El Coso, una de las arterias principales de Zaragoza, inicia un proceso de transformación por el que, a través de una inversión de 9 millones de euros realizada por el Ayuntamiento, se convertirá en una prolongación natural del Paseo Independencia, aumentando los espacios peatonales y las zonas verdes y de descanso.
Un proyecto más de la administración de Natalia Chueca en su afán por desarrollar una "renovación integral" del Casco Antiguo y el Centro de la capital de Aragón, objetivo que ha establecido como clave para el avance de su legislatura. "Queremos reformar unos de los ejes clave de nuestra ciudad para ponerlo en valor y eso pasa porque sea un espacio mucho más amable para los vecinos y visitantes, con vegetación, que invite a pasear y a disfrutar de los edificios históricos", ha expuesto la alcaldesa.
Las obras, que saldrán a licitación en la segunda mitad de 2025, afectarán a más de 15.700 m2 de superficie y se extenderán durante un año y medio. La actuación, que potenciará toda la zona colindante a la Plaza de España (una de las más importantes de la ciudad), se extenderá hasta la Plaza San Miguel, donde se prevé eliminar las isletas actuales y desplazar la calzada para crear una plaza continua "mucho más amplia y amable" para los vecinos.
De hecho, ellos son la parte principal en la ejecución de la reforma, ya que su inicio se debe a las quejas compartidas por estos por problemas en la red de saneamiento del agua, lo que hizo al consistorio "optar por dotar a la avenida de ese impulso transformador". Por ello, este proyecto de reforma integral lleva aparejada una inversión muy importante en el subsuelo, ya que
parte de las conducciones de agua potable se encuentran cortadas debido a los problemas que presentan y la red de saneamiento sufre graves roturas y hundimientos que a lo largo de estos últimos años han obligado a realizar numerosas reparaciones. También se sustituirá el alumbrado público, incorporando tecnología led para mejorar la iluminación y el ahorro energético.
Por otro lado, los propios vecinos mantendrán reuniones de forma regular con el consistorio, donde se les informará del avance de los trabajos y se abrirá la posibilidad de incluir modificaciones al proyecto en base a sus aportaciones y demandas.
Durante la extensión de los trabajos, Zaragoza se verá obligada a reorganizar la red de movilidad en una de sus calles más transitadas, por la que discurren 10 líneas de autobús urbano, por lo que el Ayuntamiento ha previsto crear un carril bus de subida desde la ribera del río Ebro a lo largo del Coso Bajo.