ANDALUCÍA
Mujer

Víctimas que dejan de serlo: el dato 'invisible' que permite hablar en positivo sobre la lucha contra la violencia de género

Cada muerte violenta es un "fracaso" del sistema de protección, pero hay cientos de miles de mujeres que sufrieron maltrato en el pasado y hoy ya no necesitan protección. Se registran en las estadísticas como casos "inactivos"

Minuto de silencio guardado este miércoles a las puertas de la Delegación del Gobierno en Andalucía (Sevilla).
Minuto de silencio guardado este miércoles a las puertas de la Delegación del Gobierno en Andalucía (Sevilla).ROBERTO RUIZEFE
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Cada asesinato por violencia machista se registra como un "fracaso" de la sociedad que aspira a proteger a todas las mujeres sin excepción. Cada caso desencadena una ola de indignación y también de frustración colectiva porque el sistema no ha sido capaz de impedirlo. "Algo estamos haciendo mal"; "la ley no está siendo eficaz", son reacciones frecuentes tras una muerte que siempre debería ser evitable. Pero hay cientos de miles de mujeres que en su día fueron víctimas de violencia de género y hoy ya no necesitan protección. Sus perfiles se difuminan en las estadísticas oficiales del sistema Viogén (el que registra y hace seguimiento de todos los casos) como "casos inactivos", es decir, que ya no requieren atención especial porque no se han registrado nuevas denuncias recientes.

"En España, hay actualmente 84.745 casos "activos", es decir que están bajo seguimiento, y cerca de 700.000 que están inactivos", según los datos facilitados este miércoles por Manuel Carlos Barranco Fernández, responsable de la Unidad de violencia contra la mujer de la subdelegación del Gobierno en Cádiz, que ha puesto el acento en todas esas mujeres que, de alguna u otra forma, ya no viven el acoso y agresión de los que alguna vez fueron sus maltratadores. Barranco Fernández ha participado en una Jornada Informativa sobre Violencia de Género, organizada por la Delegación del Gobierno en Andalucía, junto a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y periodistas especializados.

Esa cifra de casos inactivos recoge una casuística variada, ya que, en algunos casos, la inactivación del expediente se produce por fallecimiento de la víctima o del agresor. Y, por tanto, no se puede hablar de 700.000 casos resueltos o de 700.000 finales felices. Pero buena parte de esas mujeres sí han superado ese episodio traumático de sus vidas y ya no necesitan de los recursos del Estado para sentirse protegidas.

También hay casos que se reactivan al cabo de los años, porque hay mujeres que son víctimas en diferentes etapas a lo largo de su vida. Y mujeres que fueron víctima en el pasado pero renunciaron a la protección o a realizar nuevas denuncias a pesar de que sus vidas seguían en peligro. En cualquier caso, "más del 20 por ciento de las mujeres asesinadas nunca denunció", ha recordado Barranco Fernández. En esas situaciones, no se puede hablar de un mal funcionamiento del sistema porque el sistema ni siquiera las tenía en su radar. Además, una mujer maltratada aguanta una media de ocho años y medio antes de denunciar si es que llega a hacerlo. En el ámbito rural esa demora se eleva hasta los 10 años.

Por eso, en buena medida, el objetivo del Pacto de Estado contra la Violencia de Género sigue siendo el de la "concienciación de las víctimas y de su entorno", ha insistido la jefa de la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional en Sevilla, María José Sánchez Aguayo, que ha explicado cómo entre el personal que investiga y protege a las víctimas de violencia de género hay hoy agentes con formación universitaria (psicólogos, trabajadores sociales, docentes) que han demostrado, además, "una capacidad para empatizar y una sensibilidad especial". "En ese aspecto, la manera de trabajar ha cambiado mucho en los últimos 20 años", ha afirmado.

Por su parte, Javier Curto Olivo, brigada jefe de delitos contra las personas y de la Emume de la Guardia Civil, ha señalado la preocupación que existe sobre el aumento de las actitudes machistas entre los jóvenes, "que ni siquiera son capaces de identificar determinados comportamientos como violencia de género". A este respecto, anima a los centros educativos a solicitar para sus alumnos sesiones formativas sobre violencia de género que, a su juicio, deberían impartirse dentro del horario lectivo.

La lucha contra la violencia de género en España experimentó un antes y un después tras el asesinato, en 1997, de la granadina Ana Orantes a manos de su marido, después de que ésta denunciara, en una entrevista en Canal Sur, los malos tratos que llevaba años sufriendo. Así lo ha recordado en la apertura de la jornada el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, que ha explicado cómo aquel suceso "puso el foco en una realidad que vulnera los derechos de las mujeres sólo por eso, por ser mujer".

La jornada también ha abordado el tratamiento de la violencia de género en los medios de comunicación, con la participación de María Sánchez Ramos y Belén Zurbano, autoras del libro Tratamiento ético de la violencia de género en los medios; además de Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, y Reyes Moreno, vicepresidenta de la Demarcación del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía en Cádiz y redactora de Canal Sur.