CULTURA
Música

Lola Índigo: "Siempre está el típico pollavieja que dice que te sexualizas para vender más. Yo lo hago porque me da la gana, me siento sexy y poderosa"

La cantante publica su cuarto álbum y promete un megashow para su gira veraniega: "No voy a ganar un puto euro con ella, me da alergia el dinero"

Lola Índigo, en la terraza del Hotel UMusic de Madrid
Lola Índigo, en la terraza del Hotel UMusic de Madrid
PREMIUM
Actualizado

En lo que dura un viaje de cinco plantas en ascensor, Lola Índigo (Granada, 1992) ha rematado con una nota de voz algún detalle de su próxima fiesta de cumpleaños, ha repasado la escaleta de compromisos promocionales que aún tiene por delante y, antes de que arranque la sesión de fotos, ha emplazado a su representante a una breve reunión para que todo cuadre a su gusto. «Me gusta tener todo controlado», sentencia con una media sonrisa entre pícara y rotunda. Y, en lo que tarda en saltar el primer disparo de la cámara, esa sonrisa se ha ido.

Es la metamorfosis de quien fue bruja, luego niña y ahora simplemente es un dragón. De quien tras unos inicios más que dubitativos se ha convertido en una de las estrellas más fulgurantes de la música española siendo en 2024 la artista nacional femenina más escuchada en Spotify. De quien ha encontrado en el fuego, propio y ajeno, su modo de expresión.

Para saber más

Porque NAVE DRAGÓN, su cuarto álbum de estudio, es el fuego en todas sus esencias. El que destruye y calcina las cuentas pendientes del pasado. El que aviva un futuro con tres macroconciertos programados para este verano. El que prende el deseo sexual a ritmo de reguetón y electrónica... Y, en mitad de la hoguera, el dragón. O Lola Índigo. Más fuego.

«Quería experimentar con algo más adulto: contar lo que me provoca esta industria, cómo escapo de la presión y la ansiedad que me provoca la música, mi bisexualidad o lo que echo de menos de mi vida de antes». Pero esta es una edad adulta con la voluntad adolescente de reventar tarimas y discotecas.

¿Qué ha cambiado en esa Lola Índigo más adulta?
No he cambiado mucho. Sigo siendo una workaholic, me flipa trabajar, y también ambiciosa. Pero lo soy de forma sana. Mi ambición no tiene que ver con los números y menos aún con lo económico. Parece que me da alergia el dinero, quiero crecer a nivel performance, poder girar, hacer cosas cada vez más tochas. Y con los estadios se me ha ido la puta olla..
Siempre se había dicho que esa ambición penalizaba en las mujeres, ¿sigue sucediendo?
Dicen que eres mandona, caprichosa y a veces insoportable, pero he visto hombres con ambición y no provocan el mismo efecto. Les frustra mucho más cuando la ambición viene de una mujer aunque a mí creo que me respetan bastante. Me siento muy valorada por mi equipo y por la gente de la discográfica. También porque creo que supero las expectativas de cómo se toman algunos el trabajo hoy en día. Y con algunos me refiero a hombres del género urbano.
¿En eso hay diferencias según el género?
Yo me enfrento a muchas horas de promo, hago televisión, fotos, ensayos de coreografía, voy al estudio... Lo que yo he vivido con hombres de esta industria es que su trabajo es ir al estudio, ponerse un pantalón y una camiseta y al escenario. Porque si venden entradas qué más da. Nosotras tenemos una ambición performática mayor. Llevamos bailarines, vestuario... Parece que es algo muy manido, pero nosotras estamos empujando para transformar la industria musical de España en algo más grande. Y creo que lo hemos conseguido. Yo hubiera deseado cuando empecé como bailarina trabajar en una gira como la mía. Antes no teníamos dónde coño ir ni trabajar.
Entrando al álbum, la sexualidad es hilo conductor en esos 11 temas. ¿Por qué ha explorado ese camino?
Nunca me había desarrollado tanto en ese camino y en cómo me sentía yo respecto a mi bisexualidad. Me siguen haciendo muchas bromas de que soy la más lesbiana del mundo, pero yo soy bisexual. Vamos a llamar a las cosas por su nombre, las bisexuales existimos y yo puedo escribir canciones sexuales a mujeres y a hombres. Quería sentirme libre con eso.
¿Por qué siente que la bisexualidad está atacada?
Porque la gente tiene que etiquetarte siempre, no existe la posibilidad del gris en esta sociedad. Para mí la bisexualidad no es un gris, son todos los colores. Lo he sabido desde muy pequeñita y quiero que la gente se sienta identificada. Pero tampoco ese es mi objetivo, hacer cálculos para ser un referente. Yo escribo de mis experiencias y me sale natural hablar de esto.

En Q Somos? expone que es bisexual desde el instituto, ¿le faltaron referentes en aquel momento?
Mi primer amigo gay fue ya en otro instituto fuera de mi pueblo, teníamos los armarios llenos. Me acuerdo la primera vez que mi tía me preguntó si me gustaba una mujer, si era lesbiana y no supe bien que responder. Pero me lo preguntó así en secreto. Yo sí he tenido referentes como Lady Gaga, que con su discurso me hizo sentir mucho más segura. Lo bueno es que he tenido siempre un círculo muy sano. Gracias a mis amigos maricones me he sentido abrazada desde muy pequeña en mi arte y en mi bisexualidad.
Hay países europeos que ya prohíben el Día del Orgullo, otros en los que se cercenan los derechos de la gente trans... ¿qué le parece?
Siento que vamos para atrás y me parece muy loco que en un mundo tan avanzado tecnológicamente las mentes sean tan poco avanzadas. Que al llegar al poder a alguien lo primero que se le ocurra sea privar a la gente trans de su género, con todos los problemas que hay en el mundo, me parece arcaico y terrible. ¿Qué te molesta a ti? Eso no afecta a nadie, solo al que lo ha sufrido en su vida y tiene el puto derecho de ser lo que quiera. Y que alguien le esté privando me parece terrible, como tantas cosas en este mundo.
Volviendo a la sexualidad, ¿cómo se hace para usarla como conductor sin caer en la sexualización de la mujer que se criticaba en épocas anteriores?
Siempre está el típico pollavieja que dice que te sexualizas para vender más. Yo lo hago porque me da la gana, porque me siento sexy y también cómoda. Hay mil razones antes que la atención masculina, que para mí es inexistente. Yo me llevo poniendo un body para bailar desde los 15 años y nunca, en la puta vida, lo he hecho para sorprender o impresionar a un hombre.
¿Cómo me siente con ese body cuando se sube al escenario?
Pues me hace sentir sexy, poderosa y, sobre todo, que no tengo que estar con un puto pantalón que te esté jodiendo la vida.
¿Hay una voluntad de las mujeres del género urbano de apropiarse de esas referencias sexuales explícitas que siempre habían correspondido a los hombres?
Hay muchas mujeres que han sido explícitas con sus mensajes sobre sexo, pero a lo mejor no han tenido la misma atención que los hombres. Mis referentes son muy chulas en este aspecto. Ahí está La Mala Rodríguez, Arianna Puello, Lorna o Ivy Queen. Siempre hemos estado ahí, pero se ha puesto el foco en los de siempre. Lorna, era una tía más chulísima y apareció cuando nosotras éramos pequeñas. Ahí nos dimos cuenta de que también queríamos ser unas tías chulísimas.
Sin Autotune es una clara referencia al amor tóxico. ¿Por qué ha introducido ese tema? ¿Lo ha sufrido?
En esa canción conviven dos amores, el que tengo por la profesión y el de las relaciones. Pero sobre todo el que tengo por mi profesión, quiero estar aquí, pero a la vez echo de menos mi vida de antes. Ahí lo digo: 'por fuera bailando y por dentro llorando'. Me ha pasado de estar subida en un escenario, pero por dentro estar jodida porque me gustaría estar en la feria de mi pueblo con mis colegas. Este disco va un poco de eso.
¿La carrera de Lola Índigo ha devorado a Mimi?
Mi carrera me ha devorado muchísimo, pero estoy encontrando el camino poco a poco. Voy a terapia, me rodeo de gente que no tiene que ver con esta profesión e intento estar despierta. Este es un trabajo 24/7 y estoy aprendiendo a llegar a casa y desconectar. Es complejo, pero alejarte un poco está bien. Es divertido tener amigos en la industria, yo los tengo, pero necesito que mi amiga de toda la vida me cuente que su hermana está embarazada o que se casa el año que viene.

"Pienso a diario cómo sería llenar tres estadios e irme en todo lo alto"

¿Le merece la pena?
Hay un momento en que todos pensamos en dejarlo, amar la música de verdad es pensar todos los días en dejarlo y nunca hacerlo. Pienso todos los días cómo sería si llenara ahora tres estadios y me fuera por todo lo alto. Dejarlo y ya, pero necesito crear. Aunque no necesariamente voy a necesitar destacar toda mi vida ni ser la protagonista de mi arte. Tengo ganas de ayudar a artistas jóvenes a desarrollar sus proyectos. No digo ser mánager, pero sí directora creativa.
¿Está cansada de ser protagonista?
Yo me veo y me da orgullo, pero muchas veces parece que trabajo para Lola Índigo. No que lo soy. Es raro hablar en tercera persona, pero para que se entienda. Lola Índigo se lleva los aplausos, tiene todos los focos, pero eso es muy efímero y me dura muy poco el agradecimiento a Mimi. Mimi es la que está ahí pico y pala currando.
La ruptura con Don Patricio, las polémicas fotos con Achraf, los rumores sobre su lío con Lali Espósito... ¿cómo se lleva tener un foco encima en cada movimiento?
Me da igual, yo sé quién soy, con quién estoy y lo que hago. La gente tiene una necesidad absoluta de opinar sobre todo y nadie sabe todo, sobre todo y sobre todos. Si tú eliges creer que soy una mala persona, lo estás eligiendo tú. A mí el que me conoce de verdad o se ve cuatro entrevistas puede adivinar por dónde me muevo. Pero si eliges pensar otra cosa, no puedo hacer nada. Y como no lo puedo controlar, para qué me voy a frustrar. Yo sé quién soy, lo que he dicho, lo que he hecho y lo que quiero representar.
Insiste mucho en que ahora tiene un entorno sano, ¿no lo ha tenido hasta ahora?
He tenido gente alrededor que no se ha preocupado nada por mí, como Mimi. El trabajo es una cosa vertical, hay rangos. La amistad es horizontal, pero si tú y yo trabajamos juntos no soy tu jefa, pero sí tu líder. En la amistad somos todos iguales y podemos trabajar juntos. Pero sí tú no te preocupas como estoy no somos amigos, solo estamos en una relación de trabajo.
¿Se ha sentido utilizada por amigas a las que les ha dado trabajo?
Esto ha sido una máquina de trabajo durante siete años que nunca ha parado, nunca he querido parar, ni en el Covid, porque quería que todo el mundo pudiera tener dinero. Básicamente que mi equipo no se quedara todo el verano sin currar. Me preocupa mucho eso porque tengo ese cargo de madre.
Se lo voy a preguntar de otro modo: ¿Lola Índigo le ha hecho perder amigas o le ha complicado hacer nuevas?
Yo sigo teniendo las amigas de antes y con esas me basta. Antes tenía mucho más tiempo para cuidar muchas más amistades. A todos los que nos dedicamos al arte, en mayor o menos medida, nos dicen siempre que hemos cambiado. Yo no he cambiado, tengo menos tiempo y elijo las amistades que quiero mantener. Por eso tu No es que haya cambiado, es que tengo menos tiempo y mi círculo se ha hecho más chico. Yo antes era súper amiguera y le podía dedicar energía y tiempo a todo el mundo y ahora no puedo dedicar el 100% de mi energía. Pero si eres mi amiga, me voy a seguir acordando de ti, te mandaré un mensaje o te preguntaré por cómo estáis tú y tu madre. Aunque ahora que lo pienso eso no es ser cantante, es ser adulta.

Ahora que tiene cerrada la gira por estadios, hubo una gran polémica cuando el Real Madrid sacó un comunicado desmintiendo que tuviera una fecha cerrada en el Bernabéu.
Sentí decepción y me sentí un poco traicionada porque, coño, lo habíamos hablado. No yo directamente, pero sí mi equipo. Hay conversaciones y mails sobre esa fecha y fue muy extraño que cuando yo dije la fecha salieran con eso. Ahí nos dimos cuenta de que algo no iba bien y de puertas para adentro me dijeron que fue porque el juicio estaba en marcha. Pero, coño, yo no tengo culpa de eso. A mí me importan mis fans y sus billetes de avión, que puedan venir tranquilos porque eso me estaba generando muchísima ansiedad.
Leyendo el comunicado daba la sensación que habían anunciado sin tenerlo cerrado por completo.
No fue una cosa de que yo dijera 'me voy a rebelar y lo voy a anunciar'. Teníamos una fecha, no lo hicimos sin permiso. Lo pasamos tan mal con eso que nos hizo seguir insistiendo y preguntando qué iba a suceder. Por eso cuando nos avisaron de que la misma fecha se quedaba libre en el Metropolitano decidimos asegurar para que los fans no tengan ningún tipo de problema. Que conste que me parece gravísimo que la gente no pueda dormir ni ir al colegio tranquila por el ruido, pero hay un montón de personas que habían comprado su entrada y sé lo que supone eso económicamente. Esto es mucho más que una lucha entre el estadio y los vecinos, también estaban mis fans.
Sobre esos fans, un debate que hay ahora es el desorbitado precio de las entradas en conciertos.
Nosotros lo hemos intentado ajustar al mínimo para un show tan enorme. Cuando la gente vea estos conciertos, se va a preguntar cómo coño poniendo las entradas a este precio hemos podido hacer esto. Y yo te puedo responder, porque no voy a ganar un puto euro, me da alergia el dinero. Esta es mi fiesta para los fans, mi regalo por apoyarme estos siete años. Ahora soy una artista más grande y puedo dar lo que no podía dar en Akelarre porque no había un puto duro ni en La niña por el Covid. Mi carrera no despegó de la noche a la mañana y recibí mucho mimo de los fans. Ahora les doy lo que tengo.
La gente va a pensar que no gana dinero siendo Lola Índigo.
Sabes qué, me gusta no ganar mucho dinero con los conciertos porque me lo gasto todo en huevos gigantes, en luces, en stage, en llevar el mejor equipo del mundo. Y como eso me gusta, derrocho en ello.
Hace algo más de un año le diagnosticaron dismorfia corporal [obsesión excesiva por la apariencia física]. ¿Cómo se compagina eso con una carrera de estrella de la música?
A mí ese diagnóstico me ayudó mucho porque venía de ser bailarina y en ese momento era más dura y mucho más normativa la danza. Yo estuve en la última fase para bailar con Shakira y Rihanna y no me cogieron porque les parecía que estaba gorda. Yo no era una chavala gorda, tenía curvas. Ahora lo pienso y me parece muy loco que a una niña con mi cuerpo le dijeran eso. Me dijeron que les encantaba como bailaba, que era una máquina, pero que no estaba en forma. Hoy creo que eso sería muy difícil, que estaría muy mal visto.
Usted pasó una anorexia, ¿la industria de la música exige aún unos cánones físicos para triunfar?
A mí crear este personaje de Lola Índigo me ayudó mucho a saber que ya no tenía que pasar por un canon de belleza. Pero aún muchas veces me veo con una luz rara y como me veo mal me juzgo. También te digo que nos pasa a todas. Luego lo reflexiono y me siento gilipollas, pero es muy peligroso verte tanto, revisar videoclips, ver los clips, ver las fotos de las entrevistas...
¿Ser una estrella le ha hecho desconectar del mundo exterior?
Yo tengo una conciencia de clase bastante clara, he tenido que currármelo para comprarme una casa y no he podido hasta hace poco. Creo que es bueno tener conciencia de clase, hablar del precio de las entradas. Cuando tienes un poder adquisitivo mayor no te puedes olvidar de cuál es el de la gran mayoría de gente.
¿Cómo ha forjado esa conciencia y cómo la mantiene?
Pues yendo a castings a que te digan que no, habiendo tenido un trabajo precario en el que ganaba una mierda, pateando siete escuelas de baile de Granada para ganar lo justo y llegar a fin de mes. No soy Mulán, una guerrera, pero me ha forjado esa conciencia de clase. No conozco otra cosa que esa, no me rodeo de aristócratas, tengo amigos de toda la vida. Supongo que yo he elegido esa personalidad.
Lola Índigo ha entrado en un proceso de internacionalización, ha dado ya el salto a Sudamérica...
Todavía estoy en el camino, no me siento ahí, pero estoy muy ilusionada con ir a Chile y Argentina para hacer este show. Me acuerdo siempre que en México me pegué una panzada a hacer una promo gigante y al quinto día de ponerme la peluca como Hannah Montana me puse a llorar mientras Cristo me maquillaba y dije 'estoy hasta el coño ya de ser Lola Índigo'. Y eso me pasa estoy un poco hasta el coño de ser Lola Índigo porque es muy duro.
¿Qué la lleva a seguir siendo Lola Índigo en ese caso?
Parece un cliché, pero te digo lo que me sale del alma: porque quiero mucho a la gente que me apoya de verdad. No me puedo creer que haya tanta gente que me quiera. Vengo de hablar con unas chicas ahora sobre el hate en redes y respondiendo a esto me acabo de dar cuenta que me importan una mierda los haters y el bullying hacia mí en redes sociales. Esa gente te repostea, te da atención, está pendiente de lo que haces.. así que son fans encubiertos y no deben importarme porque a mí me mueve el amor.