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Asia

Nueva masacre rohingya: asesinados con drones mientras escapaban de la guerra en Birmania

Al menos 200 muertos entre las personas que tratan de huir a la vecina Bangladesh

Imagen de archivo de ciudadanos rohingya llegados a Bangladesh desde Birmania.
Imagen de archivo de ciudadanos rohingya llegados a Bangladesh desde Birmania.Getty
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Al campo de refugiados de Cox's Bazar, el más grande del mundo, ubicado en la costa oeste de Bangladesh, no paran de llegar desde la semana pasada rohingyas con heridas de bala y proyectiles de mortero. Casi la mitad son mujeres y niños que huían del fuego cruzado de Birmania, país desangrado por una guerra civil entre las guerrillas locales y el ejército que hace tres años dio un golpe de Estado.

"Escuché el sonido ensordecedor de los bombardeos y me tumbé en el suelo para protegerme. Aviones no tripulados comenzaron a disparar contra la multitud. Mi esposa embarazada y mi hija de dos años murieron en el ataque", relata Mohammed Eleyas, de 35 años, uno de los testigos que logró llegar hasta Bangladesh.

Médicos Sin Fronteras (MSF) está recogiendo en Cox's Bazar muchos testimonios de supervivientes que aseguran que varios drones atacaron el 5 de agosto en la ciudad de Maungdaw, en el estado birmano de Rakhine, a decenas de familias rohingya que se disponían a cruzar la frontera hacia el país vecino.

Varios vídeos publicados en redes sociales y que han sido verificados por Reuters muestran cadáveres de hombres, mujeres y niños esparcidos, junto a sus maletas y mochilas, a las afueras de Maungdaw. "Ha sido una matanza. Había muertos por todos lados y otras muchas personas se retorcían en el suelo de dolor por las heridas", relata otro de los supervivientes.

Algunas informaciones apuntan a más de 200 muertos. Los testigos que cruzaron a Bangladesh culpan del ataque al Ejército de Arakan (AA), una de las milicias que lucha contra el ejército birmano. Aunque este grupo armado ha negado su responsabilidad y señala directamente a la Junta militar gobernante.

"Estas muertes no ocurrieron en áreas bajo nuestro control y no están relacionadas con nuestra organización", aseguraban desde Arakan en un comunicado. "Los terroristas de AA dispararon contra municipios, distritos y aldeas en el estado de Rakhine utilizando armas pesadas y drones y torturaron a los aldeanos", señalaba por su parte el Gobierno birmano.

Minoría musulmana perseguida

Todavía ningún observador internacional ha podido verificar de forma independiente la autoría de esta nueva matanza contra una minoría musulmana de la que el mundo se olvidó tras los sucesos de 2017, cuando los militares birmanos, según las pruebas presentadas por los investigadores de la ONU, persiguieron, asesinaron, quemaron sus casas y expulsaron a más de 700.000 rohingyas de Rakhine.

Estos días aumentan los temores entre los observadores internacionales y trabajadores humanitarios por una posible nueva limpieza étnica contra la comunidad musulmana rohingya. "Lamento decir que estos informes sobre cientos de rohingyas asesinados en la frontera entre Bangladesh y Birmania son ciertos", publicó hace unos días en X Bob Rae, embajador de Canadá ante la ONU que trabajó como enviado especial a Birmania en representación del organismo internacional.

Imagen de archivo de un refugiado rohingya que sostiene a su hijo muerto después de cruzar el río Naf.
Imagen de archivo de un refugiado rohingya que sostiene a su hijo muerto después de cruzar el río Naf.Afp

Fuentes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados confirman también el baño de sangre ocurrido en Maungdaw, ciudad controlada por los grupos armados, citando además el hundimiento de varios barcos en el río Naf, que separa Birmania de Bangladesh, y que transportaban a rohingyas que huían del país asiático en guerra. Varios vídeos mostraban también cuerpos esparcidos por las orillas fangosas del río Naf.

Los ataques continuaron a finales de la semana pasada en varias aldeas cercanas a la frontera con Bangladesh. Los informes de testigos y activistas señalan varios incendios provocados por las guerrillas en las viviendas de los rohingya, así como varios casos de reclutamientos forzados. Estas últimas informaciones las recoge el último reporte de Human Rights Watch publicado el martes: acusan al Ejército de Arakan de ejecuciones extrajudiciales e incendios generalizados.

Desde MSF han explicado que sus equipos en Cox's Bazar han tratado desde el sábado a 39 supervivientes con heridas relacionadas con el conflicto. "Algunos dijeron haber visto los bombardeos mientras intentaban encontrar embarcaciones para cruzar el río hacia Bangladesh y escapar de la violencia", reza un comunicado de la organización.

"Teniendo en cuenta el aumento del número de pacientes rohingya heridos que cruzan desde Birmania en los últimos días y la naturaleza de las heridas que nuestros equipos están tratando, cada vez nos preocupa más el impacto del conflicto sobre el pueblo rohingya", afirma Orla Murphy, representante de MSF en Bangladesh. "Está claro que el espacio seguro para los civiles en Birmania se está reduciendo cada día más. La gente está atrapada en los combates en curso y se ve obligada a realizar peligrosos viajes a Bangladesh para buscar seguridad".

Wai Wai Nu, un activista rohingya del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de California, publicó en sus redes sociales que, mientras los grupos armados tomaban Maungdaw, la comunidad rohingya era expulsada del centro de la ciudad y obligada a intentar cruzar el río Naf, donde fue bombardeada con drones del Ejército de Arakan.