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Poco importa que las críticas no hayan sido muy favorables. Una película de Minecraft está salvando, de momento, el maltrecho estado de la taquilla estadounidense en 2025. Protagonizada por Jason Momoa y Jack Black, la adaptación del popular videojuego a la gran pantalla está arrasando contra todo pronóstico y ya es la película más taquillera del año. En solo siete días ha logrado superar a Capitán América: Brave New World. Los 552 millones de dólares a nivel mundial que lleva recaudados permiten hablar de un rotundo éxito si se tiene en cuenta que el presupuesto de la producción fue de 150 millones de dólares.
«La acción es descaradamente promocional y descaradamente convencional», dijo The New Yorker sobre la cinta de Jared Hess, un cineasta respetado por títulos como Napoleon Dynamite o Gentleman Broncos. Tampoco pasó el filtro del crítico de Chicago Reader, Maxwell Rabb, que ahondó en la «creatividad fingida» del filme. Pero el público que ha acudido en masa a verla en los 10 días que lleva en cartelera no parece opinar lo mismo. Entre la generación más joven de estadounidenses ha corrido la voz de que ver Minecraft es casi una obligación.
Tras un primer fin de semana de estreno explosivo -con récord para una cinta adaptada de un videojuego, 167,5 millones de dólares, el doble de lo previsto-, la producción de Warner Brothers logró mantener el ritmo en su segundo fin de semana en cartelera, con un descenso del 50% con respecto a los tres primeros días. Para los estándares de la industria es un dato óptimo.
El desempeño de Una película de Minecraft supone un alivio para Hollywood tras un mal arranque de temporada. El primer trimestre registró un descenso del 11% en recaudación en salas de cine.En marzo, el descenso fue del 40% pero la versión de Minecraft ha corregido el desastre justo antes de la determinante temporada veraniega, la época del año en la que los estudios se juegan el año.
«El timing de esta película no ha podido ser mejor», explica a ELMUNDO Paul Dergaradebian, analista de Comscore, una firma especializada en la industria de Hollywood. «Ha ayudado a revivir la taquilla, borrando todas las pérdidas y poniéndonos por encima de 2024, un 0,5% de crecimiento en lo que va de año. Su estreno significó un mejora del 160% con respecto al mismo fin de semana del año pasado».
La razón que esgrime Dergaradebian para explicar el éxito es el carácter familiar del filme, su capacidad de conectar con todos los públicos. «Creo que las audiencias familiares han estado mal atendidas en los últimos tiempos y esto puede ayudar a revertir la tendencia. Durante un tiempo, Hollywood ha apostado por las películas para mayores de 13 y de 18 años y no le ha salido tan bien la jugada». Dergaradebian cataloga este fenómeno como la mejor noticia de los últimos tiempos para un industria golpeada por el bajón en los rodajes en Los Ángeles, las huelgas de sus principales sindicatos y los incendios en el sur de California en enero.
La otra película que se suponía que iba a revivir la taquilla, la Blancanieves de Disney, se ha acabado por hundir en la lista de ingresos. La semana pasada ocupó el octavo puesto en Estados Unidos y lleva ingresados 81,9 millones de dólares en Estados Unidos y 181 millones en total. Es el remake de acción real con peor desempeño en la historia del estudio del ratón Mickey.
Por delante, quedan tres estrenos que pueden ayudar a recuperar las sensaciones previas a la pandemia. Thunderbolts, de Marvel, la última entrega de Misión imposible: Sentencia final, y Lilo y Stitch, de Disney.