Esta es la mezcla casera que protege las plantas de las plagas del otoño

Durante el otoño las plantas entran en las fases de reposo, así que es un buen momento para trasplantarlas y plantar nuevos ejemplares. Pero, con todo, debemos ser conscientes también de que el cambio de estación supone algunos riesgos que debemos tener en cuenta. Porque aunque el calor haya cedido y todavía no se hayan presentado los días de frío extremo, en estos momentos las plantas están expuestas a muchas enfermedades de las que estaban a salvo durante la época estival.

Sí, aunque el otoño parezca una buena estación para la vida verde, el caso es que los cambios drásticos de las temperaturas en una misma jornada no ayudan. Por mucho que los días sean suaves, las noches son ya demasiado frescas para la mayoría de los ejemplares en buena parte del país, especialmente para las que son de tipo subtropical, que por debajo de los 17 grados ya empiezan a sufrir, por eso conviene resguardarlas. En el caso de las suculentas, también necesitan protección contra las corrientes y deben situarse en un lugar donde reciban una buena dosis de sol directo.

La reducción de la luz solar es, junto con las variaciones de temperatura y el aumento de la humedad, el otro gran problema de nuestras plantas en otoño, que pueden llenarse de bichitos y hongos. "Entre las plagas más habituales en esta época del año se encuentran el gusano de otoño, los pulgones, los caracoles o babosas, la procesionaria o el chinche", explican los expertos en jardinería de Flores Navarro, una de las floristería históricas de Barcelona. Todas ellas pueden echar a perder un ejemplar en pocos días, por saludable que se encuentre.

Preparar las plantas para el frío

Necesitamos estar bien preparados para prevenir las enfermedades comunes durante estos meses en nuestras plantas y flores, o para curarlas en caso de que ya hayan sido infectadas por alguna. En este sentido, los expertos de Flores Navarro apuntan qué debemos de saber para cuidar de nuestras plantas durante el cambio de estación y cómo prepararlas de cara a la llegada del frío para garantizar su bienestar. Estos son sus consejos de oro:

• Reducir el riego, pero no la cantidad de agua. La llegada del frío y, sobre todo, de la humedad, nos permitirá asegurarnos de que nuestras plantas aguanten el agua más tiempo que en verano. Por eso, podemos reducir la cantidad de veces que regamos, sin reducir, eso sí, la cantidad de agua que les proporcionamos.
• Reducir el uso de fertilizantes. Fertilizar menos en climas fríos permite que las plantas sigan su ciclo natural y evita problemas relacionados con un exceso de nutrientes.
• Mover las planta a espacios con mayor luz. En otoño se reduce considerablemente la cantidad de luz que reciben. Por eso, es aconsejable trasladarlas a un espacio donde tengamos la luz del sol asegurada el mayor tiempo posible.
• Proteger de las corrientes de aire. El viento típico del otoño y del invierno puede dañar y romper las hojas de nuestras plantas. Por eso, es importante protegerlas. Además, es recomendable trasladar al interior las más delicadas.

Cómo curar una planta infectada

Prevenir, pero también curar. Si a la planta ya ha llegado un hongo o un parásito, habrá que tomar medidas lo antes posible. Estos son los cuatro consejos básicos para cuidarlas una vez se han visto afectadas por alguna plaga, directos de los expertos de Flores Navarro.

1. Revisar la planta exhaustivamente. Si hay mucha afectación, deberemos recortar las hojas.
2. Limpiar. Antes de que llegue el invierno hay que eliminar tallos, ramas, hojas secas y flores marchitas.
3. Limpieza de cepellón. El cepellón es el conjunto formado por las raíces y la tierra adherida a las plantas cuando se extrae del suelo o de una maceta. Su limpieza es una práctica importante antes de trasplantar o plantar una planta en un nuevo lugar. Y, sobre todo, sirve para eliminar partes dañadas y fomentar un nuevo crecimiento saludable.
4. Determinar el tipo de plaga que ha afectado a nuestra planta es decisivo para establecer el tratamiento que debemos seguir. La cura variará según se trate de hongos, bacterias o insectos. Cuando lo sepamos, para que el tratamiento sea efectivo serán necesarias al menos tres intervenciones, según los expertos en jardinería de Flores Navarro.

La mezcla casera que protege y cura las plantas

En cuanto a los tratamientos, hay uno casero tan eficaz como bien de precio. Además, al alcance de cualquiera. Se trata de una mezcla de jabón potásico, o normal, vinagre y agua, un insecticida casero cuyo uso continuado durante estos meses y hasta la llegada del verano ayudará a nuestras plantas a librarse de todo tipo de enfermedades, aseguran los expertos de Flores Navarro. Es una alternativa natural que ahuyenta al 99% de los insectos sin dañar la planta.

Tanto en plantas sanas, para prevenir, como en las ya infectadas, lo mejor es aplicarlo con un pulverizador una vez cada dos semanas. En cuanto a las proporciones de la mezcla, no hay que abusar del vinagre y es recomendable diluirlo antes de mezclarlo con el jabón. "También es importante observar la reacción de nuestras plantas ante cada aplicación, para reducir las veces que lo usamos o rebajar la intensidad del vinagre en la mezcla", recomiendan.

La fórmula de este insecticida casero es la siguiente: un litro de agua; 25 mililitros de jabón potásico o neutro, un agente limpiador, y 50 mililitros de vinagre de manzana, un potente repelente de insectos gracias a su acidez. Debe aplicarse con la ayuda de un pulverizador de manera uniforme sobre la planta, tanto en la parte superior de la hoja como en la inferior. Y lo que sobre de la mezcla puede guardarse para la siguiente aplicación.