Se llama Émile, tiene dos años y medio y desapareció sin dejar rastro el pasado sábado por la tarde mientras jugaba en el jardín de casa de sus abuelos, donde pasaba las vacaciones, en Le Vernet, un pueblo de Alpes de Alta Provenza, al sur del país. Un amplio dispositivo le busca desde entonces: medio centenar de gendarmes y 24 bomberos.
Centenares de vecinos y voluntarios del pueblo también participan en las labores de búsqueda. Ésta se produce en zonas escarpadas y montañosas. Se han desplegado perros, helicópteros y drones con cámaras térmicas. "Las 48 primeras horas son cruciales", ha dicho el fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon, en rueda de prensa el domingo.
"Un total de 800 personas se han turnado en los dos últimos días para intentar localizar al niño en un radio de cinco kilómetros a la redonda del lugar donde fue visto por última vez. En este momento aún no se le ha podido encontrar", ha dicho este lunes Marc Chappuis, el prefecto de Alpes de Alta Provenza.
"En 48 horas, se le debería haber encontrado si hubiera estado dentro del perímetro estimado. Las búsquedas deberían habernos permitido localizarlo", ha añadido.
Se ha abierto una investigación por "desaparición inquietante". En una primera comparecencia, el domingo, el fiscal Rémy Avon explicó lo poco que se sabe de su desaparición. Hay pocas pistas: lo vieron dos testigos bajando la calle. El pequeño estaba jugando en casa de sus abuelos, en una zona con casas adosadas, "como en una especie de plaza de pueblo". Ahí le pierden la pista.
Las personas que le vieron por última vez no consideraron inquietante la situación y por eso no alertaron a la policía y no se activó la alerta de desaparición de menores. "Ninguna hipótesis se descarta en estos momentos", ha indicado el fiscal de la zona. El pequeño se podría haber caído, haberse accidentado, pero tampoco se descarta, por tanto, que se lo hubiese llevado alguien.
Se ha abierto una línea telefónica para encontrar pistas, y ya se ha recibido medio centenar de llamadas. El fiscal ha añadido que el dispositivo se ajustará en función de las necesidades. En el momento de la desaparición, el pequeño llevaba puesta una camiseta amarilla y un pantalón blanco.
La investigación la dirige la sección de investigación de la gendarmería de Marsella, que se apoya en la brigada de investigación de la gendarmería de Digne-les-Bains.
Le Vernet es un pequeño pueblo de montaña, que se hizo tristemente conocido porque fue donde se estrelló en 2015 un avión de Germanwings con 150 pasajeros a bordo, la mayoría españoles y alemanes, que cubría el trayecto Barcelona-Düsserdorf. El alcalde entonces llegó a lamentar: "Hay más víctimas que habitantes en el pueblo".
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