Cuando Leonardo Da Vinci quiso crear el cuerpo humano masculino perfecto no dudó en recurrir a la sabiduría griega que había establecido la proporción áurea. Es decir, una ecuación matemática para medir los rasgos de belleza. Así fue como el artista renacentista creó El hombre de Vitruvio. Tomando como referencia que cuanto más cercanas sean las proporciones de un rostro o un cuerpo al número 1,618, más hermosos serán.
Un estudio realizado a finales del año pasado por el doctor Julián de Silva, director del Centro de Cirugía Plástica y Cosmética Facial Avanzada en Londres, concluyó que para el 2025 el hombre más bello del planeta es Aaron Taylor-Johnson (34). El informe revela que "lo que hace que Aaron sea tan excepcional es la forma general de su rostro que, con una puntuación del 99,2 %, está a solo un 0,8% de ser perfecta" y entrando en detalles se sabe que el ancho y largo de su nariz también son casi perfectos con un 98,8% y un mentón perfectamente esculpido con un 95%.
Desde que saltara a la fama, los medios se han mostrado particularmente interesados en la peculiar vida privada de Aaron Taylor-Johnson ya que su matrimonio no sigue los estándares que Hollywood ha inculcado. Pero al intérprete británico lo único que le interesa es lo que dicta su corazón. Tanto es así que cuando con 18 años intervino en el filme Nowhere Boy (2009) se enamoró de la directora, Sam Taylor-Wood (57), que entonces tenía 41 años.
"Críticas extrañas"
Esa diferencia de edad de 23 años ha sido una constante en sus entrevistas y también han tenido que confrontar un sinfín de opiniones. En una entrevista para Rolling Stone, el actor comentó que "las críticas me parecen un tanto extrañas. Crecí muy rápido. Lo que hay que tener en cuenta es que lo que la mayoría de la gente hacía cuando tenía veinte años yo lo hacía cuando tenía trece".
La pareja se casó en 2012 una iglesia en Somerset (Inglaterra) y para este día tan especial la novia lució un diseño de Alexander McQueen y el novio un traje bespoke de Tom Ford. Sus momentos de mayor felicidad coincidieron con el nacimiento de sus dos hijas, Wylda en 2010 y Romy en 2012. De una relación anterior con Jay Jopling, galerista y marchante de arte Sam aportó al matrimonio otras dos hijas, Angelica (1997) y Jessie (2006).
Tanto a Aaron como a Sam les gusta pasar desapercibidos y les encanta pasar tiempo en casa en la pequeña localidad inglesa de Somerset donde son unos vecinos más. De hecho, al intérprete le encanta cuidar de su huerto y sus cerdos
De todas las películas dirigidas por Sam Taylor-Wood la más conocida sigue siendo 50 sombras de Grey (2015). La pareja volvió a trabajar conjuntamente en En mil pedazos. En breve, los productores de la franquicia 007 anunciarán quién será el nuevo James Bond y según los últimos datos, todo parece indicar que el elegido sería Aaron.