LÍDERES
LA ENTREVISTA FINAL

Antonio Cabanas: "La tumba de Tutankhamón podría ser parte de una mucho mayor"

PREMIUM
Actualizado
Antonio Cabanas, egiptólogo y escritor.
Antonio Cabanas, egiptólogo y escritor.JAVI MARTÍNEZ

Las Palmas de Gran Canaria, 1956. Apasionado del Antiguo Egipto, miembro de la Asociación Española de Egiptología y escritor. En su nueva novela histórica El sueño de Tutankhamón (Ediciones B) traza el lado humano del famoso faraón.

Se acaban de cumplir 100 años del descubrimiento por parte de Howard Carter de la tumba de Tutankhamón, lo que le convirtió en el faraón más famoso de la historia. Sin embargo, la realidad es que fue bastante insignificante, ¿verdad?
Efectivamente. Pero siendo tan insignificante históricamente como fue se ha convertido en el más grande de todos. Creo que en el planeta Tierra no hay nadie que no haya escuchado el nombre de Tutankhamón. Históricamente, ni Ramsés II o Tutmosis III tienen comparación con Tutankhamón, están a años luz. Y, sin embargo, Tutankhamón los ha sobrepasado a todos y se ha hecho mundialmente famoso al descubrirse su tumba, el mayor hallazgo arqueológico de todos los tiempos. No hay que olvidar que su tumba ha sido la única que se ha encontrado intacta en el Valle de los Reyes. Fue objeto de dos intentos de robo en la antigüedad, pero prácticamente todo su ajuar funerario se encontró intacto. Ese hallazgo fue de primera magnitud e hizo famoso a Tutankhamón mundialmente.
Sin embargo, de todas las tumbas que hay en el Valle de los Reyes la de Tutankamón es la más pequeña, ¿no es así?
Sí. Se trata a todas luces de una tumba impropia de un faraón.
¿Y cómo se explica eso?
La teoría del egiptólogo británico Nicholas Reeves, con la que estoy de acuerdo, es que lo que se descubrió hace ahora 100 años es sólo parte de una tumba mucho mayor. La cámara sepulcral de Tutankhamón estaría sellada en una de las paredes y el corredor de entrada continuaría más allá de esa pared, donde habría una tumba mucho mayor en la cual puede que esté enterrada la mítica Nefertiti. Eso es lo que dan como posible las últimas investigaciones y estudios. Y, de hecho, en los frescos que hay en el muro norte de la tumba de Tutankhamón, llenos de figuras, se ve que ha habido retoques: hay cartuchos de reyes que han sido retocados, que se ha borrado un nombre para poner otro encima, que se han añadido figuras que no corresponden a los nombres... Y en esas paredes también hay grietas que sugieren que detrás de ellas podría haber puertas selladas que dan acceso a otras cámaras.
¿Y cómo se podría averiguar si la tumba de Tutankhamón es la antesala de una tumba mucho mayor?
Reeves investigó y en 2016 hizo una medición sobre lo que podría haber más allá de esas paredes. Y en principio encontró posibles volúmenes huecos más allá de esas paredes. Pero para poder acceder a ellas habría que destruir un mural de la tumba, algo impensable en este momento dada la importancia de esa pintura. Pero yo creo que algún día podremos saber realmente lo que hay más allá.
En la tumba de Tutankhamón se hallaron nada menos que 5.398 objetos. ¿Qué nos dicen esos objetos sobre él?
No se ha encontrado ni un solo documento escrito sobre quién era Tutankhamón, así que no sabemos cómo era, cómo pensaba. La información que tenemos sobre él es a través de esos objetos que se han estudiado durante muchos años y que arrojan un poco de luz sobre la figura de este faraón. Sabemos por ejemplo que era un niño, que se convirtió en faraón con ocho, nueve años, que reinó durante diez y que tenía muchas discapacidades físicas.
¿Y cómo se puede saber que tenía discapacidades físicas?
Cuando se le hizo la autopsia a su momia se descubrió que tenía lo que médicamente se llama una necrosis avascular en el segundo y tercer metatarsiano del pie izquierdo. Esa enfermedad, que además es degenerativa, significa que Tutankhamón era cojo y necesitaba bastones para caminar. De hecho, ese probablemente sea el motivo por el que en su tumba se encontraron más de cien bastones: para que pudiera caminar con ellos en el más allá. También se descubrió que padecía escoliosis. Esas enfermedades podrían ser fruto de la endogamia, porque se casaban con personas con las que mantenía vínculos familiares. Ya también tenía malaria, malaria trópica en su forma más severa.
No debió de tener una vida fácil...
No. Era un niño cuando empezó a gobernar, con unas intrigas que seguramente no tendrían nada que envidiar a las que conocemos en cualquier gobierno mundial y que probablemente hicieron que fuera manejado por esos poderes fácticos. Pero también tenemos una visión humana de Tutankhamón.
¿Cómo era?
Fue alguien que, más allá de sus discapacidades, tenía coraje, un corazón de león. Quería ser un faraón guerrero, algo que sin duda nunca pudo ser. Estuvo en la guerra, estuvo en una campaña con un famoso general que luego se convirtió en faraón. Era buen arquero, le gustaba cazar. Y sintió un inmenso amor hacia su esposa, Anjesenamón, quien además era su hermanastra.
El padre de Tutankhamón era Akenatón, ¿verdad? ¿Quién fue su madre?
Según las últimas investigaciones y las pruebas de ADN que se han hecho a la momia de Akenatón se ha encontrado un 99,9% de posibilidades de que fuera el padre de Tutankhamón. Su posible madre se cree que fue una mujer a la que se llama La Joven Dama, cuya momia fue encontrada en la tumba KV35 del Valle de los Reyes, tumba que perteneció al faraón Amenhotep II. En esa tumba había otras muchas momias, incluida la de la llamada Joven Dama. Esa Joven Dama sería la hermana de Akenatón y la madre de Tutankhamón, pero no sabemos cuál es su nombre. Durante años se especuló con la posibilidad de que la madre de Tutankhamón fuera la princesa Kiya, luego se dijo que podía ser Nefertiti... Parece claro que la madre era una hermana de Akenatón, de todas las cuales se conoce el nombre, pero no sabemos a ciencia cierta cuál fue.
Pero parece claro que todos esos matrimonios endogámicos serían en buena parte responsables de las discapacidades de Tutankhamón, ¿no? De hecho, fue último monarca de la dinastía XVIII...
Sin duda. De hecho su mujer también tenía un problema en el pie y también cojeaba, y también cojeaba el abuelo de Tutankhamón. La línea sanguínea de esta familia se fue degenerando al casarse entre ellos, y es lógico que nacieran con esos problemas. En la tumba de Tutankhamón se encontraron dos fetos, de cinco y siete meses, que eran los de las dos hijas que tuvo con Anjesenamón. Tutankhamón las quería tanto que, aunque nacieron sin vida, las enterró con él en unos pequeños sarcófagos. Y como curiosidad le diré que esos fetos desaparecieron....
¿Cómo es posible?
Douglas Derry, el anatomista del equipo de Carter que hizo la autopsia a la tumba de Tutankhamón, se llevó en el año 1922-23 esos dos fetos para estudiarlos. Nadie los reclamó y se perdieron hasta el año 92, estuvieron en paradero desconocido durante 70 años. Aparecieron en un almacén de un hospital de El Cairo junto con otras 500 momias que se había ido llevando este doctor a lo largo de su vida para estudiarlas.
En ese sentido, este verano leí en la prensa británica que han salido a la luz una serie de cartas que dejan entrever que Howard Carter, el descubridor de la tumba de Tutankhamón, se podría haber quedado con algunos objetos del ajuar funerario del faraón...
Sobre esto se han escrito muchas cosas, ha habido sospechas de que se hubiera podido llevar algún objeto. Yo personalmente creo que no: creo que Carter hizo una labor encomiable y además, en su equipo había personas del Metropolitan de Nueva York y no creo que fuera sencillo coger una pieza, aparte de que las piezas estaban todas etiquetadas. Pero hay que tener en cuenta que estamos en una época antigua, un poco antes del descubrimiento de la tumba, en la cual los excavadores tenían derecho a llevarse la mitad de lo que encontraban. A partir del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón se cambió la ley para que todo se quedará en Egipto. Eso generó muchos problemas con los excavadores, porque ellos habían firmado un contrato diferente, habían gastado mucho dinero y decían que de alguna manera querían resarcirse. De hecho, la tumba de Tutankhamón estuvo cerrada todo un año, hasta que se llegó a un acuerdo.
¿Se sabe de qué murió Tutankhamón?
No. La malaria trópica en su forma más severa te puede llevar al más allá con mucha facilidad. Pero, además, en el último análisis que se hizo de la momia se le descubrió una rotura en el fémur izquierdo justo por encima de la rodilla, una rotura tremenda en la que el hueso habría salido hacia arriba. Y podemos imaginar la infección que eso pudo provocar. Tutankhamón era muy aficionado a los caballos, a ir con carro a cazar, con las riendas atadas a la cintura y tirando flechas. Fácilmente pudo haber caído, romperse el fémur y luego desarrollar una infección. Porque no murió instantáneamente, tuvo una agonía de semanas, porque los médicos han visto que se redujo esa fractura.
El hallazgo de la tumba de Tutankhamón, ¿fue fruto del azar?
No, en absoluto. Carter sabía que estaba allí, tenía pruebas de que podía estar allí donde la encontró.
La supuesta maldición de Tutankhamón, según la cual quien entraba en su tumba moría en pocos meses, ¿es cierta?
No, para nada. El único miembro de la expedición que falleció poco después del descubrimiento de la tumba fue Lord Carnarvon, el mecenas de la expedición. Y hay que tener en cuenta que Carnarvon tenía una salud muy delicada. Sufrió un accidente de coche en Alemania en 1903 en el que el automóvil volcó y le aplastó el pecho. A partir de ahí, tuvo muchos problemas pulmonares y los médicos le aconsejaron un clima más suave que el inglés y se fue a Egipto. Allí conoció a Carter, se hicieron muy amigos y empezaron sus excavaciones en 1907, pero no encontraron la tumba hasta 1922. Carnarvon fue el único miembro del equipo que murió poco después del descubrimiento de la tumba, falleció en 1923. El propio Carter, que estuvo en contacto con la momia desde el primer momento hasta el último (porque se tardó 10 años en vaciar la tumba) murió de cáncer en 1939, 17 años después de haberla descubierto. La hija del conde de Carnarvon, Evelyn Beauchamp, que probablemente fue la primera persona que entró en la tumba, murió en 1980. Y el doctor que le hizo la autopsia a la momia, Douglas Derry, murió a los 87 años.

Conforme a los criterios deThe Trust Project

Saber más
EmpresasCristian Lay, la sucesión del gran magnate extremeño: "Tenemos una gran responsabilidad social, hay que pagar muchas nóminas"
ArqueologíaViaje al Egipto de Tutankamón: enigmas y hallazgos 100 años después del descubrimiento de su tumba
LíderesÓscar Sánchez-Crespo: "El análisis del lenguaje gestual no tiene margen de error"