PAÍS VASCO
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La patronal y la Cámara de Comercio de Álava reclaman a Sánchez y Pradales que apoyen a Sidenor ante la "amenaza" de que Polonia se apropie de Talgo

Juan Antonio Sánchez y Gregorio Rojo presionan a los gobiernos de España y del País Vasco por las "pésimas consecuencias" de que Talgo sea controlado por accionistas foráneos. Las instituciones vascas temen que el fondo Trilantic aproveche el interés de la polaca Pesa y de Skoda frente al proyecto de José Antonio Jainaga.

La patronal y la Cámara de Comercio de Álava reclaman a Sánchez y Pradales que apoyen a Sidenor ante la "amenaza" de que Polonia se apropie de Talgo
Actualizado

El presidente de Empresarios Alaveses SEA Juan Antonio Sánchez Corchero y el presidente de la Cámara de Comercio Gregorio Rojo han reclamado al Gobierno de España y al Ejecutivo vasco que "impidan la amenaza" de que Talgo sea adquirida por la empresa pública polaca Pesa. Sánchez Corchero y Rojo reconocen su "enorme preocupación" de que el proyecto liderado por Sidenor sea relegado y una "empresa tractora" como Talgo con 400 proveedores vascos se deslocalice.

Las dos instituciones socioeconómicas más importantes de Álava se han dirigido al presidente Sánchez, al 'lehendakari' Pradales, al diputado general Ramiro González y a los responsables de Industria de ambos gobiernos para reforzar la candidatura de Jainaga cuando coge fuerza una venta de Talgo a la polaca Pesa. El dueño de Sidenor mantiene su silencio mientras, en teoría, sigue negociando con el fondo norteamericano Trilantic para adquirir el 30% de Talgo por unos 150 millones de euros. Pero en los dos últimos meses, Sidenor ha dejado de ser la única opción de Trilantic y, consciente de ello, desde el entorno de Jainaga se advirtió el pasado 15 de diciembre de que esta operación «no es una cuestión de vida o muerte» para el empresario vizcaíno. Incluso, fuentes oficiales de Sidenor llegaron a constatar su sensación de rechazo por parte del accionista principal de Talgo: «Si los accionistas actuales no nos quieren en Talgo, nos retiraremos para no gastar inútilmente tiempo y energía».

La intervención coordinada de SEA y de la Cámara de Comercio se centra en advertir de las consecuencias negativas que acarrearía la venta de Talgo a PESA, de la que se subraya que es una empresa pública al 100%. Las cartas remitidas antes de la pasada Nochebuena constatan las dificultades por las que atraviesa este intento de compra por parte de Sidenor después de que el 21 de octubre Talgo comunicara formalmente que iniciaba las negociaciones con Sidenor.

Los empresarios alaveses y representantes del sector del comercio constatan en las misivas que "no tenemos dudas de que una empresa pública polaca 'favorecerá' la compra a proveedores polacos en lugar de a proveedores vascos". Y en dos ocasiones subrayan que la posible venta a Pesa es una "amenaza" tanto para los proveedores vascos de Talgo como para el empleo directo e indirecto de la planta situada en Ribabellosa.

Sánchez y Rojo solicitan directamente al lehendakari Pradales que hable con Sánchez para "impedir esta operación" de venta de Talgo a Polonia. Pradales ha participado directamente pero con absoluta discreción en los contactos institucionales para apoyar desde Euskadi el proyecto industrial liderado por Jainaga. Además de recibir al empresario vasco, el lehendakari también ha mantenido encuentros desde el pasado mes de octubre con el embajador de Chequia y con la embajadora de Polonia. El Gobierno vasco se ha comprometido a entrar en el accionariado de Talgo con la condición de que traslade su sede corporativa y fiscal a Álava y desarrolle en Euskadi su centro de innovación.

Pero la mediación de Pradales para garantizar el arraigo de Talgo y su desarrollo con un nuevo proyecto industrial choca con los intereses de Trilantic que acarició la venta de su participación a la empresa húngara Magyiar Vagon. El Gobierno de Pedro Sánchez anunció el 27 de agosto su veto a esta venta por "riesgos insalvables para la seguridad nacional" al establecer vínculos entre esta empresa y el entorno del presidente ruso Vladimir Putin.

Ahora, sin embargo, la vía del veto se descarta mientras desde Euskadi se observa cómo Trilantic temporiza su decisión a la espera de un incremento del precio de la acción. Una especie de subasta con Jainaga, Pesa e, incluso, la checa Skoda pujando entre bambalinas. El llamamiento de SEA y de la Cámara de Comercio para incrementar la presión institucional en favor de Jainaga coincide con el realizado por Comisiones Obreras que por medio de un comunicado reclamaron a los accionistas (por Trilantic) que dejen de "especular" en la venta de sus acciones. "Desde CCOO Industria entendemos que la opción de Sidenor podría hacer que la empresa se ponga a generar ese plan industrial de futuro que desde el sindicato venimos reclamando", señaló esta central sindical el pasado jueves. CCOO reconoció además la necesidad de "despejar la incertidumbre en la que, parte de los accionistas de Talgo, tienen a toda la compañía y que empieza a desgastar los ánimos".