MADRID
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Escalada en hielo: persiguiendo lo efímero entre las cascadas de la Sierra de Guadarrama

Cuando el tiempo lo permite, se puede aprender esta disciplina con cursos en la sierra de Guadarrama. La dificultad de esta actividad depende del estado de la pared de agua helada

Escalada en una pared de hielo en Garganta de las Pozas.
Escalada en una pared de hielo en Garganta de las Pozas.T. F. M.
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¡Clac!... Roger clava con un golpe seco y certero los dientes del piolet derecho en el hielo. Diminutos trocitos de cristal salen despedidos al aire, salpicándole la cara. ¡Clac!... ahora pica con el piolet izquierdo un poco más arriba. Parece que ambos piolets, funcionando a modo de extensiones articuladas de los brazos, han mordido bien la capa, así que pasa a ocuparse de sus pies, clavando las puntas de los crampones en la pared con un eficaz puntapié. Y así, a base de pegadas de piolets y crampones, progresa por la pared gélida.

Escalar en una cascada de agua congelada, con la incertidumbre de que el hielo se puede resquebrajar o incluso desprender en bloques en cualquier momento, es una actividad no apta para corazones sensibles; resulta, como mínimo, escalofriante, y no solo por la temperatura bajo cero a la que se suele practicar. Es una disciplina que requiere de una buena técnica, experiencia y, por supuesto, valor. Y también de paciencia, ya que hay que esperar a que se den las condiciones climatológicas idóneas para que se formen las deseadas capas de hielo en las paredes o canales de las montañas.

Una espera desquiciante en los últimos tiempos debido al cambio climático: «Con la experiencia he visto que para que haya hielo en invierno hace falta primero un otoño húmedo, porque tiene que bajar agua por el monte», nos explica Roger Cacarach, guía de alta montaña UIAGM y nuestro profesor en este curso de iniciación a la escalada en hielo que organiza la agencia Muntania. «Y después, que haga mínimo una semana de frío continuado. No hace falta un frío extremo, porque el mejor hielo es el que tiene un poco de agua; si hace mucho frío, el hielo se seca y es más quebradizo. Lo ideal es que hiele por la noche durante quince días o así, que durante el día suban las temperaturas a 1 o 2ºC y que por la noche vuelva a helar. Pero estas condiciones en nuestras montañas cada vez son más escasas, por eso hacemos cursos también en Noruega».

Pero cuando aquí se dan las condiciones ideales, Muntania organiza cursos de iniciación en cascadas más cercanas de la sierra de Guadarrama (principalmente en Peñalara y Cabezas de Hierro), Gredos y Pirineos. En una escapada de fin de semana podremos aprender a conocer el medio (el hielo) y las diferentes técnicas de progresión y seguridad, porque no hay que olvidar que es una actividad de riesgo.

Un escalador en Garganta de las Pozas.
Un escalador en Garganta de las Pozas.T. F. M.

Los requisitos para apuntarnos a esta gélida experiencia son ser capaces de superar desniveles de 1.000 metros caminando a ritmo tranquilo y haber realizado un curso de alpinismo de iniciación o saber moverse con crampones y piolet con soltura en pendientes de nieve de 30-40 grados. «También es ideal saber escalar en roca; las maniobras son muy parecidas y será más fácil hacerlas con frío y con guantes si ya las sabemos hacer con buen tiempo. Así podremos centrarnos más en las técnicas específicas del hielo», apunta Roger.

En cuanto al material, es casi el mismo que para alpinismo (vestimenta, casco, arnés, mochila), pero con la particularidad de que aquí se usan crampones, dos piolets específicos para hielo (son más cortos y tienen un mango curvado para una «pegada óptima») y tornillos para asegurarnos. «No hay que fiarse de los tornillos de hielo como si fueran unos parabolts de escalada en roca, que nos permiten más errores y caer en la progresión; el hielo es un elemento cambiante y hay que tener más cuidado», advierte Roger.

La técnica de progresión también depende de la calidad del hielo: «El consejo fundamental es confiar en lo que pones. Si estás empezando, igual necesitas picar tres veces para asegurar el crampón o el piolet, pero con la experiencia se sabe con una vez que piques si el hielo está bien o no. Si no confías en la capa, mejor picar otra vez. Y también depende mucho de si las cascadas están ya picadas o no, es decir, si ha pasado gente antes por esa pared. Cuando no están picadas, hay que limpiar primero el hielo más superficial y luego picar». Pero tranquilos, que todo esto nos lo enseñarán en la formación.

Otra de las cosas que cambia un poco respecto a la escalada en roca es la gestualidad: «Por ejemplo, en roca se tiende a apoyar la punta del pie de gato y subir el talón para impulsarnos, mientras que en la cascada hay que picar con el pie en el hielo y mantenerlo muy plano». También la regla de los tres puntos de apoyo de la escalada en roca se tiene que cumplir en una pared a bajo cero. «Pero hay que tener muy claro dónde se tiene el centro de gravedad: siempre tenerlo centrado en los tres puntos de apoyo, formando una Y con el cuerpo. Si, por ejemplo, clavamos los dos piolets arriba, tendremos que tener un pie clavado, formando esa Y; si pinchamos solo un piolet, tendremos que tener los dos pies clavados en el hielo, formando esa Y invertida. Esto es importante para no hacer la puerta con el cuerpo, abrirte hacia un lado».

Un alpinista sube una pared de hielo en Peñalara.
Un alpinista sube una pared de hielo en Peñalara.T. F. M.

Roger continúa desgranando las claves de esta disciplina: «Puede parecer que se tracciona más con los piolets, pero es al contrario; al empezar, sobre todo, hay que poner mucho énfasis en escalar con los pies. En grados fáciles, los brazos casi no te sirven. Los músculos de las piernas son más grandes y puedes hacer más fuerza».

Para terminar, le pregunto a Roger qué es lo que le atrae de escalar en hielo. ¿El riesgo? «Supongo que es poder escalar lo efímero, poder subir por un sitio que sabes que no estará siempre, que hay que perseguir. Hay un punto en el que te vuelves un fanático persiguiendo el hielo, que en parte es lo divertido: se ha formado ahora, ¡corre!, porque la semana que viene o el año que viene igual no va a estar... Esa parte tan especial es lo que te termina enganchando. La roca siempre está ahí, pero el hielo no...». Así que ya saben: si se dan las condiciones bajo cero, aprovechen.

Ficha técnica

  • ACTIVIDAD: Curso de escalada en hielo.
  • DÓNDE: Sierra de Guadarrama.
  • CON QUIÉN: Muntania Outdoors.
  • CONTACTO: info@muntania.com y www.muntania.com