El presidente Carlos Mazón se marcó como objetivo de su primera legislatura al frente del Gobierno valenciano tener una relación directa y fluida con los sindicatos que en las últimas horas se ha visto resquebrajada. Al Consell no le han gustado las críticas que los líderes de CCOO y UGT hicieron de la gestión del jefe del Consell en la dana ni los "insultos gruesos" que recibió cuando sus líderes participaron en el Congreso Federal del PSPV el pasado fin de semana. "Caradura" le llamó el secretario general de UGT, Ismael Sáez, mientras que la líder de CCOO, Ana García, aseguró que debería haber dimitido.
La vicepresidenta Susana Camarero, de motu proprio, se lo ha afeado tras anunciar que el pleno había aprobado incrementado las ayudas directa a los trabajadores autónomos y en ERTE a consecuencia de la dana.
"Se han aprobado 21 nuevos liberados sindicales, por lo que son casi 800, más los 500 de Sanidad, y están recibiendo subvenciones de 2,5 millones de euros. Eso se hace absolutamente incompatible con estos insultos de caradura", advirtió la también portavoz del Consell. "No sé si lo es por aprobar ayudas para los trabajadores en ERTE de 360 euros, porque no dijeron lo mismo cuando el Botánico aprobó ayudas de 150 euros durante la pandemia", advirtió.
Tampoco le gustó que se le acusara de poner en peligro a los trabajadores y recordó que la misma mañana del 29 de octubre, los sindicatos estuvieron reunidos con el presidente en la Mesa de Diálogo Social para valorar los presupuestos de 2025 hasta las 15 horas, "y nadie mostró ninguna preocupación por los trabajadores".
"El Gobierno valenciano ha sido absolutamente respetuoso con los sindicatos, con reuniones periódicas para promover el diálogo social, y no vemos sentido a esta actitud. Declaraciones como las proferidas este fin de semana dificultan mucho el trabajo con los sindicatos y parece que algunos quieren dinamitar los puentes de diálogo social sólo por hacer política. No vale todo por hacer política", ha asegurado.
Ante la posibilidad de que estas críticas acaben reflejadas en una rebaja de las subvenciones en los próximos presupuestos, algo en lo que que encontraría el voto de Vox, Camarero no se pronunció de manera clara. "Eso no se ha debatido en el Consell, pero insisto que hay un gobierno que apuesta por el diálogo social, que multiplica las reuniones de la mesa social, que creamos una reunión mensual para cuestiones de la dana para informar de cada paso... y de repente, que hacen política, con insulto grueso. Los sindicatos tendrán que entender que no es la forma", insistió.
Camarero también aprovechó para criticar que no haya habido ninguna propuesta, alternativa ni ayudas para los afectados por la dana en el congreso de los socialistas y que solo quieran "rascar votos".
"Se ha demostrado que su único objetivo, lejos de la ayudar a las víctimas, a los afectados y al drama y a la situación de esta catástrofe natural, es que han venido a rascar votos. Tienen mucha prisa en recuperar lo que perdieron en las urnas; más allá del insulto, de la crispación, no hemos oído ni una sola medida, ni una sola propuesta, ni una sola ayuda nueva para los afectados", sentenció la vicepresidenta, convencida de que las organizaciones sindicales no hubiera apoyado las manifestaciones contra un gobierno de izquierdas.
"En el congreso de los insultos del PSPV se dijo que si gobernaba Morant, las cosas hubieran sido de otra formas. Me pregunto si entonces hubieran tenido información de la CHJ, de Aemet, o si la Guardia Civil hubiera llegado antes al rescate de personas y no de cuerpos. ¿Si hubiera gobernado Diana Morant se hubiera activado todo? Hay explicaciones por dar por parte del Gobierno de España", zanjó la portavoz.