ESPAÑA
Política

La 'operación unidad' del PP tras pactar el CGPJ: aval de Ayuso desde Fráncfort, "contacto permanente con los barones" y el respaldo de Aznar

Cierre de filas total con Feijóo frente a la crítica de Vox: "Lo ha hecho bien"

Alberto Núñez Feijóo recibe el aplauso de los diputados del PP en la sesión de control al Gobierno.
Alberto Núñez Feijóo recibe el aplauso de los diputados del PP en la sesión de control al Gobierno.JAVIER BARBANCHO
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Como un bloque compacto, sin fisuras. Con sus diferentes sensibilidades, pero alineados en este momento: «Lo ha hecho bien». El cierre de filas en el Partido Popular con Alberto Núñez Feijóo tras pactar con el PSOE la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es ya la mayor muestra de respaldo interno que ha recibido desde que tomara las riendas del partido hace dos años. Un apoyo que refuerza orgánicamente a Feijóo y que sirve tanto para apuntalar su liderazgo como para horadar a sus rivales a izquierda y derecha de cara al valle que se abre en la legislatura.

Feijóo abrió el paraguas el martes y dijo estar preparado para «asumir los costes de la coherencia política» al atacar al Gobierno de Pedro Sánchez y pactar paralelamente con él el desbloqueo del CGPJ. Pero no ha habido tormenta. Los pesos pesados del PP, así como lo líderes territoriales, saludan y celebran la maniobra de Feijóo: el entorno de Isabel Díaz Ayuso tildó de «gran éxito» el acuerdo alcanzado en Bruselas, el andaluz Juanma Moreno lo definió como «positivo» e incluso Faes, la fundación dirigida por el ex presidente José María Aznar, alabó la jugada en un amplio comunicado. El propio Aznar se sumó a las felicitaciones: «Feijóo ha hecho lo que tenía que hacer. Lo ha hecho bien».

En Génova aseguran que el acuerdo no se tomó con intenciones «orgánicas», pero que se consensuó «constantemente» con las diferentes voces que componen el partido. Cuando el silencio de cara al público aún reinaba, por la mañana, Feijóo mantuvo contacto permanente con Esteban González Pons y otros miembros de su equipo desplazados a Bruselas, que ultimaban la negociación ya con la «sensación» de que el acuerdo «era mucho mejor a lo que cabía esperar», cuentan fuentes de la cúpula del partido. Por la tarde, cuando la renovación estaba ya completamente encaminada, el líder popular comunicó la situación a «todos» los integrantes del comité de dirección del PP y «habló con varios presidentes» autonómicos, entre ellos Ayuso, que estaba en un acto en Fráncfort y le trasladó su respaldo. Una vez oficializado el acuerdo entre Pons y Bolaños comenzó la cascada de felicitaciones, en público y en privado.

El resultado, en cualquier caso, sella el control de Feijóo sobre la formación y parapeta al PP frente a Vox y las posibles grietas que las fuertes críticas de Santiago Abascal pudiera abrir en el aparato popular. En Vox descartan que la «consumación de la traición» del PP con el CGPJ pueda romper las alianzas establecidas en el plano regional o municipal, pero el partido esgrimirá la «estafa» de Feijóo a los españoles como táctica de desgaste desde ya, algo a lo que el líder popular reaccionó elevando el tono contra Sánchez, al que ayer tildó como un «aventurero irresponsable» que incluso puede llegar a poner en jaque la salud democrática de España.

Decibelios para anular los decibelios procedentes desde su derecha. Ayer fue el propio Abascal el que acusó a Feijóo de «insultar a la inteligencia» de sus votantes, y la portavoz en el Congreso, Pepa Millán, insinuó que al PP «le conviene mantener» sus magistrados en el Poder Judicial. «Cuando alguien es engañado la primera vez, la culpa es del que engaña; pero si es engañado varias veces, la culpa empieza a ser suya», opinó para tratar de desmontar la ingenuidad del primer partido de la oposición.

«Sabíamos que habría críticas a un lado y a otro, pero hemos defendido férreamente lo mismo que hace dos años», defienden en la sala de máquinas del PP como prueba tanto para Sánchez como para Vox de la «coherencia» con la que Feijóo pilota la nave. «Es el Gobierno el que ha cambiado de postura», y es eso, y ningún otro motivo, lo que ha facilitado el desbloqueo del CGPJ tras más de 2.000 días navegando a la deriva y sin rumbo.

Es más, en Génova creen que Sánchez se ha sentido prácticamente obligado a ceder en esta cuestión por la «debilidad» a nivel europeo en la que se encuentra después de los resultados electorales del pasado 9 de junio, de firmar la amnistía y en plena investigación judicial a su entorno. Todo ello en vísperas de que la Unión Europea publique a principios de julio su informe sobre el estado de derecho.

Un contexto que, cuentan en el seno popular, «ha jugado a favor» del PP para rascar varios puntos del compromiso firmado. Eso sí, el clima favorable para este desbloqueo no abre por ahora más puertas de cara a la renovación de otros órganos, aunque en el PP dicen que «no hay problema en pactar temas concretos. El problema no es el quién, sino el qué».