Iker Jiménez, el presentador de Cuarto Milenio y Horizonte, en Cuatro, no es de morderse la lengua ni de callarse. Cuando ha tenido que contestar a ataques y críticas no se ha escondido y ha defendido Horizonte a capa y espada. Sin embargo, nunca ha hablado tan claro como lo ha hecho en Outdoor, el programa digital de Mediaset que entrevista a las principales figuras de Telecinco y Cuatro.
Figuras del espectáculo y personajes políticos han tirado dardos hacia su trabajo, su persona y el Horizonte, pero Iker Jiménez asegura que nunca ha contestado porque simplemente "no le importa" y afirma que sabe cómo hacer para gestionarlo. "Yo ya me peleaba con todo el mundo cuando hablaba de los temas que ahora toco. Yo ya viví esas campañas antes. Rápidamente, supe que no puedes ni debes gustar a todo el mundo. Sería terrorífico gustarle a alguna gente", sentencia el presentador.
De hecho, Jiménez recuerda durante la entrevista que antes, los temas que ha tratado en Cuarto Milenio sobre videncias y espíritus, solían ser el"hazmerreír" de la televisión, por lo que no fue tarea fácil ganarse el respeto y fue todo un desafío lograr posicionarse dentro de este mundo. Sin embargo, Cuarto Milenio lleva ya en antena 20 años.
De hecho, es esta larga trayectoria la que ha hecho que ya no le afecten los comentarios, ni las críticas ni los ataques. "No voy a decir nombres, pero yo he visto a grandes figuras actuales derrumbarse y llorar por comentarios. Yo alucinaba", revela el presentador de Horizonte. Iker Jiménez no se corta y asegura que ministros y ex ministros han dicho "de todo" sobre él: "Hay personas que en el Congreso han pedido que me quitasen el programa (Horizonte)".
Aún así, Iker Jiménez explica por qué nunca les ha contestado y por qué "le da igual lo que digan": "Yo tengo que ir a lo mío y a la gente que me sigue. Esto no quiere decir que nadie me pueda criticar, porque yo soy el primero que se equivoca, pero la autenticidad es algo fundamental".
El presentador ha desvelado también que muchos de sus compañeros le han advertido de que debía de alejarse de este tipo de calificativos, pese a ello Iker Jiménez asegura que "si facha es no estar de acuerdo contigo, llámame facha. Me da exactamente igual". "Yo no he venido a hacer amigos, he venido a hacer mi misión, a contar mis cosas, a aprender de quien pueda aprender", sentencia el periodista.
"Yo venía de los años 90 que se reían de estos temas. Siempre he hecho sucesos. Nunca tuve dudas, nunca quise ir de lo que no voy, pero tampoco me he quedado solo en ese mundo de los sobrenatural. La gente se piensa que eso da audiencia, y no es así, la sobrenaturalidad baja la audiencia, pero también te da una audiencia muy fiel. Cuando vinimos a la tele yo no quería ser el rey del miedo. Quizá después de la pandemia la gente vio en mí un tipo honesto, un tipo que se cree lo que cuenta", sentencia durante la entrevista.
El periodista también habla de sus miedos y, precisamente, no es el miedo a lo sobrenatural sino a la maldad del ser humano: "La maldad humana me da mucho miedo, las cosas que veo, no concibo yo que el diablo de verdad sea el ser humano. Por eso me extraña tanto que la gente tenga miedo a lo sobrenatural (...) No hay mayor misterio que el alma humana".
Iker Jiménez también habla de su hija y de su relación con lo sobrenatural. "Ella pensaba que todo el mundo iba a la tele", cuenta el periodista. "Ella está muy orgullosa, pero sé que le va mucho más los deportes", aunque afirma que también "es muy buena contando".
El presentador relata el día que estuvieron a punto de detenerles en el Área 51 y Carmen ( su mujer) le pidió a su hija que siguiera grabando. "Somos una familia un poco peculiar, que hemos pasado muchas cosas buenas y malas. Si tú tienes un objetivo paralelo es el secreto", finaliza Iker Jiménez.