TOROS
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González Romero y la loca apuesta por los clásicos de la literatura taurina: "Los Borbones empezaron siendo los mayores perseguidores de las corridas de toros"

Ven la luz el próximo mes de noviembre 'La Historia del toreo' (Néstor Luján) y 'Los heterodoxos del toreo' (Pepe Alameda) encabezando la nueva colección de clásicos de El Paseíllo, que anuncia la imprescindible 'El hilo del toreo'

David González Romero
David González RomeroEL MUNDO
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No contentos con correr la aventura de lanzar una editorial exclusiva de temática taurina como El Paseíllo en los tiempos que corren, los intrépidos David González Romero y Fernando González Viñas se atreven ahora con una colección de clásicos. La encabezan como números 1 y 2, que verán la luz el próximo 24 de noviembre, la enciclopédica Historia del toreo, de Néstor Luján, y la reveladora Los heterodoxos del toreo, de Pepe Alameda.

Las buenas noticias nunca vienen solas, y Alameda tendrá continuidad con la salida de El hilo del toreo, imprescindible para cualquier aficionado a los toros que aspire a alejarse de los tópicos. Hablamos con González Romero de esta loca apuesta, del hecho ilusionante del lanzamiento de los clásicos y de cómo es posible que en esta época de hostigamiento a la tauromaquia su literatura esté más viva que nunca.

P. ¿Qué mueve a El Paseíllo a impulsar esta nueva colección de clásicos?

R. La editorial siempre tuvo claro que había que hacer una línea de clásicos imprescindibles e incluso hacer una propuesta de clásicos que para muchos lectores no lo serán. Es decir, que es una colección que pretende hacer línea editorial. Pero hay una razón más importante aún. Nosotros habíamos detectado una nueva demanda de libros de toros a través de otros catálogos. Quizás por eso nace El Paseíllo. Pero, además, muchos de estos libros que consideramos imprescindibles, no están a la mano. A veces están a precios prohibitivos e incluso, en algunos casos ni están disponibles... Además, tenemos la intención de sacarlos con nuevos elementos de valor. Por ejemplo, nuestro querido Robert Ryan va a ilustrar los libros de Alameda. Si consideramos que hay un público que lee sobre toros y cultura taurina, estos libros tienen que estar. Además, ese público nuevo que se acerca a los toros, ya por elección o reacción más que por herencia, no tiene tantos referentes y para ver toros no hace falta ser un "entendido" pero sí tener algo de criterio. Y habrá cosa más preciosa que ir formando un criterio. Eso es para mí ser "aficionado".

P. ¿Por qué estos autores -Néstor Luján y José Alameda- y por qué estas obras -Historia del toreo y Los heterodoxos del toreo-?

R. Son obras cruciales en la evolución del conocimiento de esto de los toros, que es un no parar histórico, estético... Ambos son autores que entienden que lo taurino es un desarrollo y hay que ir detectando sus claves evolutivas. La obra de Luján es titánica y muy original, y solo por como está de bien escrita ya te la crees. Pero además es que hace auténticas profecías y sabe darle a cada torero y a cada momento su dimensión. Su influencia es mucho mayor de lo que se piensa. De Alameda vamos a sacar su obra taurina completa, que, evolucionando, creo que construye una imagen muy ajustada de la historia y el desarrollo técnico del toreo. Hemos preferido sacar ahora "Los heterodoxos del toreo" porque forma una pareja más complementaria junto a una gran obra, mucho más exhaustiva y "canónica", como la de Luján.

P. La Historia del toreo, de Luján, es un tocho considerable para tiempos en los que, dicen, se lee poco y se lee breve.

R. Sí, sí, dímelo a mí. El equipo de la editorial ha hecho un esfuerzo tremendo. 600 páginas, 200 ilustraciones. Además, hemos cotejado las ediciones anteriores, incluyendo las variantes, y hemos recuperado todas las imágenes de las ediciones originales. Y, rizando el rizo, le añadimos un texto maravilloso, titulado "Tauromaquia", realmente un anexo de 100 páginas de la edición y que es perfecto colofón a tan magna obra. Hemos disfrutado y esperamos que los lectores lo hagan también. No es una obra para lectores superficiales, los "breves", digamos, pero la cultura es complejidad, reto, y la taurina, si te pones, de las que más.

P. Por su insistencia en editar literatura taurina es de suponer que sigue habiendo un público fiel.

R. Estamos teniendo una respuesta muy positiva a la iniciativa y eso te dice que había sed de estos libros, que andaban perdidos... Es que era incomprensible que no estuvieran al alcance del público. Hay público fiel y muy buenas bibliotecas taurinas. Sinceramente, creo que en España puede haber más gente leyendo sobre toros que sobre muchas otras disciplinas, culturas, artes. Además, ha aparecido un nuevo público muy interesante. Más allá de los reactivos políticos, que aunque muy cansinos también influyen, el púlpito antitaurino ha hecho que a mucha gente le pique la curiosidad. Te digo más, yo no sé por qué los taurinos se meten tanto con el actual ministro, cuando realmente puede estar siendo su mejor embajador.

P. ¿Cuáles son los próximos títulos que tienen en cartera?

R. Vamos a publicar muy pronto El hilo del toreo, de Alameda, y seguirán saliendo cosas de este autor. Y lo haremos poniendo orden y con sorpresas. Tenemos en cartera una selección de las crónicas de Don Quijote, que nos va a hacer Paco Aguado, y que están llenas de hallazgos. Vamos a cerrar cosas de Sureda, Cintrón, Vinyes, Martínez de León... Pero nada de arqueología porque sí. Son autores con derechos, que han aportado y que han construido esto con el paso del tiempo y muy a tono con nuestra idea de sacar verdaderas aportaciones evolutivas.

P. ¿Esconden las grandes superficies los libros de toros?

R. Quieres que nos maten nuestros clientes [risas]. No lo creo. Habrá casos puntuales. Va por épocas y quizás con el clima de rechazo generado durante algunos años recientes pues es posible que alguno se haya contagiado y que, finalmente, se haya retrocedido en presencia. Sí es innegable que antes había anaqueles fijos y amplios y eso se fue reduciendo. Pero creo que impera más una lógica comercial. A lo mejor no ha habido una oferta sostenida y atractiva. La verdad es que esto de los toros ha vivido siempre pendiente de un hilo. Hasta mucha gente preparada y leída todavía saca a relucir de forma simplona que si el franquismo, la España negra, el machismo, elementos de barbarie... Oiga, que había mucha gente en Falange que no quería ver estos de los toros ni en pintura. Pero claro, si lo analizas evolutivamente te das cuenta de que va por rachas. Por ejemplo, los borbones empezaron siendo los mayores perseguidores de las corridas, las prohibieron varias veces, y acabaron comprando una ganadería. En fin, yo confío en la capacidad de seducción y persistencia de este verdadero hecho sin igual que son las corridas, y que las librerías van a seguir poniendo los libros de toros donde se merezcan, ni más ni menos...