», trasladan a este diario desde la cúpula socialista.

«La amnistía ya no tiene desgaste para nosotros. Si teníamos que pagar algo ya lo hemos pagado. No nos desplomamos en las encuestas», expone un ministro, apelando a que mantienen un porcentaje de voto alto, en el entorno de lo que sacaron en el 23-J. «La genta ya da por descontada la amnistía», señala otro miembro del Consejo de Ministros. «Estamos como con los indultos. La gente se da cuenta de que no pasa nada», añade un tercer ministro.

«Pedro Sánchez y Carles Puigdemont juegan al póquer con España»

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Frente al plebiscito que trata de plantear el PP, los socialistas retoman un discurso muy ideológico, similar al de las generales, presentando la cita como una decisión entre una coalición progresista o un Ejecutivo con la ultraderecha de la mano de Feijóo. Sánchez y Ribera, la candidata del PSOE, ya presentan desde hace días en el mismo pack al PP y Vox, sin distinción. El eje o ellos o nosotros, poniendo el énfasis en el «retroceso» que supondría, dicen, que gane la derecha. «Para nosotros, las elecciones europeas son importantísimas por todo lo que nos jugamos, que no es menos que parar el preocupante avance de una extrema derecha que quiere implosionar la Unión desde dentro». De hecho, en Moncloa creen que «el voto contra el avance de la ultraderecha en Europa tirará de la movilización».

Optimismo en el PSOE

Los socialistas llegan al 9-J con moral alta y optimismo. Tras el golpe que supusieron las gallegas, creen que el País Vasco y Cataluña les han permitido reducir a dentelladas la distancia que podía separarlos del PP. Si hace meses la perspectiva podía ser minimizar daños, hace semanas se veía como buen resultado estar a una distancia de cinco puntos o menos de los populares. Ahora el impulso tras el 12-M les lleva a pensar que pueden disputar el partido de tú a tú. Que nada está escrito.

«El objetivo es ganar. Ni aguantar ni recortar distancias con el PP», dicen desde la sala de máquinas socialista. Las encuestas, en general, sitúan a día de hoy por delante al Partido Popular. Saben en Ferraz que el PP, como sucedió en Cataluña, «se comerá a Ciudadanos» y por eso ven esas papeletas como «claves para ganar las elecciones». «El punto de partida es claramente positivo. Y el refrendo en las urnas ha movilizado al partido», señalan fuentes gubernamentales.

En esa movilización también buscan aglutinar el voto de la izquierda, comerse en la medida de lo posible el nicho de Sumar, achicando su espacio y margen de maniobra. Aunque asumen que las europeas, al ser circunscripción única, «benefician a Yolanda Díaz».

No menos de 20 actos en campaña

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo van a tener un papel principal en la campaña europea. Tanto como si ellos mismos fueran los candidatos. Por eso el presidente del PP tendrá su caravana electoral propia, en paralelo a la de la cabeza de lista Dolors Montserrat. El líder del principal partido de la oposición recorrerá «todas las comunidades», con «no menos de 20 actos» y comenzando en Cataluña. «Vamos a peinar España de arriba a abajo», aseguran los 'populares', porque creen que si ganan le darán la puntilla al presidente.

Sánchez comenzará su 'tour' particular el jueves, primer día oficial del inicio de la campaña, y lo hará en la ciudad de Valencia.

A la espera del veredicto en las urnas, desde el equipo de Sánchez lanzan un mensaje: «Pase lo que pase, al día siguiente Feijóo no será presidente». Y añaden, tratando de quitarse presión y regateando que los comicios sean un plebiscito sobre Sánchez: «Si ellos no logran un gran resultado, el liderazgo de Feijóo, que nunca ha llegado a consolidarse, volverá a estar en duda». Es decir, tanto PSOE como PP creen que el 9-J puede tumbar al rival.