Así entrena (y se recupera) un futbolista de élite como Isco: "Tiene que estar lo más fino posible, pero a la vez, lo más fuerte posible"

Estuvo seis meses sin equipo, con todo lo que eso significaba para un futbolista ya en la treintena. Se desnudó en una entrevista en la que admitió que parte de la culpa de su destino era solo suya. Y, en lugar de dejarse llevar, el jugador cogió el toro por los cuernos y se puso en forma como nunca en su vida había estado. Dani Jiménez y Rodrigo Carretero, del gimnasio Crys Díaz, fueron los responsables de que Isco Alarcón volviera, de la manera que lo ha hecho, al fútbol profesional. Pero, ¿cómo lo hicieron? Y, tras su desafortunada lesión, ¿lo volverán a hacer?

La base fue una mezcla de cardio, fuerza y hiit en la que se trabajó todo el cuerpo del futbolista desde el tren superior al inferior, pero en el que la pirámide del trabajo fueron los glúteos y el abdomen. "Glúteo para potencia en carrera, para estabilizar, también para cambios de ritmo y luego el abdomen, que es como esa conexión entre la parte superior y la parte inferior, que nos ayuda a mantenernos estables ante cualquier choque, deceleración, giro...", revela Jiménez.

Precisamente, para los entrenadores de Isco, es importante que el trabajo de un futbolista contemple una de las principales características del malagueño como futbolista: las deceleraciones. "Yo puedo tener un coche con mucho motor, pero si al final no tengo frenos...", explica Dani sobre la importancia de añadir a la velocidad, a la fuerza y a la potencia, la capacidad de decelerar de manera brusca.

Así, como pudimos comprobar, muchos de los ejercicios que realizaba el futbolista se centraban en arrancadas y frenadas rápidas, muchas veces lastradas para hacer el trabajo más duro e ir ganando capacidad de reacción. Eran ejercicios, muchos, cortos y explosivos que conseguían subirte las pulsaciones en menos de un minuto.

La plataforma de gomas era una especie de potro de tortura para un deportista de élite donde el color del elástico determinaba la resistencia que se iba a usar en el ejercicio. Saltos, carreras hacia conos y lunges en los que, al eliminar la resistencia, te sentías volar. Hiit a tope. "Dentro de un campo de fútbol tú tienes que hacer un sprint de 15 o 20 metros y luego disputar un balón de cabeza donde necesitas fuerza de piernas. Hay que meter un mix para acercar al futbolista a lo que se va a encontrar en el campo", cuenta Dani.

Un mix en el que, aunque hayamos hecho sentadillas con salto, sprints y otros ejercicios de pierna, también entra el tren superior, útil en choques, saltos de cabeza y forcejeos. "Un jugador tiene que estar lo más fino posible pero, aunque suene contradictorio, también lo más fuerte posible", apunta el entrenador.

En el caso de un futbolista, también es importante la demarcación en el campo, se trabajan más algunas fibras musculares que otras para mejorar la resistencia, la fuerza o la velocidad. Pero todos tienen en común la importancia de añadir la coordinación a sus entrenamientos: "Puedo ser el jugador que más levanta en sentadilla que si luego no sé coordinarlo a la hora de un salto para rematar de cabeza, no me vale nada", admite el preparador.

Esa coordinación llega hasta ciertos límites en un gimnasio, que no son pocos ya que se puede, como comprobamos, añadir un balón a parte del entrenamiento. No obstante, desde Crys Dyaz nos hablan también de llevar parte de los trabajos a un terreno de juego para terminar de desarrollar todo el potencial de lo ganado. "Es la fase final. Como decir: 'físicamente estamos al cien por cien, ahora eso hay que trasladarlo a un campo, a un balón largo, a un centro o a un remate de cabeza", señala Jiménez.

El entrenamiento de un futbolista de élite debe completarse con una nutrición completa y abundante, no escasa ya que los jugadores consumen muchas calorías. Dani Jiménez explica que el gran gasto calórico del entrenamiento de un futbolista de élite impide a los jugadores ganar mucha masa muscular por eso están tan "flaquitos", pero que es importante tener fuerza para poder soportar choques y saltos.

Mentalidad

La última pata, la que reseñábamos al principio que fue la principal fuerza de Isco, es la parte mental, la habilidad de soportar el dolor, la resiliencia. Dani destaca la capacidad de los deportistas de élite de realizar entrenamientos con cargas muy pesadas gracias a la memoria que tiene el cuerpo de haberlo hecho desde muy pequeños. Una fuerza de voluntad que se puede adquirir con esfuerzo y constancia.

Así, desde Crys Dyaz animan a todos los futbolistas amateurs a realizar este tipo de entrenamientos, no para aspirar a Primera División sino para ver cómo, "en seis semanas", mejoramos la arrancada, los giros, en resumidas cuentas, nuestro fútbol. Aunque sólo sea para sentirnos mejor e impresionar a los amigos. No es poco.