- En vivo La dimisión de Errejón, en directo, la última hora
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Íñigo Errejón (Madrid, 1983) nació, políticamente hablando, el 17 de enero de 2014. Lo hizo de la mano de Pablo Iglesias, el que fuera su mentor, el primero de los que ha tenido. En pleno barrio de Lavapiés, el Teatro del Barrio fue testigo de cómo la "indignación ciudadana" se pretendía convertir en un "cambio político", y del espíritu 15-M nacía un proyecto que llevaba su firma. El primero de los tres en los que dejaría su sello hasta anunciar, este jueves, que ha llegado el final.
El Errejón reivindicativo nació en las calles. Comenzó en el activismo político en Colectivo 1984, una organización de Pozuelo que apuesta por "transformar la sociedad desde abajo y a la izquierda". Participó en las manifestaciones del 13 marzo de 2004 frente a la sede del Partido Popular y en movilizaciones del 'no a la guerra'. Iglesias dijo de Errejón que fue "referente de diferentes colectivos de los movimientos sociales madrileños vinculados a la desobediencia".
Licenciado en Ciencias Políticas por la Complutense, y doctor por la misma universidad, en el campus de Somosaguas (Madrid) surgió el germen de Podemos. Iglesias y Errejón se conocieron allí, "comiendo pan con azúcar", y el primero presumió de haber sido profesor del segundo, aunque solo fuera en una ocasión. De aquellas conversaciones salió una iniciativa que buscaba trasladar a los parlamentos el sentimiento de las calles.
Podemos sentó sus bases en enero de 2014, en un acto público en el que ya estaba Errejón. Y, apenas cuatro meses después, la formación morada dio la sorpresa al obtener más de 1,2 millones de votos y cinco escaños en las elecciones al Parlamento Europeo. Errejón fue el director de aquella campaña -financiada por un crowdfunding- que catapultó al partido a la primera línea política. Repitió cargo en los comicios andaluces de 2015 y en las autonómicas celebradas en mayo de ese año.
Pero, en medio, una polémica sacudió de lleno al recién aterrizado. Mientras ejercía como secretario Político de Podemos, Errejón estaba también ocupando una plaza de investigador en la Universidad de Málaga por la que cobraba 1.825 euros brutos mensuales. Sin embargo, lo hacía sin cumplir con las condiciones contractuales estipuladas, que le exigían dedicación a jornada completa. La Universidad suspendió cautelarmente de empleo y sueldo a Errejón, para impedir que percibiera esos fondos pagados por la Junta de Andalucía a través de una beca.
Polémicas aparte, su salto al escaño se produjo en diciembre de 2015, cuando figuró como número tres en la lista por Madrid. Con el acta de diputado en la mano, fue también nombrado portavoz de Podemos en el Congreso -cargo que repetiría en otras formaciones y que, hasta hoy, ejercía por Sumar-. Le duró poco aquel asiento, pues la imposibilidad de formar Gobierno llevó a unas nuevas elecciones en junio de 2016. Errejón volvió a concurrir como número tres por Madrid, aunque esta vez en la lista de Unidos Podemos, una coalición que despertó los primeros desencuentros con Iglesias.
Pronto llegó Vistalegre II. Y, con ello, la consumación del divorcio entre los fundadores de la formación morada. El segundo congreso del partido, celebrado en febrero de 2017, concluyó con un Iglesias reforzado y un Errejón que, pese a no haber presentado candidatura alternativa, fue relegado de la primera plana: cesado del cargo de portavoz parlamentario, en el que le sustituyó Irene Montero.
El runrún de crisis interna en la cúpula de Podemos se alargó casi dos años, hasta que en enero de 2019 Errejón materializó la ruptura con Iglesias. A cuatro meses de los comicios autonómicos, para los que era el candidato de Podemos, dejó la formación que había fundado para sumarse a Más Madrid, arrastrado por la entonces alcaldesa madrileña Manuela Carmena. Errejón vendió la escisión como una "invitación a abrir, incluir e innovar", pero Podemos pidió al diputado que dejara el acta.
Errejón encabezó las listas de Más Madrid para las elecciones autonómicas de la región celebradas en mayo de ese año. La división de las izquierdas dificultó que lograsen una mayoría, y aupó a Isabel Díaz Ayuso como presidenta. Pero Errejón no desistió y, pasado el verano y ante la repetición electoral que se avecinaba a nivel nacional, decidió volver a dar el salto al Congreso. Esta vez, como líder de Más País.
El proyecto con su firma obtuvo en noviembre de 2019 tres escaños en la Cámara Baja -uno de ellos, en unión con Compromís-. Tres votos que se sumaron a los del PSOE y Unidas Podemos para dar luz verde al primer gobierno de coalición en España e investir presidente a Pedro Sánchez. Como heredera de Más Madrid quedó Mónica García, hoy ministra de Sanidad, que mejoró los resultados de la formación en los siguientes comicios autonómicos.
Tras una legislatura en la que permaneció relegado a un segundo plano, con un asiento en el hemiciclo poco destacado y sin capacidad de influir en la toma de decisiones, Errejón realizó un nuevo movimiento para volver al epicentro mediático. La formación que lideraba, Más País, se integró en la coalición electoral Sumar de cara a las elecciones generales del 23 de julio de 2023, y fue así como el ex de Podemos volvió a compartir listas con los miembros de su antiguo partido -las izquierdas se unieron ante la amenaza de un Gobierno del PP con Vox-.
La reconciliación duró poco, pues el partido de Ione Belarra se salió del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso en diciembre del año pasado, y dejó así vía libre a Errejón para ejercer como mano derecha de Yolanda Díaz. Nombrado portavoz en la Cámara Baja el pasado enero -después de que Marta Lois dejara el acta para concurrir a las elecciones gallegas-, el diputado vivía hasta hoy su resurrección política, abanderando las principales causas por las que Sumar quiere dar la batalla: vivienda y jornada laboral.
Y, estando en lo alto de la cresta, la caída ha sido en picado. Íñigo Errejón ha anunciado este jueves que abandona la política después de verse envuelto en acusaciones de violencia machista. Una decisión rotunda, para "contribuir a reparar errores", y que pone en entredicho la credibilidad del discurso del que Errejón ha hecho siempre bandera. Adiós a una de las figuras más mediáticas de la izquierda de la última década: al niño de Podemos y al escudero de Yolanda Díaz.