FORMACIÓN
POSGRADO

Cómo evitar ser el estudiante de cada cinco que deja el máster

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Los expertos recomiendan conocer qué carga lectiva supone el título, asegurarse de que la institución elegida cuenta con un buen convenio de práctias y, en primera opción, escoger la formación presencial.

Alumnos en la Universidad de Valencia.
Alumnos en la Universidad de Valencia. BIEL ALIÑO

Uno de cada cinco estudiantes que comienza un máster lo deja (22,1%), según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional. También hay otro grupo, aunque mucho menos numeroso, que lo abandona para cambiarse a otro título (3,6%).

Esto supone un desgaste de recursos, de tiempo y de expectativas que pueden minimizarse con algunas pautas para elegir bien o, al menos, lo mejor posible en función de las necesidades y expectativas del alumno que se matricula en un máster.

"Los que menos se abandonan son los habilitantes, como el de Formación del Profesorado para Secundaria, porque son imprescindibles para ejercer", explica Anna Vilaregut, coordinadora de Másters y profesora de Blanquerna-Universidad Ramon Llull. Para el resto, los que se cursan sobre todo para lograr una especialización, hace hincapié en la importancia de la orientación.

buenos convenios de prácticas

"Hay que informarse bien para saber si es lo que el alumno necesita. Recomiendo pedir, incluso, una entrevista con el coordinador, por si quedan dudas", añade. Se refiere Vilaregut, sobre todo, a la carga lectiva que supone el título, al sistema de evaluación y a las prácticas que incluye: "Es muy importante conocer los convenios con los que cuenta la institución, porque es el sello de identidad de un máster y la carta de presentación del alumno de cara al mercado laboral".

Juan Manuel de Lara, responsable del Departamento de Orientación Profesional del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), considera la calidad de las prácticas, incluso, más importantes que el prestigio y el precio de un máster: "La cercanía del programa al mundo real y a la profesión es fundamental a la hora de realizar la elección. Por eso deben ofrecer también lo último en metodología de aprendizaje", explica.

Además de buscar una especialización, es decir, profundizar sobre los contenidos del grado, muchos másters buscan complementar la formación previa, no profundizar en ella. Así, Álvaro Rico, director del CEU IAM Business School, cree necesario que los alumnos encuentren un equilibrio entre la pasión y la razón: "Hay carreras que no tienen salidas profesionales, aunque apasionen y el alumno sepa que es bueno en esa área. Por eso, conviene complementarlo con algo que sea tendencia en el mercado laboral".

huir de las modas

Pero matiza que no hay que escoger en función de una moda. "Cuando has terminado el título por seguir una burbuja, puede suceder que ya se haya quedado obsoleto o que existan demasiados perfiles formados en ello. Y ya es tarde", alerta.

Así, recomienda buscar asesoramiento para averiguar cuáles son las tendencias que hagan esos perfiles profesionales necesarios en el mercado laboral, pero en el momento preciso.

Rico insiste en la formación como una inversión a largo plazo: "Existen alumnos que abandonan un máster por una oferta de trabajo. Mi consejo es acabar la formación, a no ser que haya motivaciones personales que lo impidan. Que no se cruce en su camino una estrella fugaz", dice. Sostiene también que en las empresas priorizan a los candidatos firmes y estables en sus decisiones frente a los que empiezan un proyecto y no lo concluyen.

Aunque pone en valor la formación online, que hace compaginar en muchos casos el trabajo o lugar de residencia con un máster, prefiere la formación presencial: "El grupo apoya, refuerza y suple la falta de motivación que en un momento determinado puede tener un estudiante". Según datos del Ministerio, en las universidades no presenciales existe más abandono de títulos máster, con un 30,8%, frente al 20,8% de los que se imparten en universidades presenciales.

MENORES DE 30 AÑOS

Los expertos, además, señalan como valorable el prestigio de la institución que imparta el programa, porque aporta un plus de valor al máster. "La calidad del claustro es un aspecto capital a la hora de elegir y es importante ver el impacto que tienen por sus publicaciones, el renombre de que gozan en su área, etc.", explica De Lara, del IEB.

Muchos alumnos optan por estudiar un máster fuera de España, con lo que eso aporta en la adquisición de competencias. Rico amplía la importancia de que el programa contemple el desarrollo de las llamadas soft skills: "En España todavía se pone demasiado foco en el conocimiento, que es básico, pero caduca. Es necesario hacerlo más en otras competencias, como trabajar en equipo, el liderazgo, la gestión del estrés... Es un músculo que se entrena y los programas deben abordarlas".

De los títulos universitarios disponibles en el sistema español, los de máster son los más numerosos (grado: 2.854; máster: 3.540; doctorado: 1.120). En el curso 2017/2018, 205.000 estudiantes cursaban uno y 100.000 de ellos terminaron este posgrado y consiguieron su titulación.

El 75% de estos alumnos es menor de 30 años y la mayoría de los másters corresponden al área de Ciencias Sociales y Jurídicas (en torno a 1.500 títulos). A mucha distancia les siguen los de Ingeniería y Arquitectura (que son los que más se abandonan, con un 30%), Ciencias de la Salud, Artes y Humanidades y, por último, los de Ciencias.

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