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Contaba Sandra Bullock que durante el rodaje de una película le resultó muy complicado tener que besar a Ben Affleck por su problema de halitosis. Y es que aunque el mal olor de boca sigue siendo un tema tabú, creo que todos conocemos a alguien con quien resulta difícil poder hablar estando demasiado cerca.
Pero más allá de la anécdota, la halitosis no tiene por qué estar relacionada con una mala higiene dental y puede esconder problemas importantes de salud. En ese caso, ese mal olor no sería más que un síntoma de alerta.
¿Es muy frecuente?
Bastante. Según un informe de la Sociedad Española de Periodoncia, el 30% de la población adulta en nuestro país lo padece o lo ha padecido en algún momento de su vida. Puede incluso que lo hayas sufrido y nadie se haya atrevido a decírtelo.
Si tengo halitosis, ¿me entero?
En realidad no. La persona que padece halitosis es la última en enterarse, y es que no podemos oler nuestro propio aliento. Es por ello que son bastante frecuentes los casos de halitofobia: personas que acuden a una clínica dental porque creen que pueden tener mal olor bucal, pero en realidad solamente el 20% de quienes piensan que lo tienen, realmente lo tienen.
¿Se puede medir la halitosis?
Sí, con la ayuda de un halímetro, un instrumento que mide y cuantifica de forma estandarizada el mal olor. Se hace pasar el aliento del paciente a través de este dispositivo medidor, que detectará la posible presencia de compuestos de sulfuro volátiles y mostrará un valor medido en partes por millón.
Las causas principales...
Lo más frecuente es que ese olor desagradable que sale de la boca tenga su origen ahí mismo, en la lengua y las encías. Una escasa higiene bucodental provocará que las bacterias se acumulen en la cavidad oral y la lengua, generando mal olor. También puede provenir de una o varias caries o de un problema de gingivitis o periodontitis.
Fumar o ingerir determinados alimentos como el ajo, la cebolla o especias también puede acabar generando halitosis.
... y otras causas menos frecuentes
El mal olor de boca puede estar provocado también por una infección en los senos nasales o en las amígdalas. Pero también por problemas digestivos como la acidez estomacal o enfermedades pulmonares, incluso algunos tipos de cáncer pueden causar mal aliento.
¿Por qué el olor es más fuerte por la mañana?
La halitosis suele ser más intensa a primera hora del día, después de levantarse, porque las bacterias de la boca han tenido muchas horas para poder multiplicarse a lo largo y ancho de la superficie oral. Además, durante la noche disminuye la producción de saliva lo que ayuda a aumentar la intensidad del olor.
Esto mismo puede ocurrir durante el día tras varias horas de ayuno o tras hablar durante tiempo prolongado, y es que una boca seca permite que las bacterias se desarrollen.
¿Cómo puedo solucionarlo?
En el mercado existen diferentes fórmulas para disimular la halitosis, como sprays, chicles o pastillas que se disuelven en la boca, pero para que desaparezca lo mejor es ir siempre al origen de la causa.
Como hemos visto, la mayor parte de las veces ese olor desagradable proviene de una mala higiene bucodental, por lo que insistir en un buen cepillado dental que incluya también a la lengua y acabar incorporando un enjuague bucal pueden dar carpetazo a este problema. Por supuesto no debería olvidarse una revisión con el dentista, destinada a localizar posibles problemas como piezas dañadas, caries o gingivitis que podrían ser la causa de ese olor.
Evita el tabaco, el alcohol o el consumo elevado de café, y es que todos estos hábitos producen sequedad oral y como hemos visto eso favorece la aparición de halitosis.
La enfermedad tras cada olor
No es agradable pararse a analizar las notas aromáticas de una halitosis, pero dependiendo de a qué huela tu aliento podemos orientar la causa de ese desagradable olor bucal.
- Olor a huevos podridos. Si el olor tiende al azufre podría deberse a una mala higiene oral, y es que la proliferación de bacterias de la boca generará ese tipo de olor.
- Olor a manzana podrida. Un olor afrutado podría ser indicador de que esa persona no tiene bajo control su diabetes.
- Olor a amoniaco. Si el aliento tiene un olor similar al de la orina, puede ser momento de vigilar el funcionamiento de nuestros riñones.
- Olor a ajo. Un olor a moho o a ajo, sin haberlo comido previamente, puede ser indicativo de un problema de salud relacionado con el hígado.