Portugal aún no ha debutado oficialmente en la Eurocopa. Sin embargo, ya hay un vídeo de Cristiano Ronaldo circulando por redes en el que se alaba su mentalidad de superdotado del fútbol en el partido amistoso que enfrentó a la selección lusa contra Irlanda. Otros critican su excesiva arrogancia: nada nuevo para él. Tampoco lo es conseguir lo que dice en el vídeo, superar la barrera cuando tira una falta. "Golpeas, pasas la barrera, igual que siempre, para ti es normal dar el golpe". Acto seguido, chutó el balón y pasó la barrera con un disparo que casi acabó en gol.
Para Cristiano es normal hacer lo que hace, al igual que para Toni Kroos. Al alemán no le hacen falta autoproclamas para completar 101 pases con éxito de 102 en el partido contra Escocia. Toda la Eurocopa va a estar jalonada por su adiós a lo que mejor sabe hacer. Es inevitable echar de menos en los terrenos de juego a figuras como él, con tanta clase y maestría. El endiosamiento a los futbolistas es algo que se exacerba aún más en las citas europeas o en los mundiales, cuando juegan defendiendo los colores de sus países y se convierten en héroes de vidas rutinarias. A Toni le han alabado incluso cómo viste el chándal de Alemania, con qué porte lo lleva. Es el momento de encumbrar a Kroos.
Por otro lado están los que hacen lo que tienen que hacer y además se transfiguran en Cristianos o Tonis. Aquí cabe la mención especial para Dani Carvajal, que imbuido por el espíritu de la última Champions, anotó su primer gol con España ante una Croacia descafeinada. Lo celebró con Lamine Yamal, el que le dio el pase, un chaval que tienen la mitad de edad que el madrileño y que ha roto los récords de precocidad. Carvajal juega con garra y con mucho corazón, está imparable y, como se suele decir de forma recurrente y manida, muy enchufado. Nadie se explica aún cómo pudo rematar y marcar gol el más bajito de los jugadores del Real Madrid en la final de la Champions. Quizá utilizó el método Cristiano y se dijo a sí mismo unas palabras.
En esta Eurocopa se espera que brillen Kylian Mbappé, Jude Bellingham, Jamal Musiala, Harry Kane... Pero también estaremos atentos a los jugadores revelación, a los que de repente hacen cosas que no estaban en el guión. O a los que vuelven a conectarse con ellos mismos como Álvaro Morata, tan cuestionado en sus clubes como jaleado cuando se pone la camiseta de la selección. Ahora en España todo es soñar, ¡a por ellos!, vamos con La Roja. También habrá que estar si llegan las decepciones. De momento, creámonos Cristiano.