- Medios Xavier Colás y Michael Reid, ganadores de los Premios Internacionales de Periodismo de EL MUNDO
Cuenta Michael Reid que España fue su primer amor. El flechazo ocurrió a principios de los 70, todavía vivía Franco, y el periodista británico (Guildford, 1952) quedó fascinado por las contradicciones de un país que ha recorrido desde entonces en cada uno de sus recovecos: los geográficos y los de su Historia. Hay ingleses que se enamoran del sol y de la playa. Están los que se enamoran de la sangría, la paella y la jarana. Y luego está Reid, seguramente atrapado también por todo lo anterior, pero seducido fundamentalmente por los éxitos y los dolores de un país que ha retratado como ningún otro guiri.
"Parte de la atracción que existe entre británicos y españoles sólo se explica desde la atracción del otro: la fascinación por otra forma de vivir", explica.
Columnista y redactor de la revista The Economist desde hace más de 30 años, Reid fue corresponsal en nuestro país entre 2016 y 2021. De su memoria de los tiempos convulsos en nuestro país da fe el reciente ensayo España (Espasa), publicado originalmente en inglés en 2023. "El libro mejor y más completo sobre la España de hoy", en palabras de Antonio Muñoz Molina. Un trabajo minucioso sobre las décadas de progreso y prosperidad que vinieron tras los años color sepia de la dictadura y un testimonio de nuestros tormentos más recientes: desde el auge de los populismos al desafío independentista en Cataluña, pasando por los retos de la monarquía o la desaforada polarización que nos estrangula hoy mismo.
"Escribí el libro porque quería averiguar por qué España, que había tenido esa Transición modélica y exitosa, había caído en todos los males de los últimos años: los populismos, la corrupción, la fragmentación política, el desencanto... ", cuenta ahora desde su casa en Londres, a donde regresó el verano pasado. "Me preguntaba si eran males intrínsecos a la realidad española, fruto de esa Transición, o si eran consecuencia de los males de las democracias en general. Y al final concluí que era principalmente lo segundo, aunque con las especificidades de un país que ha tenido una gran fuerza narrativa de los nacionalismos periféricos, con una gran dificultad para construir un centro político y con un alto grado de división aparentemente infranqueable entre izquierda y derecha".
Su mirada analítica sobre España, alejada de las trincheras locales, su profundo conocimiento de la realidad hispana a un lado y el otro del charco y su capacidad para adaptarse a los siempre imprevisibles giros de guión sociopolíticos de nuestro país le han valido el reconocimiento a la Mejor Labor Periodística en la XXII edición de los Premios Internacionales de Periodismo de EL MUNDO. "El trabajo de Michael Reid como corresponsal nos ayuda a entender cómo nos ven desde fuera", reconoce Joaquín Manso, director de EL MUNDO.
"Es una sorpresa muy grata y un enorme honor", admite hoy el periodista. "España es el primer lugar extranjero que me enamoró y el que me permitió conocerme a mí mismo".
Formado en Ciencias Políticas, Filosofía y Economía en el Balliol College de la Universidad de Oxford, Michael Reid empezó a trabajar como periodista en Lima en 1982, ejerciendo como corresponsal de los países andinos para The Guardian y la BBC. En los 90 fichó por The Economist como corresponsal en México y Centroamérica y fue jefe de la redacción en Sao Paulo. De sus años en América Latina quedaron algunas de sus columnas más influyentes y "bellas" (en homenaje al humanista chileno Andrés Bello, reconoce él) y dos libros imprescindibles: El continente olvidado. Una historia de la nueva América Latina, considerado uno de los libros del siglo por la prestigiosa revista Foreign Affairs, y Brazil: The Troubled Rise of a Global Power, una completa radiografía de la cuarta democracia más poblada del mundo.
"A veces es importante aportar una visión más fría y equilibrada de la realidad de otros países", admite Reid sobre su labor como corresponsal. "Por eso ha sido muy grato que muchos españoles hayan elogiado mi trabajo".
-¿Sigue enamorado de España 50 años después?
-España sigue siendo un país que me fascina y que gozo mucho... a pesar de todo.