Un buen motor para sentarse a escribir la biografía de tu mujer es que se haya publicado otra llena de inexactitudes. Es lo que parece impulsar a C. M. Lucca a ponerse en la tarea a propósito de su mujer, X, una artista total, escritora, performer, artista plástica, productora y compositora musical, con una vida de novela, como va descubriendo Lucca a lo largo de los años que dedica a deshacer las inexactitudes y mentiras contenidas en Una mujer sin historia, el libro de Theodore Smith en el que ambas se negaron a colaborar.
X, la artista más influyente del siglo XX, murió en 1996, fulminada de manera inesperada, y eso aceleró a Smith. "No me escuece que Una mujer sin historia, de Theodore Smith, haya tenido tan buena acogida -ahí se ahogue en su éxito espurio-, pero sí me sorprende que semejante bodrio haya captado la atención de tanta gente", escribe Lucca.
Biografía de X
Traducción de Núria Molines. Alfaguara. 456 páginas. 22,90 ¤ Ebook: 10,99 ¤
Puedes comprarlo aquí.
X es un personaje ficticio surgido de la imaginación de Catherine Lacey (Tupelo, Misisipi, 1985), fruto de una extraña y genuina mezcla de David Bowie, Lou Reed, Susan Sontag y Tilda Stwinton, pensando más en la imagen -la última, la apuntó Lacey en una entrevista-. En cuanto a sus acciones artísticas, recuerda a Cindy Sherman, Sophie Calle o Marina Abramovic. La Biografía de X de Lacey está llena de capas que construyen una novela total que transita por diferentes géneros (distopía, crónica periodística, drama...) sin despreciar recursos del folletín o del thriller, lo que no le impiden colar ensayos irónicos e iluminadores sobre política, arte, sociedad o literatura.
La Biografía de X, de C. M. Lucca es, en cambio, una investigación periodística que se torna en libro de duelo, de aceptación de la muerte. En el proceso surgen dudas sobre la verdadera identidad de X, cuya carrera artística se basó en una colección de avatares por los que pasaba como quien se cambia de camisa.
Los Estados Desunidos
La distinción entre ambas "biografías" se hace con un puñado de hojas, un degradado del negro al gris, que sirve de transición desde la portadilla firmada por Lacey a la firmada por Lucca pasando por una "Nota de la autora" donde se advierte del carácter ficcional de la obra. Ese degradado se invierte al final, del negro al gris, separando las referencias fotográficas del libro de Lucca del aparato bibliográfico que ha manejado Lacey. No es un mero listado, sino que es una bibliografía comentada porque las citas han sido modificadas. Hay guiños y juegos que permitirían reconstruir otro ensayo que fuera Educación sentimental para interpretar el siglo XX, por Catherine Lacey, esos fragmentos que deja ver y que son como puntas de iceberg. Después está la verdadera relación de la procedencia de las imágenes.
Cuesta un poco darse cuenta de que la vida de X -y de Lucca- y, en fin, el mundo que se retrata en el libro constituye una realidad paralela: "Con tantos ataques recientes, la seguridad se había endurecido en todas partes"; o "Cada día una persona y media se quita la vida en la ciudad". Lo que se plantea aquí es que en 1945, Estados Unidos siguió un camino distinto y se separó en tres países -los Estados Desunidos, ¡ja!-: en el Sur, una teocracia ultracatólica autoritaria donde se toma la Biblia como ley; una socialdemocracia igualitaria en el Norte, siguiendo los postulados de Emma Goldman, que llegó a ser vicepresidenta, y un estado libertario en el Oeste. Han sido décadas más bien convulsas; las diferencias entre el Norte y el Sur con respecto a las libertades individuales se han agrandado lo que ha hecho que la reunificación, ocurrida en 1996, no sea unánimemente aceptada y haya atentados y protestas, también grupos de rebeldes en el Sur que quieren instaurar el régimen anterior.
La historia del Sur viene a colación en la novela porque una de las cosas que Lucca descubre, entre otras revelaciones, sobre su mujer es que nació y se crió allí, en Misisipi. Descubre su nombre real y su primer alias y visita a sus padres en Misisipi, acompañada de una agente que la vigila: las cosas siguen tensas tres años después de la reunificación. La ficción de los Estados Desunidos es un modo hiperbólico de señalar la polarización, pero también ciertas diferencias internas que se dan en un país que tiene algo de pastiche. Por otro lado, es un modo de explorar tanto la violencia social: terrorismo, control y represión.
Biografía de X, el libro de Lacey, es un filón de temas a los que se acerca con gracia y picardía, un modo de cuestionar también nuestras propias convicciones y verdades establecidas, y de señalar la presencia permanente de matices. Lacey se permite gamberradas, como inventar el atentado Masacre de los pintores de 1943, en el que murieron Duchamp, Calder, Pollock y Kandinski, entre otros, a manos de una turba de separatistas sureños. "La de 'artista' se consideraba una vocación exclusivamente masculina, pero desde entonces, el 'arte' pasó a ser cosa de mujeres".
Un derroche de talento
Los avatares de X alternan con personas reales como David Bowie, Connie Converse, Carla Lonzi o Emma Goldman. Hay cameos de Bernie Sanders, Susan Sontag y Annie Leibovitz, entre otros muchos, más o menos underground: X es un icono. Por supuesto, hay otros hilos de los que tirar, que tienen que ver con egos vampíricos y creación, la exposición, la sumisión, la entrega y el amor y la identidad. C. M. Lucca se propone descubrir quién era de verdad su mujer en parte para responder a esa biografía infame, pero también porque es una manera de tapar la ausencia del amor de su vida, de que siga en su vida. Lo que sucede es que por el camino también descubre cosas sobre ella misma que no andaba buscando.
Lucca tiene que llevar a cabo toda la investigación antes de escribir el momento en que descubre a su mujer muerta: "A veces pasa que llamas a tu mujer para que baje a comer y no baja y subes y llamas a la puerta y no responde y vuelves a llamar y no oyes nada y te vas, te vas hasta mitad de pasillo, luego das media vuelta enfadada por que te ignore y abres la puerta despacio, con miedo a que estar cometiendo un error y a que te grite que está trabajando, ¿no ves que está trabajando?, pero no te grita porque yace en el suelo como un buen montón de ropa sucia o una manta que se ha caído de la cama".
Biografía de X es una novela ambiciosa, un derroche de talento, los momentos en que parece gustarse demasiado son breves y se compensan con la gracia y la habilidad de levantar y sostener esa estructura sin que se vea ni uno de los andamiajes.