Cuadros y dinero, la última pelea de los dueños de Cortefiel, al descubierto en 'Masterchef'

MasterChef es un formato que debe su éxito en gran parte al casting de concursantes. En todas sus ediciones escogen perfiles dispares para asegurar entretenimiento, y en muchos casos polémica, al espectador, tanto en su versión anónima como celebrity. Este lunes, en el estreno de su temporada número 13 con concursantes no conocidos, se diferenciaron una vez más escogiendo a una futura chef muy especial, Gabriela Hinojosa, rica heredera y miembro de la familia fundadora del imperio textil Cortefiel.

La joven, de 31 años, sorprendió al jurado y al público a la hora de presentarse. "Tengo un hijo de 3 años, una hija de 1 y estoy embarazada de 16 semanas", arrancó. "Hace un mes dejé el trabajo, soy financiera de toda la vida y ahora, que ya ya llevo unos años de haber probado, es mi momento". Samantha Vallejo-Nágera le preguntó por qué había dejado el trabajo y respondió: "Pues porque estaba en una empresa familiar. Mi padre falleció hace un año. Pepe, tú igual no te vas a acordar, pero le animaste cuando salió del hospital, él estuvo muy malito. De hecho, tengo tu vídeo saludando. Estábais grabando en el Puerto de San María, yo veraneo allí, y mi hermana fue a darte el tostón. Él estaba súper ilusionado".

Gabriela dijo cómo se llamaba su padre, Eduardo Hinojosa, y desveló la guerra familiar por su herencia. "Desde que se ha ido, todo es un poco complicado. Es que somos 12 hermanos y yo soy la número 11. El dinero, cuando se mete, corrompe y destruye una casa (...) Es una pena porque yo les quería de verdad. Oye, chicos, consejito del día, la herencia es un regalo, no un derecho, algo que tenemos que tener en cuenta. Hay gente que ni la recibe, ¿sabes? Así que hay que dar gracias".

"El delantal blanco se lo dedico a mi padre. Él siempre me decía que yo era una persona súper fuerte y que era capaz de conseguirlo todo. Seguro que está viéndome desde ahí arriba", concluyó.

La sicav familiar

Gabriela pertenece a una saga tan conocida en España como discreta, los Hinojosa, que se deshicieron de Cortefiel en 2005 precisamente por ser ya demasiadas familias que no se ponían de acuerdo. Así que debido a las distintas disputas en la gestión de la compañía, tomaron la decisión de repartirse el pastel, del que hoy queda una sicav, Inmofam99, valorada en unos 30 millones.. A día de hoy, siguen siendo uno de los clanes más ricos de nuestro país, en concreto la segunda generación de Hinojosas -de la que forma parte el padre de Gabriela, Eduardo-, los Hinojosa García-Puente, que acabaron mal tras la venta de la firma con quien fuera su consejero delegado, Gonzalo Hinojosa Fernández de Angulo. En el último ranking anual de este periódico los Hinojosa García-Puente ocupan el puesto número 262 con un patrimonio neto estimado en 270 millones. Operan mayormente en el sector inmobiliario y artístico.

La concursante de MasterChef es, pues, fruto del matrimonio de Eduardo Hinojosa y María Alejandra (Sandra) Ortega Manteola, también perteneciente a una acaudalada familia conservadora y ultracatólica. Gabriela estudió en el colegio femenino Mater Salvatoris de Madrid junto al sus hermanas. Sus hermanos, en el colegio Retamar, también privado y religioso. Se licenció en CUNEF y su primer trabajo como financiera fue en Deutsche Bank. Después pasó por la consultoría Korn Ferry y ejerció de analista en Arcano Partners. Del resto de sus 12 hermanos, conocemos a Nicolás, también graduado en CUNEF, cuya boda salió en el papel cuché en 2023. Nicolás, como varios de los Hinojosa Ortega, se casó en la finca familiar de El Puerto de Santamaría, Los Pinos, que fue propiedad de los Terry.

Al respecto de la trifulca familiar de la que Gabriela habló en televisión, fuentes a las que ha tenido acceso este suplemento confirman que tiene que ver con la vasta colección de arte que adquirió durante su vida Eduardo Hinojosa y gestionó a través de la sociedad Castellana Subastas de Pintura, que tuvo su sede en la calle Paseo de la Habana de Madrid, cuenta con un capital social de 28 millones de euros y nombró en 2007 como consejeras a dos Hinojosa Ortega, Silvia y Alejandra.

Colección privada

Al parecer, hay un bando de los 12 hermanos que quiere vender parte de esa colección de cuadros, mientras que otro bando apoya la petición de su madre y viuda de Eduardo Hinojosa, Sandra Ortega, que quiere que esas obras permanezcan en la residencia familiar, un fabuloso piso situado en la calle Ortega y Gasset cercano al que fuera domicilio de la infanta Elena con Jaime de Marichalar.

Así es la última bronca de las muchas en la numerosísima familia Hinojosa, cuya fortuna tiene su origen en la pequeña mercería de la calle Romanones de Madrid que abrieron sus ancestros, los García- Quirós, en el siglo XIX. Un negocio que se fue expandiendo, primero con la camisería La Palma en los años 30 y después con la sastrería Cortefiel, en los 40. En los 50 se abrieron a la fabricación de moda femenina y fueron la primera marca española textil en exportar a América. Y de ahí surgieron otras marcas: Springfield, Milano, Forever Young, Pedro del Hierro, Women's Secret, Hoss Intropia, etc.

En 2005, García-Quirós e Hinojosa vendieron su participación de Cortefiel a los fondos de inversión CVC, PAI Partners y Permira. CVC lanzó una opa por 1.400 millones de euros. En 2017, CVC y PAI se hicieron con el 100 % de las acciones y en 2018 la compañía pasó a llamarse Tendam.

El pasado mes de febrero, la familia real de Abu Dabi, a través de su vehículo inversor Multiply Group, cerró la adquisición del 67,91% del capital de Tendam por unos mil millones. Aún hay tela para rato.