'Abstracto estricto' es el título de la exposición retrospectiva sobre la obra de Manuel Salinas (Sevilla, 1940-2021), la primera que se organiza sobre el pintor sevillano tras su fallecimiento por Covid en 2021 y que se puede visitar en el Claustrón Sur del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo hasta el próximo 22 de septiembre.
La muestra, con Pepe Ýñiguez como comisario, reúne cerca de 90 obras distribuidas en ocho salas, unas obras recopiladas de museos y colecciones privadas que abarcan épocas desde los inicios del artista hasta sus últimos trabajos.
Los cuadros están realizados sobre lienzo, papel o tabla, hay pinturas, carboncillos, acuarelas, dibujos en papel y grabados... Y ninguno de ellos tiene título. Porque el autor no quería condicionar a la persona que estuviera delante de su obra. Que cada uno lo interpretara a su manera, que el cuadro le transmitiera el sentimiento que a cada cual le surgiera.
A veces, incluso leyendo críticas de arte sobre su obra, el propio Manuel se divertía, viendo las interpretaciones que hacía cada uno, ya fueran inventadas o sentidas realmente. Lo que sí es cierto es que el visitante se ve envuelto en un mundo de color e imaginación al que podrían dedicársele horas, sin prisas, sin mirar el reloj, sin querer salir de él.
La idea de poner en marcha esta exposición sobre Salinas, uno de los pintores abstractos españoles más importantes del siglo XX y del XXI hasta nuestros días, surge tras varias conversaciones en las que los responsables de la misma coinciden en la importancia de la obra del sevillano.
Manuel Salinas, de formación autodidacta, creó sus primeros trabajos con apenas 22 años, exponiendo sus primeros retratos en el Club La Rábida en 1962 -la muestra del CAAC incluye un retrato de su padre-. Le siguieron paisajes de bosques, que mostró en Sevilla en La Pasarela en 1965.
Ya en los años 70, tras estancias en su estudio de París, y en Cataluña, de donde procede su familia materna -era hijo de María Asunción Milá-, llegó a la abstracción, y contactó con las vanguardias internacionales.
Con su regreso a Sevilla, el artista se acerca al minimalismo, trabajando conceptos como el espacio, límite, forma y fondo pero con un continua presencia de la mano. Fue una etapa experimental.
Manuel fue evolucionando durante toda su trayectoria pasando por diferentes etapas que se diluían en una única idea: el interés propio por la pura esencia de la pintura. Hasta llegar a sus últimas obras, con lo mejor del expresionismo abstracto.
Pero esta exposición no termina aquí. Continúa en la casa donde nació Manuel Salinas, una visita que completa la gran muestra del CAAC. Una vez que se cerró la fecha de la exposición, surgió la idea de aprovechar la Casa de Salinas, una casa con nombre y apellido, abierta al público, en la que el propio artista participó mucho y en la que también hay más obras suyas.
Por ejemplo, un cuadro grande que fue muy significativo para la intervención que hizo Manuel Salinas, que está ubicado en una sala inesperada de la casa, en la que a priori parecía que no iba a quedar bien y que, cuando Manuel dijo que se colocara en ella, resultó una imagen perfecta. Un cuadro perteneciente a uno de sus momentos más destacados artísticamente hablando.
En la casa, Manuel sigue estando muy presente, ya que era él quien proponía cualquier tema estético para la misma. Es una parte importante de su vida, en la que se refleja y se proyecta la visión espacial que él tenía.
Además, y con motivo de la muestra del CAAC, en Casa de Salinas se han instalado unas vitrinas, con fotografías del pintor en el que fue su estudio y en otros momentos de su vida artística, e incluso con acceso a catálogos históricos de Manuel Salinas.
En su familia se muestran muy agradecidos con esta muestra, la primera, su madre, María Asunción Milá, quien, a sus 104 años, sí tiene previsto visitar la exposición retrospectiva en recuerdo de su hijo.
Piensan, además, que puede aportar mucho a personas que no han tenido acceso a la pintura de Manuel, porque les puede dar una visión completa del artista, ya que se han expuesto momentos muy diferentes de su evolución.
Además, destacan que Manuel Salinas hizo algo importante, como fue conseguir llegar a la gente joven, teniendo ya él una edad importante. Y cuentan una curiosidad. Que lo llamaban para comprarle obras para regalar en pedidas de mano previas a una boda. Algo que al artista le llamaba mucho la atención, y que muestra el gran interés que logró despertar entre el público más joven.
A la presentación de esta exposición asistieron las dos hijas de Manuel Salinas, Myriam e Inés Salinas, además de Fernando Panea (director general de Museos y Conjuntos Culturales de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte), José Vélez (secretario general para la Cultura de la Junta de Andalucía), Jimena Blázquez (directora del CAAC) y Pepe Ýñiguez (comisario de la exposición).