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Estamos en plena época de reencuentros familiares y celebraciones navideñas, y como cada año no pueden faltar las comidas y cenas festivas con sobremesas que se alargan durante horas.
Si te ha tocado organizarla o estar al frente de los fogones, seguro que ya has preguntado si alguno de los invitados tiene alguna intolerancia o alergia alimentarias para tenerlo en cuenta, y aunque los platos se llenen de alimentos no muy saludables esa noche seguro que las personas con hipertensión o el colesterol elevado se dan un pequeño capricho... ¿Pero qué ocurre si uno de los invitados está siguiendo un tratamiento oncológico? Si es el caso, toma buena nota de los siguientes consejos para que también pueda disfrutar de esa comida de forma segura.
La imprescindible seguridad alimentaria
Uno de los principales efectos secundarios de tratamientos oncológicos como la quimioterapia, es un sistema inmunitario debilitado. El paciente no dispone de los mismos soldados de defensa frente a virus o bacterias que el resto de las personas a la mesa, por lo que debemos ser muy escrupulosos en la higiene a la hora de manipular los alimentos que le vamos a ofrecer así como en su correcta elaboración.
- Cocina a temperaturas elevadas (>60ºC). Los alimentos crudos de origen animal como carne, pescado, marisco, huevos... deben estar suficientemente cocinados. Si queremos que el interior de carnes o pescados esté poco cocinado, debemos haberlos congelado previamente a -20ºC durante al menos 3 días.
- Ojo con el agua. El agua que le ofrezcamos debe ser siempre embotellada para asegurarnos su total seguridad.
- Vigila los canapés. Es habitual servir unos entrantes entre los que haya algunos tipos de patés, en este caso emplearemos únicamente aquellos que hayan sido enlatados o esterilizados. Si servimos quesos, vigilaremos que en el etiquetado indique que han sido elaborados con leche pasteurizada, pero si no traen etiqueta o no es visible solo podemos considerar seguros emmenthal, gruyere y parmesano.
- Ensaladas y frutas. Si vamos a servir alimentos vegetales para consumir crudos, tales como hortalizas o verduras, es imprescindible lavarlos cuidadosamente antes de servirlos aunque vengan en una bolsa ya preparados. Para mayor seguridad se pueden higienizar incluso con una dilución de lejía alimentaria. En el caso de las frutas, las lavaremos y pelaremos.
- Cuidado con los ahumados. Si entre los entrantes hay un plato con alimentos ahumados, debemos haberlos congelado previamente a -20ºC durante al menos 3 días.
- Vamos con los postres. Y es que en el plato final también debemos tener algunas precauciones, ya que no debemos servirle determinados alimentos de difícil control microbiológico como cremas y natas de pastelería o helados.
¿Debo poner cubiertos desechables?
No es necesario, puede utilizar el mismo tipo de cubiertos que el resto de comensales, pero los lavaremos a conciencia con agua caliente y jabón o en el lavavajillas antes de ponerlos en la mesa.
¿Puedo ofrecerle alguna bebida alcohólica?
Durante las comidas de Navidad se tiende a consumir alcohol y a brindar con él, aunque podríamos hacerlo con cualquier otra bebida menos dañina.
En el caso de los pacientes a tratamiento oncológico el consumo de bebidas alcohólicas está totalmente desaconsejado ya que podría empeorar ciertos efectos secundarios como las náuseas o las llagas en la boca, además de su posible interacción con los fármacos que está recibiendo ya que ambos son asimilados a través del hígado.
Puede ser una buena ocasión para proponer brindar con té helado o zumo de frutas.
¿Qué hacemos con la comida que ha sobrado?
Otro clásico de las navidades es que los invitados se lleven a su casa parte de la cena que ha sobrado. Esto es perfecto para no desperdiciar alimentos, pero en el caso de las personas a tratamiento oncológico deben recalentar cuidadosamente esos platos antes de ingerirlos. Siempre por encima de 50ºC.