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Jonathan Anderson, director creativo de Loewe durante la última década, ha abandonado la firma después después de 12 años al frente de su dirección creativa. La rumorología fashion, que desde hace meses apuntaba a su salida, ha terminado hoy con un comunicado oficial de la firma. El norirlandés, de 43 años, se ha encargado desde 2013 de definir la estrategia creativa de la firma, elevándola al olimpo de la moda.
Anderson se ha despedido con agradecimiento: "Al reflexionar sobre los últimos 11 años, he tenido la suerte de estar rodeado de personas con imaginación, habilidades, tenacidad e ingenio, que han encontrado la manera de decir 'sí' a todas mis ideas desmesuradamente ambiciosas". "Aunque mi etapa en la Casa llega a su fin, la historia de Loewe continuará durante muchos años más y yo lo observaré con orgullo, viendo cómo la increíble marca española que una vez llamé 'hogar', sigue creciendo", ha concluido.
Durante sus 12 años al frente de Loewe, Anderson ha logrado convertir a la casa española en una de las firmas más dinámicas y vanguardistas de la industria de la moda. La observación comercial se ha ocupado de activar en cada colección su músculo creativo. Por la velocidad de contagio propia de internet, el público, explicó tras su nombramiento a WWD en 2013, se cansa antes de las tendencias. "Si un bolso se adueña de ti, es un problema. [...] Las cosas deben parecer reales. Cuanto más falso es su aspecto, mayor desapego provocará el producto. El cliente de hoy necesita novedad. La moda ha cambiado y continua cambiando porque la gente se aburre con mayor rapidez. Cuando lo ves, quieres comprarlo". Según el Índice Lyx, Anderson ha conseguido su propósito: el año pasado se coronó como la marca más deseada de la lista. Había superado las minifaldas de Prada y los bolsos acolchados de Miu Miu.
Historia de un éxito
La agilidad se convirtió, desde el inicio, en la tinta de su sello. Al frente de Loewe, Anderson ha mantenido un ojo en la viralidad y otro, en la reverencia a la artesanía característica de la firma. Con él, el surrealismo se ha cruzado con la nostalgia, la androginia y la reflexión artística. Sobre la pasarela, la estética del gaming de los años 90 ha desmigado sus píxeles en maxisudaderas y las referencias al arte pop y la cultura japonesa se han ocupado de definir sus temporadas. En su exploración hacia los límites del diseño, los materiales, como la madera o la concha de perlas, se han reformulado para moldear piezas hechas a mano, como los corsés que lucieron Taylor Russell en la Gala del Met de 2024 o Nicole Kidman durante la promoción de Babygirl.
Durante su etapa en Loewe, el cine se ha consolidado también como uno de sus instrumentos creativos. Anderson se ha aliado en dos ocasiones con el director de cine italiano Luca Guadagnino para crear los vestuarios de Challengers y Queer, protagonizadas por Zendaya y Daniel Craig. Con el actor británico el diseñador ha contado, además, para algunas de sus campañas más celebradas, que resonaban en las ya protagonizadas con anterioridad por Anthony Hopkins o Maggie Smith. El pulso a la tendencia de la industria de la moda hacia la juventud cosechó de nuevo aplausos y popularidad. El color, la vitalidad, el humor y la irreverencia contenida se encargaban de enmarcar las imágenes.
Un objetivo claro
Aquellas cuatro claves conducían la misión de Anderson. Antes de que arrancara el verano de 2013, el diseñador firmó su contrato inicial con Loewe. Un año más tarde, hizo pública su primera colección para mujer. Se había marcado, confesó a WWD, un propósito definido: Loewe tenía ahora el cometido de convertirse en una firma diurna. Debía abandonar la oscuridad de la estética de la noche y aceptar la influencia de la cultura española, que a ojos del norirlandés celebraba la ligereza y renunciaba a la solemnidad. La agudeza estética había de configurar a una mujer deseable, de los pies a la cabeza. El espíritu de la mujer Loewe no podía agazaparse, en forma de bolso, bajo el hombro. Tenía que encarnarse en todo el cuerpo.
La atención concentrada en los accesorios se disipó. El trabajo de Narciso Rodríguez, José Enrique Oña Selfa o Stuart Vevers, que tras la incorporación a la cartera de LVMH se había dirigido hacia el diseño de complementos, se recondujo. Las colecciones de prêt-à-porter volvieron a nutrirse. Su objetivo, declaró en su debut, era ambicioso: quería cuadruplicar los resultados de la marca. La cifra, añadió, no había sido impuesto por el conglomerado de moda. Se trataba de una meta personal.
Las apariciones de Beyoncé o Rihanna en la Superbowl con sus diseños, su relación con Harry Styles, con quien ha colaborado de manera personal en varias ocasiones, o su trabajo a través de su propia firma con Uniqlo han logrado expandir, a lo largo de una década, un universo lúdico que se ha enganchado a los deseos de distintas generaciones.
El British Fashion Council ha celebrado su creatividad con frecuencia. Desde 2012, Anderson se ha llevado a casa nueve premios de la institución, tanto el galardón que homenajea al talento emergente como el que celebra las colecciones de moda masculinas y femeninas más sobresalientes del panorama internacional. En 2024, volvió a hacer con él.
El espíritu estético de Anderson se ha configurado, según él mismo suele contar, gracias al choque entre sus recuerdos en las islas británicas y baleares. De niño, el diseñador pasó largas temporadas en Ibiza, donde sus padres, un jugador de rugby y una profesora de educación secundaria, tenían una casa de veraneo. Los colores pitusos, cuajados de turquesas, verdes y el rosa de las buganvillas, tiñó su paleta de colores ahora más recurrente. El carácter lúdico de Ibiza y sus formas cambiantes se intuyen también en sus patrones, que no suelen resignarse a las fronteras establecidas por la moda. El ánimo anglosajón se cuela en sus creaciones a través de un humor sutil e incansable. Las referencias a la historia del arte, que incluyen detalles inspirados en la obra de Roy Lichtenstein o de Johannes Vermeer, se han presentado de manera constante en su pasarela, que también suele acoger sus observaciones sobre la vida en las grandes ciudades.