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Entre los bosques de pinos de la serranía de Ronda y mirando hacia la costa de África se esconde un pequeño pueblo de la provincia de Málaga donde apenas residen 450 vecinos.
Esta localidad, a 667 metros sobre el nivel del mar, es un reflejo del pasado morisco de la zona, a través de sus monumentos, museos y fiestas locales.
¿Cuál es el pueblo de Málaga con origen bereber famoso por su historia y artesanía?
Hablamos de Benalauría, a dos horas de la capital y en el interior de la provincia. La historia cuenta que su nombre procede de una tribu bereber que formó parte de las primeras expediciones musulmanas en cruzar el Estrecho de Gibraltar.
En su entramado urbano late la memoria de la tradición árabe andalusí y sus calles adoquinadas y empinadas permiten otear la Costa del Sol, abriéndose paso entre valles y sierras. Estas huellas cobran forma en el centro de interpretación, conocido como la Casa de Moros y Cristianos, que se puede visitar con cita previa, y en el famoso Columbario Romano del Cortijo del Moro. Se trata de un yacimiento arqueológico formado por un panteón funerario y los restos de una villa agrícola.
De ahí nace también uno de sus principales festejos que llega con el verano: la fiesta de Moros y Cristianos. Se celebra en agosto, cuando los vecinos disfrazados representan una batalla, además de poner en marcha actividades y un mercadillo.
Casas encaladas, macetas con flores y coquetas terrazas dominan la imagen de Benalauría, donde tampoco faltan los espacios culturales que dan a conocer su legado. Es el caso del Museo Etnográfico, en el interior de un antiguo molino y que solo es visitable con reserva.
Senderos y miradores que no puedes dejar de visitar en Benalauría
Su ubicación hace de Benalauría uno de los reclamos para quien quiere enfundarse unas botas de montaña y descubrir la sierra malagueña. Cuenta con una red de senderos que la conecta con otros municipios como Atajate y Benadalid.
Una de las más sencillas es la descrita por la Asociación Senderista Pasos Largos, de apenas 10 kilómetros de recorrido y con poca dificultad. Se adentra en la comarca entre vides, olivos y alcornoques, según la zona.
A lo largo del camino, se puede hacer una parada en alguno de sus espectaculares miradores, como el de Virgen del Rosario, patrona del pueblo y donde se sitúa una torre ornamental.
La artesanía, gran estrella de este pueblo bereber del interior de Málaga
Sin duda una de las características más distintivas de Benalauría es la artesanía. Además de las tiendas donde adquirir cualquiera de sus productos, el pueblo malagueño organiza cada año la Feria de Artesanía y Gastronomía de Benalauría.
En ella se reúne la producción hecha a mano de distintos sectores de la comarca, desde madera hasta cerámica, mimbre o artículos agroalimentarios (no hay que dejar de probar sus quesos y mermeladas caseras de La Molienda Verde).
Y es que este pequeño pueblo del Valle del Genal sigue conservando los oficios tradicionales y encontrando la magia en las cosas pequeñas. Un ejemplo de ello es la bodega 28 metros cuadrados. Su nombre se corresponde con el espacio donde su propietario envejece sus vinos y sobresalen en una zona especialmente dedicada a la viticultura.
Hinojo, espárragos y castañas, protagonistas de la cocina local
La huerta no solo protagoniza el entorno, también el recetario de hogares y restaurantes. Según la temporada, triunfan las tagarninas, hinojos, collejas o espárragos trigueros.
Con reminiscencias del pasado árabe, la repostería destaca en el recetario, donde no falta la canela, matalahúva y ajonjolí. No hay que perderse las castañas en almíbar o los dulces de la panadería Hermanos Guerrero.